Estudian construir una nave con filtros para evitar los olores de la incineradora

La Consejería de Medio Ambiente ya dispone de un primer preestudio acerca del proyecto que se podría llevar a cabo en la planta incineradora para evitar los malos olores que desprende, especialmente cuando se produce la parada técnica anual que se prolonga por espacio de 21 días. En este sentido, el consejero, José Ángel Pérez Calabuig, adelantó a SUR que el proyecto está siendo elaborado por una empresa de Valladolid que ha propuesto en principio dos alternativas. La primera sería aplicar carbón activo y la segunda, instalar filtros, que parece ser la que ha tenido una mejor acogida. En este segundo caso, habría que construir una nave especial «donde se acumule toda la basura para que en ningún momento esté a la intemperie, que es lo que está pasando ahora», señaló Pérez Calabuig. Además de la nave, que sería lo más costoso, habría que instalar un sistema de filtros para que los malos olores no molestasen a los vecinos que viven en las inmediaciones de la planta incineradora.

Pérez Calabuig confirmó que este asunto ya se estudió cuando era consejero de Medio Ambiente Ramón Gavilán y se intentará que se pueda poner en marcha para el próximo año.

En estos momentos, cuando se produce la parada técnica de la incineradora, la basura se plastifica y se le colocan unos fardos para evitar que los lisiviados salgan, pero eso no puede evitar que el mal olor afecte a los vecinos de la zona, porque los restos están a la intemperie. «Si conseguimos cerrarlos en una nave y depurar los olores, ya no tiene que haber tantos», señaló el consejero.

Después de tres semanas parada, el pasado lunes 17 la planta incineradora empezó de nuevo a quemar la basura acumulada, pero no se pondrá al día hasta al menos dos o tres meses.