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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

La vida extrema del camarada Aalto

Reverte rescata al bravo brigadista, poeta comunista y homosexual que inspiró a Hemingway y amó a Auden

MIGUEL LORENCI

Martes, 11 de febrero 2014, 12:07

La vida de William Aalto (Nueva York, 1915-1958) daría para varias novelas. Nacido en el Bronx, hijo de inmigrantes comunistas finlandeses, fue activista sindical en la Gran Depresión, brigadista republicano en España, homosexual comunista y pendenciero, denunciado por los suyos ante la inquisición de McCarthy en la caza de brujas. Poeta mediocre y entusiasta, eterno resistente, Bill Aalto liberó a 300 presos republicanos en el granadino fuerte de Carchuna. Tras vagabundear por Europa acosado por el FBI, murió de cáncer, marginado, traicionado y alcoholizado. Por el épico episodio de la Guerra Civil le conoció Jorge M. Reverte (Madrid, 1948), que tanteó novelar el asalto. Supo que la hazaña era la punta de iceberg de «una vida extrema» plena de excesos, aventuras y traiciones y se impuso escribir su biografía.

El resultado es 'Guerreros y traidores' (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores), 250 páginas de apasionante lectura en las que a través de la peripecia de Aalto cuenta Reverte las andanzas de un conjunto de relevantes personajes. Una generación histórica, con periodistas y escritores como Hemingway -a quien Aalto inspiró para sus novelas- Robert Capa, John Dos Passos, poetas como W.H Auden y James Schuyler -a los que amó- y camaradas de armas como Milton Wolf o Irving Goff, cuyas vidas se cruzaron con la de Aalto.

Buscando material sobre la Guerra Civil, Reverte dio casualmente con Aalto, teniente de la brigada Lincoln entre 1937 y 1939. «El 23 de mayo de 1938 protagonizó en Carchuna, al lado de Motril, la mayor hazaña de la guerra. Con un comando de 30 milicianos y brigadistas liberó a 308 oficiales, comisarios y soldados republicanos». El épico hecho hubiera dado «para un gran reportaje, una novela y un par de películas de haber acaecido en Estado Unidos», dice Reverte, que barajó escribir un guion.

Su olfato de sabueso se puso en marcha y pronto descubrió que la vida del teniente Aalto «era una mina». «Supe que ser homosexual le costó la expulsión del partido comunista estadounidense, que le impidieron participar en la Segunda Guerra Mundial, que fue traicionado por sus mejores amigos, o que perdió una mano enseñando a lanzar granadas en un campo de adiestramiento». Los propios comunistas desvelaron su homosexualidad al FBI que le acosó en sus vagabundeos por Europa para combatir el nazismo a las órdenes de William Donovan.

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