

Secciones
Servicios
Destacamos
FRANCISCO GUTIÉRREZ
Viernes, 18 de junio 2010, 04:08
Este fin de semana la localidad cordobesa de Cabra se hace gitana para celebrar una típica romería en la que payos y gitanos comparten la devoción hacia la virgen de la Sierra. Esta romería, popularmente conocida como la romería nacional de los gitanos y declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1999, se celebra en honor a la virgen de la Sierra cada tercer domingo de junio desde el año 1969, y a lo largo de los años se ha convertido en lugar de encuentro, casi obligado en el calendario, al que acuden gitanos de toda España.
En la víspera, los romeros acampan en los alrededores del santuario para ofrecer a la patrona de Cabra, la Majarí Kalí, cantes y ofrendas florales.
La misa es el acto central, en la que participan romeros, payos y gitanos, y tras la cual se procesiona la venerada imagen a hombros de los costaleros, rodeada de vítores y cánticos. Es tradicional cantarle a la virgen la 'alboreá', popular canción de las bodas gitanas que exalta la virginidad de la mujer. Una vez que la virgen vuelve al Santuario, los romeros continúan la fiesta. La celebración termina con el rezo del santo rosario, que sirve como despedida de los peregrinos antes de iniciar el camino de vuelta a sus hogares.
La localidad de Cabra se encuentra al sur de la provincia de Córdoba, en las estribaciones de las Sierras Subbéticas, en un paisaje que presenta amplias zonas de olivar, huertas en los alrededores de la ciudad y una gran zona de sierra, incluida en el Parque Natural de la Sierra Subbética, que presenta un relieve de fuertes elevaciones calizas y valles poblados de encinares y quejigales, y álamos blancos en las riberas de los cursos de agua.
Oasis en la campiña
La ciudad de Cabra se presenta al visitante como un pequeño oasis en medio de una gran campiña, formando un conjunto señorial, limpio y cuidado; repleto de edificios, calles, y lugares de interés como el castillo y la iglesia barroca de la Asunción, que conserva la planta de una mezquita, la Puerta del Sol, y numerosas casas señoriales.
Destaca el arte barroco, presente en muchos de sus edificios históricos. Así, la La Iglesia conventual de las Escolapias está ubicada en el convento-colegio de las mismas. Construido sobre los restos del antiguo castillo, data de 1649. Se sitúa en la parte alta del barrio de la Villa, y sobre la que también fuera casa-palacio de los duques de Sessa y condes de Cabra. Se trata de un templo de traza sobria. Su retablo mayor captará nuestra atención pues lo constituye un conjunto pictórico formado por ocho lienzos, siendo el central obra de Juan de Valdés Leal.
La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles ocupa el centro de la plaza de la Villa vieja. Es de origen medieval y fue construida por los hermanos de Calatrava sobre una antigua mezquita musulmana que pasó a ser dedicada a Santa María de los Ángeles en 1241, fecha de la conquista de la ciudad por Fernando III. El interior cuenta con cinco naves organizadas por hileras de arcos peraltados sobre 44 columnas de mármol rojo y cubiertas por bóvedas de cañón.
Paseando nos encontramos con la Iglesia de S. Juan de Dios. Aunque su fundación data del s. XVI, la estructura fundamental es del s. XVII. Estuvo anexa al convento regido por los hermanos de la Orden hasta 1835. La portada, labrada en piedra, sobria, presenta la imagen de S. Juan de Dios.
Santo Domingo de Guzmán fue el primer convento de Cabra, fundado en 1550 a partir de una pequeña ermita, llamada de la Doctrina, de principios del s. XVI. La obra actual refleja la huella de las reformas de distintas épocas, en especial la segunda mitad del XX que recupera el retablo mayor con la talla de Santo Domingo.
También se puede visitar la casa de Juan Valera, destacado escritor nacido en la ciudad. Ubicada en la avenida José Solís, y con su elegante fachada en piedra caliza, constituye el origen de una ruta por lugares relacionados con la vida del escritor. En la planta baja presenta dos dependencias donde se pueden encontrar numerosos datos sobre la figura de don Juan, constituyendo un pequeño museo que recrea el despacho del escritor.
Vía verde
La Naturaleza juega un papel fundamental en la oferta turística de Cabra. En este sentido, el proyecto conocido como vía verde utiliza el antiguo trazado del ferrocarril del aceite para establecer una ruta senderista o practicable mediante sencillos medios de locomoción como caballo o bicicleta y que permite ir desde Puente Genil hasta Jaén.
En Cabra está ubicado el centro de interpretación de esta iniciativa y es uno de los principales puntos de incorporación al circuito. La antigua estación de ferrocarril se ha convertido en un museo donde se recrea este antiguo ferrocarril y su relación con los campos de olivos. El recorrido por el término municipal de Cabra ofrece paisajes de singular belleza, trincheras, cuevas al pie de la vía, olivares centenarios, puentes de colosales dimensiones y el único túnel de esta vía.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El Cachorro entrega a Roma la procesión de todos los tiempos
ABC de Sevilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.