«Cuando se produjo la estampida, no vimos otra salida que saltar la verja»
Los dos jóvenes heridos al clavarse una reja en la plaza del Teatro cuando intentaban huir de la marabunta cuentan a SUR lo sucedido
Juan Cano
Miércoles, 12 de abril 2017, 00:53
María y Jesús se conocieron camino del hospital, en la ambulancia que compartieron. «¡Vamos a tener que ir de compras!», bromearon al ver su ropa hecha jirones. Ambos se vieron sorprendidos en la plaza del Teatro, desde donde veían la procesión del Cautivo, por una avalancha movida por el desconcierto. «No vimos otra salida que saltar la reja...», coinciden. Al hacerlo, los dos resultaron heridos con cortes en las piernas.
Ambos estaban al lado de la verja del parterre (zona ajardinada) de la plaza del Teatro, pero ni repararon el uno en el otro hasta que acabaron juntos en la misma ambulancia. María (18 años) había ido a ver la procesión con Carlos, su novio. «Estaba cansada y tenía ganas de marcharme, pero me quedé porque quería ver a una amiga que iba entre los nazarenos». De pronto, relata la joven, observaron una «estampida» que se acercaba cada vez más a ellos y sólo acertó a escuchar un grito: «¡Corred!».
Jesús (21 años) estaba con unos amigos, a los que insistió varias veces en caminar en dirección a la Virgen para verla y, después, marcharse. «Ojalá me hubieran hecho caso», dice. Al igual que María, también vio venir la marabunta, pero se mantuvo frío. «Pensé: ¿por qué corren?», cuenta el joven, que no reaccionó hasta que su amigo comenzó a gritarles para que huyeran. Ahí fue cuando decidió saltar la verja. «Si no lo hago, me aplastan contra ella y creo que me habría hecho algo peor».
«No podía sacar la pierna»
Entre tanto, Carlos intentaba ayudar a María a pasar al otro lado de la misma valla para refugiarse de la avalancha. «Como no llegaba, me clavé un pincho las rejas terminan en punta y el pie derecho se me quedó atrapado entre dos hierros». La joven se derrumba al recordar ese momento: «No podía sacar la pierna. Pensé: Aquí me quedo». Se hizo un esguince tratando de sacar la pierna, en la que le ha quedado también un corte a la altura del muslo que ha requerido varios puntos de sutura. «El otro chico Jesús se llevó la peor parte», confiesa ella.
Él sufrió un corte bastante profundo con una fuerte hemorragia en el muslo izquierdo. «Cuando estaba saltando la verja, me empujaron (la muchedumbre), caí sobre el pincho y me llevé el hierro por delante (lo rompió). En ese momento no noté nada y pensé que sólo me había roto el pantalón, pero después vi la sangre. Me mareé un poco porque perdí bastante», recuerda él.
Los dos fueron dados de alta a primera hora de la mañana de ayer y ahora tienen que guardar reposo durante unos días. Jesús advierte: «El viernes, si puedo andar, voy a las procesiones. Pero si ocurre algo... ¡me meto en un portal!», bromea.
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