Borrar
Reunión de alumnos mediadores en el IES Portada Alta, celebrada la semana pasada.
El IES Portada Alta, un ejemplo en la formación de mediadores

El IES Portada Alta, un ejemplo en la formación de mediadores

Su programa, pionero en la prevención e implicación de los alumnos, es una referencia para otras provincias

Ana Pérez-Bryan

Martes, 8 de diciembre 2015, 00:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En el Instituto de Educación Secundaria Portada Alta de la capital las vieron venir hace unos años y aplicaron la máxima de que a grandes problemas, grandes soluciones. Los responsables del centro detectaron un «incremento importante de los problemas de convivencia» y se pusieron manos a la obra. Ahora, cuando su directora, Sagrario Grau, echa la vista atrás, admite sin ambages que el esfuerzo «ha merecido la pena», aunque el camino no ha sido fácil.

Eso sí, ninguna de las opciones del equipo directivo ni de los profesores pasaba por mirar para otro lado, así que asumieron que «algo había que hacer». Ese algo se ha convertido en la actualidad en un proyecto pionero de mediación que es una referencia en el territorio nacional. Detrás de esta iniciativa no sólo está en trabajo de «horas y horas» de los docentes, sino la colaboración activa de los alumnos, que en la mayoría de los casos han asumido que ante el acoso escolar no vale ser un testigo silencioso y que, además, a veces resulta más eficaz la mediación «entre iguales».

«Nos suelen pedir ayuda de otras provincias». Lo dice no sin cierto rastro de orgullo Pilar Córdoba, coordinadora del proyecto de Mediación Escolar. En esencia, la iniciativa está relacionada con un protocolo específico «que se activa en el caso de que tengamos la más mínima sospecha». En ese caso, comienzan a actuar ya sea a través de los profesores o de los propios alumnos que ya han adquirido la condición de mediadores. Desde los 12 años hasta que abandonan el instituto, los chavales tienen la oportunidad de formarse en esta materia para ayudar en el caso de que sea necesario; y ya en Bachillerato adquieren la condición de tutores personales a los que se asignan alumnos (problemáticos) concretos. El entusiasmo de los estudiantes por adherirse al programa se refleja en los datos que maneja el centro: en 1º ESO hay 37 aspirantes a mediadores, 18 en 2º, 6 en 3º y 9 en 4º. «Los que intervienen en caso de que sea necesario son los de 3º y 4º», explica Córdoba.

En esta estrategia conjunta, tanto la directora del centro como la coordinadora de la mediación están convencidas de que este trabajo «desde la prevención» ha permitido que algunos casos de riesgo no pasen a mayores. «El año pasado tuvimos un problema que pudo haber derivado en acoso pero se paró», celebra Grau, que sabe por experiencia que a veces hay que enfrentarse «a trayectorias familiares complicadas que luego se proyectan en el centro». Y cierra con un mensaje que deja una de cal y otra de arena: «Algunos chavales cambian. Pero otros son muy duros...».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios