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IGNACIO LILLO
Lunes, 30 de abril 2012, 17:57
Unas pequeñas 'okupas' con el cuerpo cubierto de espinas se están apoderando de los jardines de las viviendas situadas cerca de parajes naturales y, sobre todo, en las urbanizaciones donde abundan los pinos. Los vecinos de zonas como Pinares de San Antón, Cerrado de Calderón y el camino de Colmenar, entre otros, conocen de sobra los efectos de la oruga procesionaria del pino, si bien durante esta primavera deben extremar las precauciones.
Y es que el pasado invierno, mucho más suave y seco de lo normal, ha hecho que al cambiar la estación se dispare la población de estos insectos, tal y como exponen desde la asociación Anecpla, que agrupa a las empresas de control de plagas. Muchos malagueños -y sus mascotas- han tenido ya la oportunidad de comprobarlo en primera persona, con dermatitis, lesiones oculares, reacciones alérgicas virulentas y urticarias. Ello ha provocado un aumento significativo de las consultas y las peticiones a expertos para erradicarlas de zonas habitadas.
Los meses de marzo, abril y mayo son los de mayor actividad de la 'Thaumetopoea pityocampa', y es habitual encontrarla marchando en hileras por el suelo; de ahí que haya que tener especial precaución con los animales domésticos. Para la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta, esta plaga supone un importante riesgo sanitario para los niños, que pueden intentar tocarlos para jugar: «La oruga procesionaria está rodeada de unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en la piel, en la nariz y en los ojos», explica. Peor es si se produce un contacto directo, porque estos filamentos se clavan y liberan un producto tóxico que genera una reacción alérgica. Por si fuera poco, los nidos de los gusanos debilitan los árboles en los que se instalan.
Los métodos de control para combatirla son la destrucción de los bolsones; el empleo de trampas de feromonas; la instalación de barreras físicas y el empleo de productos químicos. No obstante, esta experta explica que la elección de los mismos debe efectuarse valorando factores como el ciclo biológico en el que se encuentren los insectos; las condiciones ambientales; el nivel de infestación y la necesidad de minimizar el posible impacto sobre el medio ambiente, los animales y el ser humano.
Acudir a profesionales
Como en otros ámbitos profesionales, el del control de plagas tampoco escapa al intrusismo, por ello desde Anecpla recomiendan acudir a empresas homologadas, inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas/Biocidas; con personal técnico especialista y productos autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Para evitar la proliferación de estas molestas orugas cerca de las viviendas los propietarios deben mantener los árboles en un estado fitosanitario adecuado y revisarlos con frecuencia durante esta época. Si aparece algún nido habrá que evitar acercarse y entrar en contacto con el mismo, y acudir a un especialista en caso de observar ronchas e inflamaciones en las manos o en el cuerpo. Lo mismo ocurre con los perros: si se ven síntomas como inflamación del hocico y la cabeza, picores y abundante salivación será necesario recurrir al veterinario.
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