Clamor entre los comerciantes del puerto para que el Pompidou abra cuanto antes

Pero, al margen de sus intereses económicos, los responsables de las tiendas también dejaron tras un sondeo realizado por este periódico interesantes reflexiones acerca de los efectos que este tipo de polémicas y la maraña burocrática imperante tienen como factor disuasorio de los empresarios extranjeros que tratan de implantarse en Málaga. En este punto, alertaron de que una institución como Pompidou es muy sensible a los mensajes negativos y puede llegar a «asustarse» y abandonar su proyecto en la ciudad.

Como «un desastre»

«Ya ha ocurrido con otros inversores, que se han marchado por el exceso de burocracia y la lentitud de todo. La polémica puede espantar al Pompidou», advirtió ayer José Manuel Tirado, empleado de la tienda Slora, quien calificó el hecho de que las obras del museo se puedan detener como «un desastre». «Hay que presionar para que continúen», reclamó. A su juicio, se trata de una propuesta muy interesante, que puede aumentar incluso la llegada de cruceristas atraídos por la oferta cultural de Málaga. «Tengo amigos de otras ciudades que ya saben que el Muelle Uno existe por el anuncio del Pompidou».

«Estamos ilusionados con que se abra, sería una pena que lo parasen, tienen que mirar por el bien de la ciudad, por que Málaga prospere», comentó Rocío Pérez Estrada, encargada de Mandrágora Puerto. «Hay que sumar y ayudar a los empresarios para que la economía prospere». Coincidió con todos los consultados en su valor como polo de atracción de turistas. «Mucha gente va a París a ver el Pompidou, y va a venir muy bien a los comerciantes de Muelle Uno. Será fantástico».

«El museo tiene que abrir lo antes posible», afirmó con rotundidad Alicia Fernández, empleada de Montinas. A su juicio, todas las tiendas de la zona tienen la esperanza de que suban las ventas por el atractivo de esta instalación, y recordó que la previsión es que esté listo en febrero. «Es muy urgente, hay que dar más incentivos para que la gente venga a comprar al puerto».

En la misma línea que los anteriores, Desirée Segado, encargada de Bailly Bijoux, pidió que su apertura se produzca a la mayor brevedad posible: «A los cruceristas los sacan del puerto normalmente en autobuses con visitas guiadas, y esto es un modo de que tengan una parada obligada en el Pompidou. Cuanto antes esté funcionando, mejor».

Más allá de polémicas, y sin entrar a valorar quién tiene la razón, los comerciantes exigen a los gestores del Puerto y del Ayuntamiento un acuerdo definitivo para que el proyecto no se paralice.