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El ruso Vladímir Ladyzhenski, a la izquierda, y el finlandés Timo Kaukonen resisten un calor inhumano en la final del campeonato del mundo de sauna en Heinola, donde el primero se dejó la vida. :: EFE
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Morir escaldado

Vladímir Ladizhenski fallece durante la final del mundial de resistencia en sauna celebrado en Finlandia

RAFAEL MAÑUECO CORRESPONSAL

Lunes, 9 de agosto 2010, 03:42

Los cerca de 40 grados de temperatura que se vienen registrando en Moscú y otras zonas de Rusia en las últimas semanas son poco para el ex campeón del mundo de lucha grecorromana, Vladímir Ladizhenski, de 62 años de edad. Prefirió poner a prueba su organismo participando en el campeonato mundial de resistencia en sauna, que se celebra cada año en la localidad finlandesa de Heinola, y murió en el intento.

Su familia está consternada y exige una investigación, ya que considera que el veterano deportista tenía una salud de hierro y su muerte sólo pudo deberse a un fallo en el sistema de calentamiento del vapor. Los organizadores, sin embargo, sostienen que «todo funcionó correctamente, se respetaron las normas y se hizo en presencia del personal médico que exige el reglamento».

Pero algo debió ir realmente mal. El campeonato se celebra en Heinola desde 1999 y nunca antes había tenido un desenlace tan trágico. Tras varios días de competición, en la que participaron centenar y medio de aspirantes de ambos sexos, procedentes de 15 países, quedaron seis concursantes. A la dramática final, celebrada el viernes, pasaron Ladizhenski, que en 2009 obtuvo el tercer puesto, y el finlandés Timo Kaukonen, vencedor en la edición del año pasado y también en las de 2003, 2005, 2006 y 2007.

Los dos finalistas deben entrar en la sauna cuando la temperatura de ésta alcanza los 110 grados centígrados y pierde el que no puede aguantar más y sale primero al exterior. Cada 30 segundos, los jueces echan agua sobre piedras incandescentes, logrando así que aumente la temperatura y la humedad en el interior de la sauna.

A los seis minutos, Kaukonen empezó a tambalearse y su adversario perdió el conocimiento. Los dos fueron extraídos de la sauna con severas quemaduras en todo el cuerpo y trasladados a un hospital en la ciudad de Lahti. Ladizhenski falleció poco después y el finlandés continúa internado, todavía en estado grave.

Choque térmico

En la víspera del torneo, el fallecido, natural de la ciudad siberiana de Novosibirsk, admitió a la prensa de su país que soportar 110 grados más de cuatro minutos «es muy difícil», y bromeó comparando la sauna finlandesa con el baño ruso, en el que, dijo, «es más agradable sudar porque es más húmedo». En invierno, tanto en Rusia como en Finlandia, es común entre los asiduos a la sauna calentar el cuerpo al máximo y salir después a rebozarse en la nieve. El choque térmico se compensa con una generosa dosis de vodka bien fría. Pero algo así no se puede hacer en verano.

En estos momentos, la Policía finlandesa investiga el incidente y las autoridades locales ya han dado a entender que el peculiar campeonato no volverá a celebrarse, al menos en Heinola. Han salido escaldados.

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