El chiringuito El Tintero desmantela la mitad de su terraza para pagar menos impuestos

Los camareros de El Tintero seguirán saliendo de la cocina pregonando los platos para que cada cliente elija el que más le apetezca y este singular chiringuito del Palo seguirá siendo un punto de atracción turística más de la ciudad por su original subasta de pescado, pero el negocio tampoco es ajeno a una crisis que coincide además con un aumento generalizado de la presión fiscal. Para poder cuadrar las cuentas sin tener que tocar precios, los responsables de este emblemático establecimiento han decidido desmantelar la mitad de la terraza, que ocupa una superficie de 598 metros cuadrados, con el único objetivo de rebajar la tasa que pagan al Ayuntamiento por la ocupación de la vía pública con mesas y toldos de soporte rígido.

«En 2012 pagamos unos 20.000 euros y el año pasado, por el cambio del callejero fiscal pasamos a ser calle de primera categoría y nos subieron a 72.000, un dinero que hemos tenido que fraccionar en cinco años; así que antes de que nos llegue el recibo de este año vamos a quitar el techo de cañizo. Nuestra intención es mantener el número de mesas, aunque tendremos que poner sombrillas», explica Eduardo de la Torre o 'Nono', como es conocido el propietario del Tintero, quien se queja a las administraciones de que «en vez de ayudar a los negocios que a duras penas se mantienen a flote y crean empleo se lo ponen cada vez más difícil con más y más impuestos». En este sentido, el dueño del chiringuito realza los 29 empleados fijos que tiene en plantilla durante todo el año, además de los fijos discontinuos y extras que se incorporan en temporada alta hasta llegar a unos 70 trabajadores. Eso sí, advierte de que «seguramente caerán algunos trabajadores por dejar más de media terraza a la intemperie, ya que a los clientes, sobre todo los turistas, les gusta estar fuera, no en el salón interior».

Tasa municipal

Según asegura, de mantener la estructura exterior actual le corresponderían abonar 83.000 euros (41.000 por las mesas y 42.000 por el techo) en el recibo que deberá llegar en un par de meses, pretendiendo que con este desmantelamiento parcial se quede en unos 30.000. Unas cifras que rechazan desde el Ayuntamiento. Sin hablar de números amparándose en que la Ley de Protección de Datos les impide ofrecer detalles concretos sobre el expediente, sí que aseguran que «el importe a liquidar en 2014 bajará respecto a 2013 debido a la reducción en las tasas de vía pública recogida en las ordenanzas fiscales».

En este sentido, cabe recordar que tras la importante subida experimentada el pasado ejercicio en los bares y restaurantes de la capital por la aplicación del nuevo callejero fiscal, el gobierno municipal modificó la ordenanza para que las tasas de ocupación de la vía pública no se fijen en función del citado callejero, creándose una nueva clasificación por zonas (Centro y calles aledañas; paseos marítimos, Romeral-Teatinos y resto de vías). Según el Ayuntamiento, los recibos volverán a niveles similares a los de 2012.