Calentando motores

Pabellón Fernando Argüelles de Antequera. Son las nueve de la mañana. Un puñado de tipos de casi dos metros entran en la instalación. Se dirigen a la pista. Allí, son recibidos por directivos y cuerpo técnico del Balonmano Antequera. Son los encargados de llevar a lo más alto posible al equipo en la tercera temporada en la liga Asobal.

Lo primero que hacen es recoger el material deportivo con el que empezaran a sudar en unos minutos. Sonrisas, bromas, saludos y, sobre todo, muchas aventuras veraniegas son las protagonistas en los primeros compases de la pretemporada. Pero, la alegría durará poco. Justo, lo que tarda el fotógrafo del club en hacer el último 'click' a los integrantes del vestuario. En ese momento, comienzo el primer martirio del duro verano que se avecina. Xavi Sabaté, segundo entrenador, ordena correr a los suyos sobre el mismo recorrido urbano que hicieron el año pasado a estas alturas, Carlos Ortega incluido.

Dicho y hecho. Media hora después, primera sorpresa. Los jugadores no se han descuidado durante la época estival y todos han rebajado la marca de la pasada temporada.

El único que sobrepasa la barrera de los 30 minutos es uno de los dos fichajes que comenzaron la pretemporada ayer -Trivundza y Prodanovic no están por problemas de visado-, el pivote Rafa Baena, uno de los primeros en recibir consejos para llegar a tope a la Liga. «Han venido todos muy bien, pero Rafa tendrá que convertir en fuerza el peso que le sobra para bajar, al menos 10 kilos», comenta Ortega minutos después de la carrera.

Otro de los que va a recibir un trato especial es el otro nuevo, el central malagueño, Pérez Canca. «Vamos a cuidarlo mucho para que no tenga problemas con la carga de trabajo en las dobles sesiones. Tiene 37 años y si tiene que trabajar a menor ritmo, lo hará», explica el técnico.

La primera carrera del año se completa sobre el césped artificial de las pista de Parquesol con varias series de flexiones y abdominales que dejan a los jugadores (siete canteranos entre ellos) con ganas de descansar.

Lo de ayer fue sólo un ensayo de lo que será una dura pretemporada, que se completará con una concentración en el CAR de Sierra Nevada. Entre los jugadores, un comentario unánime: «Hay plantilla para quedar, como mínimo, del octavo puesto para arriba».