Borrar
Cristina Millán, su marido y su hija trabajan en la clínica dental familiar, que sobrevive pese a que el número de pacientes ha descendido por la crisis. Carlos Moret
MÁLAGA

Quién lo iba a decir

Un farmacéutico, un arquitecto, un notario y la propietaria de una clínica dental relatan cómo ha cambiado su trabajo en los últimos años La crisis llega también a las profesiones más prestigiosas, que hasta el momento no habían atravesado dificultades económicas ni conocían el paro

AMANDA SALAZAR asalazar@diariosur.es

Domingo, 25 de noviembre 2012, 03:04

Siempre se han considerado profesiones de prestigio. A nadie se le escapa que llegar a ser notario, arquitecto, médico o farmacéutico requiere un gran ... esfuerzo personal. Muchos años de estudios invertidos para optar a un puesto que la mayoría de las veces es vocacional. Todo ese sacrificio se veía recompensado con creces con la seguridad de que les esperaba un trabajo nada más terminar la carrera o las oposiciones en unos sectores que casi no conocían la palabra paro. Y además en unos empleos con un alto estatus social y con salarios habitualmente por encima de la media.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Quién lo iba a decir

Quién lo iba a decir