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BAILAORA. Noelia Sabarea durante un momento del espectáculo 'Aborigen'. / A. CARRASCO
Noelia Sabarea: «Quiero bailar hasta el día en que me muera y vivir de esto siempre »
BAILAORA

Noelia Sabarea: «Quiero bailar hasta el día en que me muera y vivir de esto siempre »

La bailaora algecireña hace un recorrido por su carrera profesional tras el éxito de su espectáculo 'Aborigen' el pasado viernes

SANDRA BALVÍN

Lunes, 18 de febrero 2008, 02:47

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Noelia Sabarea ha lucido el nombre de Algeciras por los escenarios de medio mundo como luce la bata de cola. Su trayectoria profesional está salpicada de letras que, combinadas entre sí, dan vida a escenarios, ciudades lejanas y festivales. La bailaora algecireña, que combina sus actuaciones con las clases que imparte en su academia de La Granja, regresó con 'Aborigen', por primera vez en mucho tiempo, a los escenarios de su ciudad natal.

¿'Aborigen' ha supuesto su reencuentro artístico con Algeciras?

No es que no baile en Algeciras. Doy clases en la academia y surgen cosas, pero no en festivales de flamenco ni en cosas similares. Con el cambio político si he tenido la oportunidad. Estoy acostumbrada a bailar en teatros grandes y en escenarios internacionales, pero el espectáculo del pasado viernes supuso el reconocimiento de mi tierra. A todos los lugares del mundo a los que voy siempre hablo de Algeciras, algunos incluso me conocen como «la bailaora de Algeciras». Es muy triste que vengan incluso japonesas a estudiar en mi academia y no tengan la oportunidad de verme bailar en mi tierra.

¿En qué momento toma la decisión de salir al extranjero a trabajar?

Con 14 años me surgió la oportunidad de irme a trabajar a Estados Unidos, pero a mis padres les pareció que era muy pequeña. A los 18 años contacté con los que me dieron aquella oportunidad y a partir de ahí empecé a funcionar por Estados Unidos y por Europa.

¿Dónde se siente más el flamenco fuera de España?

Normalmente cuando voy a otro país a hacer flamenco es porque el núcleo al que voy está muy interesado. Pero si tengo que decir un país, digo Japón. Todos los que te llaman para actuar lo valoran, por supuesto, pero en Japón es especial, lo sienten de una manera más intensa.

¿La mayor difusión del baile flamenco gracias a los grandes nombres ha creado más afición?

La verdad es que se nota. Hace unos diez años no había esta demanda. No se si es coincidencia, pero hay un auge de baile flamenco y mucha de manda de clases y de espectáculos porque está calando tanto en diversos países que muchos están creando academias y promoviendo festivales. Necesitan de nosotros y lo estamos notando.

También habrá quien intente subirse al carro sin tener el bagaje suficiente...

Siempre hay gente, como ocurre en todos estas situaciones, pero son los ignorantes. Una de las cosas más negativas que puede tener una persona es la ignorancia porque, al no saber, se meten en 'tinglaos' que luego no saben defender y, de un modo u otro, esa actitud nos perjudica a los que estamos intentando dignificar el flamenco. Se ven personas que con tres años montan una academia y, en cambio, hay verdaderos artistas y buenos profesores que no tienen el poder adquisitivo para poder funcionar por su cuenta.

Los grandes bailaores han aportado algo suyo al flamenco. ¿Qué le gustaría aportar a usted?

Yo pienso que cada artista que se suba a un escenario ya está aportando algo. Todos estudiamos con una serie de maestros y pasamos por una serie de técnicas, de manera que tenemos unos conocimientos que son universales. Luego está la manera de plasmarlos, de personalizarlos y de llegar al público en general y ahí es donde entra tu manera de vivir el flamenco.

En el ámbito de la docencia se ha atrevido con retos que asustan a otros. ¿Qué le aportó su experiencia con los alumnos de la ONCE?

Fue bastante gratificante. Como profesora de baile con ellos he tenido otro concepto de dar clase y un idioma diferente. No tienen la vista, pero tienen otros sentidos mucho más desarrollados y además los utilizan de una manera muy inteligente. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y es verdad, por eso tú tienes que ser mucho más específica a la hora de explicar, incluso cogerles el pie y colocárselo, no una vez, sino 20 veces. Un giro para ellos es muy complicado, pero lo suplen con unos recursos, una inteligencia y una voluntad dignos de admiración. Tenemos un potencial en nuestros sentidos y en nuestras capacidades que no sabemos apreciar. Cuando tienes oportunidades así te das cuenta.

¿Ha tenido otras experiencias similares?

Le he dado clases a personas sordas , a personas mudas y a retrasados mentales. Te cambia la visión de todo porque ves que al final lo importante es lo que tú quieres hacer en tu vida, no lo que tengas ni dónde lo hagas, sino vivir el día a día con lo que tienes.

¿Cuál es su máxima ambición en el terreno artístico?

Quiero bailar simplemente, quiero bailar hasta el día en que me muera y vivir de esto siempre. Claro que todos los artistas queremos estar en los escenarios más importantes y tener el reconocimiento del pueblo, de la nación, del mundo y de lo que haga falta. Pero si un hoy vengo de Japón de bailar en un sitio buenísimo y mañana me llaman para trabajar en un escenario de un metro por un metro, yo trabajo.

Eres una privilegiada por poder vivir de lo que te gusta, pero también te habrás dejado algo en el camino

Sacrifico muchas cosas en mi vida, pero me siento privilegiada porque estoy haciendo lo que quiero y estoy transmitiendo lo que siento. Llevaba tres semanas sin vida propia desde que he venido desde Italia, todo era 'Aborigen' y la representación del 15 de febrero. Sin embargo, cuando el público reacciona te olvidas de todo lo que has sufrido y del estrés que has pasado.

¿Es tan adictivo el aplauso como dicen?

El aplauso y el reconocimiento me motivan tanto que en dos segundos te pones a volver a trabajar cuando crees que no te quedan fuerzas. Engancha mucho. Un niño hace algo bien, le das dos palmitas y el niño hace eso bien otra vez, imagínate cuando se trata de algo por lo que hemos luchado y trabajado tanto. Al final del día la valoración de tu trabajo es el resultado.

¿Algún nombre de referencia en la comarca?

Me pone en un aprieto. Hay muy buenos artistas en el Campo de Gibraltar, aunque en el baile somos pocas y de las pocas que estamos la mayoría estamos fuera. Hay compañeras, cantaores y guitarristas que están pegando fuerte. Hay algunos tan preparados y que han hecho tanto por el flamenco que dejarlos atrás sería injusto. Quizá nombraría a Antonio Carrasco, que es el cantaor que yo llevo y es una suerte llevarlo. A la hora de trabajar con alguien, además de la profesionalidad me interesa la persona.

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