El suicidio, un problema de salud pública evitable según los expertos

Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una jornada auspiciada por la ONU, que cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los especialistas señalan que es una realidad que hay que atajar y para ello hay que visibilizarla. "Es la gran muerte silenciada", ha señalado en rueda de prensa Mercedes Navío Acosta, coordinadora asistencial de la Oficina regional de Salud Mental de la Comunidad de Madrid.

Esta psiquiatra, directora también del proyecto de prevención del suicidio de la Estrategia de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha insistido en que "el mayor enemigo a batir es el silencio". Por ello, ha abogado por "darle espacio" en los medios de comunicación "en términos de prevención y de acabar con el estigma".

LA OMS rechaza el «efecto llamada»

Una posición que comparten la mayor parte de los profesionales, en consonancia con la OMS, que se muestra a favor de hablar de ello, frente al debate sobre si los medios de comunicación deben informar o no por el posible "efecto llamada" que puede generar. En 2013 la OMS adoptó el primer plan sobre salud mental de su historia, del que forma parte la prevención del suicidio, con el objetivo de reducir las tasas un 10% para el año 2020. A pesar de la llamada a la acción de la OMS, en España no existe ningún plan nacional. Solo programas específicos en algunas comunidades autónomas.

Aunque es un fenómeno complejo y multifactorial, más del 90 % de las personas que se suicidan padecen una enfermedad mental, lo que, según la doctora Navío, lo convierte en algo prevenible, tratable y en muchos casos curable. "Estamos ante un problema de salud pública que tiene solución y es esencial que este mensaje llegue a todo el mundo", ha subrayado.

En la misma línea, José Ramón Pagés, coordinador nacional de la Fundación ANAED (Asistencia Nacional de Ayuda a la Depresión), ha asegurado que "la idea de que hablar del suicidio es perjudicial es totalmente falso", por lo que ha pedido normalizarlo como se ha hecho con la violencia de género. Por ello, desde su organización se ha puesto en marcha una plataforma para solicitar al Ministerio de Justicia que cree una oficina en la que se recojan todos los casos y publique los datos en el plazo de 30 días.

Actualmente, las cifras que ofrece el Instituto Nacional de Estadística van con un año y nueve meses de retraso. También desde esta fundación se pide que todos los hospitales de referencia cuenten con una unidad de atención al suicida. "Son personas que están tan en riesgo como el que lleva un infarto encima".

Intervención

La doctora Navío ha insistido en que hay que desterrar el mito de que no importa lo que hagamos. "Intervenir puede ser determinante y cambiar el destino de una persona". Para ello, hay que abordar la suma de todos los factores de riesgo, entre los que están la enfermedad mental y, sobre todo, la depresión, y en la medida en que se vayan rompiendo esos factores se estará previniendo. "Vencer el suicidio supone comprender su complejidad, atajar los distintos factores que lo provocan y hablar de la muerte innombrable", ha indicado.

Según datos de la OMS, por cada adulto que se suicidó, posiblemente otros 20 lo intentaron. "No nos podemos permitir un solo suicidio evitable", ha resumido la doctora Navío. Médicos y enfermeras de atención primaria, educadores, bomberos, policías, familiares y amigos. Cualquiera de ellos puede ser un agente antisuicidios, especialmente, los medios de comunicación, ha asegurado esta psiquiatra.

Por su parte, la directora de la Fundación de Familias y Enfermos de Trastorno Límite de Personalidad, Teresa Oñate, ha puesto de relieve que cuando una persona se intenta suicidar está muy desesperada, se encuentra dentro de un túnel en el que no ve la salida. Ella lo sabe de primera mano, a través de su hijo Guillermo, quien "afortunadamente", ha subrayado, tiene a su familia detrás.