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Lamari presenta su disco 'Chambao' el 18 de mayo en la Sala París 15. :: CARLOS MORET
«Cansa una pechá estar todo el día hablando de música y de mí»
Lamari, líder de Chambao

«Cansa una pechá estar todo el día hablando de música y de mí»

«Ya no quiero ir con la lengua fuera», afirma la cantante, que vuelve a los escenarios en la Sala París 15 tras tomarse «un respiro» Lamari. Líder de Chambao

REGINA SOTORRÍO rsotorrio@diariosur.es

Domingo, 13 de mayo 2012, 13:19

Han pasado ya diez años pero, sin tener en cuenta algún que otro tatuaje más, pocas cosas han cambiado. No pierde la sonrisa... ni la timidez. «Da mucha fatiga subirse a un escenario», confiesa Lamari. Cuesta creerlo con el desparpajo que el alma de Chambao demuestra en el tú a tú. Ella es la misma que irrumpió en la música en 2002 con 'Flamenco chill', pero con otro ritmo. Ya no quiere ir «con la lengua fuera» de un lado para otro; «currar, currar y currar»... y dejar escapar la vida. Ya no. Ha tomado esa decisión tras un retiro de los focos buscado en el que ha vuelto a ir a los cumpleaños de sus sobrinos, ha encontrado tiempo para leer, para visitar a los colegas y para estar con sus padres sin tener que salir corriendo. Y esta entrevista es una prueba más de esa evolución. Habla sin prisas, con un café y unas tostadas frente al mar en un lugar de la costa malagueña.

Con esa idea muy clara en su cabeza, Lamari retoma la agenda musical con nuevo disco en el mercado -'Chambao'- y las pilas cargadas. Le espera un tour por numerosas ciudades españolas y parte del extranjero (Israel, Polonia, Bulgaria...), pero la primera parada es en casa. El próximo viernes, Lamari regresa a los escenarios en la Sala París 15.

-¿Cómo afronta la vuelta a los escenarios?

-Con ganas, con nervios y con un poquito de timidez... bastante timidez. A ver lo que me encuentro.

-Y después de diez años, ¿aún hay timidez?

-¡Sí! Da mucha fatiga subirse a un escenario (risas).

-El primer concierto de la gira, en Málaga. ¿Es una prueba de fuego?

-Me gusta que el primero sea aquí, pero sí que te da un poquillo de... ¡Dios mío que no me equivoque! Por un lado, da mucha alegría y quieres dar lo mejor de lo mejor en tu tierra; pero, por otro lado, están los nervios y los miedos de una.

-Durante un tiempo le hemos perdido la pista. ¿Dónde ha estado?

-En mi casa. Me he pegado algún que otro viaje, pero para ver a los colegas de Cádiz o para conocer huequecillos de España muy chulos. Pero sobre todo he estado en casa.

-¿Cargando pilas?

-Quería vivir el día a día y olvidarme un poquito de todo el ajetreo. Te pones a currar, currar y currar... no te das cuenta ¡y han pasado diez años! Uno necesita también estar a su aire y a su rollo.

«A trompicones»

-¿Necesitaba una cura de sí misma, como canta en una canción?

-Claro, quiero dejar de hablar de mí misma. Es un lujazo poderte tomar unas vacaciones tan largas, pero era una necesidad. No hay ningún trasfondo, yo no me he perdido y me encontrado ni nada de eso. La profesión de cantante se va haciendo, vas andando con ella, nadie te enseña cómo, y la vas amoldando a tu vida. Hasta ahora ha sido un poco a trompicones y lo que intento es poder acoplarla a mi vida.

-Poder llevar una vida normal.

-Es que lo necesito, si no es una locura. He trabajado en otras cosas y ningún empleo me requería tanto de mi vida personal. Llega un momento en el que te pones a currar, no te das cuenta y no tienes vida. Estoy todo el día hablando de música, hablando de mí y eso cansa una pechá. Aparte de que te sientes muy ridícula, hay veces que hasta se te puede olvidar preguntarle a la otra persona cómo está.

-¿Y nunca se perdió en la vorágine del mundo del espectáculo?

-Tuve una época más tontilla, pero me duró poco. Yo misma me dije «no te pongas tan tonta que entonces lo dejamos». Porque no tiene nada de especial ser cantante. Hay cosas bonitas que haces y que la gente te las devuelve con su cariño; pero no por eso pasa nada. Hay muchos médicos que salvan vidas y que te quitan una enfermedad mortal y no tenemos en esa estima a los médicos. Y un camarero, depende de cómo te sirva, puede hacer que tengas un día superbonito.

-Para muchos usted es su ídolo.

-Pero no soy yo, son las canciones. A mí no me conocen de nada. Les puedo hasta caer mal.

-Hace cuatro años decía que no se sentía artista. ¿Sigue pensando igual?

-Es que no sé exactamente lo que es ser artista. Si por artista se entiende cantar, Málaga y el mundo están llenos de artistas. Que se te conozca por eso... a lo mejor ya es más difícil. Yo me puedo sentir así cuando compongo o estoy en lo alto de un escenario, pero en general no. Soy una persona normal y corriente que desde hace unos diez años me dedico a cantar y a hacer canciones. Además, decido mil millones de cosas porque hace cuatro añitos que no tengo mánager. Pero me siento muy ridícula diciendo que soy una persona normal. Nadie va diciendo por ahí eso, es como si yo tuviera dos narices, cinco manos... ¡Es muy ridículo! (risas).

-Desde fuera parece que los músicos llevan una vida muy bohemia, con mucha furgoneta, sin horarios...

-¡Qué va! Yo llevo una vida normal y corriente, y tengo mucho horario. Pero soy mi jefa, y dentro de todo el ajetreo intento tener unos espacios en los que no volverme majara y que no todo mi día a día sea esto.

-En este tiempo de desconexión, ¿ha aprendido algo nuevo?

-En realidad de vacaciones estuve en 2010. ¡Qué alegría! Eso no lo había hecho en mi vida, es la primera vez que he estado un año de vacaciones. Pero no en Hawái, sino mucho en mi casa, a mi rollo, viendo a mis colegas, en los cumpleaños de mis sobrinos, en la playita... Muy relajada, muy tranquila, intentando airearme un poco. Pero en 2011 empecé a currar ya en las canciones. Aunque tampoco he estado de ocho de la mañana a doce de la noche... Cuando el día se te da bien, ¡no te levantes de la silla! Pero si no está, no está aunque insistas. Mejor que te des una vuelta o hagas otra cosa.

-Y el regreso, ¿no es ahora más difícil después de todo eso?

-La idea era tomarme un respiro para colocar la profesión en mi vida, que no me atropellen las cosas ni el trabajo. Ya no quiero ir con la lengua fuera. Y a la vuelta de todo eso tengo mucha ilusión, muchas ganas, un disco nuevo, estoy con la promo... pero con un ritmo que vaya conmigo. Antes cuanto más trabajo abarcara, mejor; pero me di cuenta de que llevaba un ritmazo que no veas y ya no me apetece no tener tiempo ni para leerme un libro. Es solo cuestión de equilibrios.

Más reflexión

-Le costó salir de una pena y escribió 'Lo mejor pa ti'. ¿Las penas si se cantan son menos?

-(Risas) Claro, como dice Manolo García, el que canta su mal espanta. Totalmente de acuerdo. Pero en 'Lo mejor pa ti' hay un todo de lo que se habla que abarca mucho, desde que te cueste salir de una pena, que estés preocupado porque a tu madre le pasa algo o puede ser que estés muy involucrado en el maltrato animal... Habla de todo eso.

-En este disco se muestra más reflexiva y menos reivindicativa.

-¡Sí! Vosotros sois los que váis poniendo definiciones a las canciones, al arte, al disco en general... Yo lo hago y ya está. Solo me planteo que el sonido sea de calidad, que las fotos estén bien hechas... Pero no me paro a pensar en el trasfondo. A ver, yo intento vivir y dejar vivir. Tampoco me gusta estar criticando al vecino y yo vivir a mis anchas. Prefiero mirarme yo y si hay algo que no me mole, trabajarlo desde mí, no desde el critiqueo. En mi vida personal, hoy me cuesta menos trabajo ser cañera cuando tengo que serlo, antes lo adornaba un poco más para no hacer daño a nadie. En la profesión sí que tengo más cuidado porque se puede entender de muchas maneras.

-Lo que diga lo escuchan muchas personas.

-Claro, y a partir de ahí pueden tener un concepto de ti como persona, sin conocerte de nada. Por eso hay muchas cosas en las que no me meto como cantante; pero si lo hablamos entre tú y yo te digo mi opinión de todo y muy claro. Como ciudadana tengo mi derecho a opinar, pero no me apetece que me critiquen y me señalen por la calle, yo quiero ir tranquila igual que cualquier otra persona, aunque sea Lamari de Chambao.

-Entonces, como ciudadana, ahora que se celebra el aniversario del 15-M, ¿qué opina?

-El movimiento y la iniciativa me parecen de puta madre. La gente tiene que moverse y protestar, siempre con coherencia y civismo. Lo único que me jode un poco es que se habla mucho de esto, incluso se celebra el aniversario, pero quien debe mover el culo por toda esta protesta no lo hace. Es como que no vale para nada... Y luego te dicen que vayas a votar porque tu voto es importante. ¡Si esto es una pantomima! Me parece una S.L. más.

-Hay saturación de crisis. Parece que no ocurra nada más...

-Yo no estoy en crisis, ni mi familia lo está. Hay paro, pero lo hay desde siempre. Desde que empezamos a trabajar los cuatro hermanos, siempre alguno ha estado en paro. ¿Que ahora hay muchas más familias jodidas? Es verdad, pero no es lo único que pasa en el mundo. Además, no tenemos ni idea de todo el trasfondo y todo el meneo de dinero que hay ahí. No tenemos información, la que nos llega es la que quieren que nos llegue. Hay mucha mentirijilla de por medio. Aunque tampoco es que esté desencantada de todo, para algo servirá...

-Usted siempre ha sido optimista.

-Y lo soy. Como te he dicho, yo no estoy en crisis. ¡Me niego a hablar de la crisis! Habrá gente que diga «claro, porque tienes pasta». Pero no estoy hablando solo de pasta. La crisis de la que quieren algunos que estemos todo el día hablando es para tener una ciudadanía más o menos depresiva. Porque cuando uno está así se le puede manejar mejor. Animo a la gente a que piense bien si sigue estando en crisis o no, no solamente teniendo en cuenta el paro.

Un lugar para escapar.

La Sierra de las Nieves.

Una manía antes de cantar.

Gritar. Se supone que es malo, pero es que no me sale calentar.

Algún tatuaje nuevo en estos dos años de retiro.

Todos estos ya los tenía, no me he hecho más. ¡Esto es un vicio! Gusta mucho.

Una virtud.

Cantar.

Un defecto.

Cantar (risas).

Un libro.

A cualquier edad, 'El principito'. ¡Me encanta!

Una comida.

Un gazpacho, que ya con este tiempo pega.

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