La lucha contra el picudo rojo se endurece

Desde el año 2007, las palmeras de Málaga sufren la invasión del picudo rojo, un pequeño insecto que se incrusta en la corteza y que actualmente afecta a gran parte de estos árboles tropicales situados por toda la ciudad. El año pasado se instalaron 80 trampas contra el picudo en las plantas y para este año el número alcanzará los 350 en la más de las 5.000 plantas con tratamientos preventivos en la ciudad.

Como novedad, 60 de estos artefactos cambiarán los productos químicos que eliminaban al insecto por unos hongos, que harán que todo picudo que entre en contacto con otro miembro de su especie quedará contagiado. Hasta la fecha, con las trampas instaladas, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, afirmó que se eliminaron 7.116 ejemplares. De esos, 5.233 fueron hembras. Suponiendo que cada picudo pone 200 huevos, se han eliminado a un millón de potenciales larvas, sentenció el edil.

Para apoyar esta caza del picudo, se emplearán para este nuevo curso varias técnicas novedosas. Se instalarán potentes audímetros que detectarán la actividad del picudo en el interior de la palmera. El director de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, explicó que cuando el insecto empiece a comer por la noche, cuando se suele levantar y cuando hay menos ruido en la calle, el audímetro detectará movimiento y se podrá determinar los árboles afectados antes de que la apariencia física se deteriore.

Otra de las medidas que se tomarán será el uso de perros entrenados para detectar a esta especie. En países muy afectados por esta plaga, como son los de Oriente Medio, ya se lleva tiempo trabajando con este sistema con buenos resultados, según Gutiérrez del Álamo. Estos animales son capaces de localizar incluso a las larvas, por lo que se podrían señalar palmeras infectadas antes de que empezaran a enfermar. Los perros, que están entrenados igual que los que detectan drogas o explosivos, llegarán en quince días desde los países árabes.

Todas estas medidas están reflejadas en el Plan de lucha y control contra la plaga del picudo rojo, en el que desde la llegada del insecto en 2007 se invierte anualmente un millón de euros.