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Un mes después del comienzo de la temporada, el Unicaja no termina de carburar. El encuentro ante el Joventut, saldado con derrota, escenificó algunos de los males que están lastrando el despegue del equipo, que es duodécimo en la clasificación.
Sin entrar en estadísticas avanzadas, lo que más llama la atención del cuadro cajista son los problemas para anotar. En Badalona se quedó en 65 puntos, después de haber anotado siete en el primer cuarto y 25 en toda la primera mitad. No es la primera vez que el Unicaja escenifica estas dificultades para acertar cara al aro rival. En la Liga Endesa han sido varios los partidos en los que se quedó en 11 o 12 puntos en un cuarto. DE hecho, en sólo una ocasión pasó de los 73 puntos, en la derrota ante el Baskonia en la jornada inaugural (89).
Después de cinco encuentros en la ACB, el cuadro malagueño tiene el tercer peor ataque de la competición, con una media de 73,6 puntos, sólo dos más que el Girona, que es el peor. Se trata de un producción ofensiva pobre para una plantilla, que aunque ha ganado en físico y dureza, cuenta con jugadores capaces de anotar con cierta facilidad.
Triples Tercer peor porcentaje de la Liga con un 30% de eficacia. Lanza una media de 28 por partido, el cuarto que más.
Puntos Anota una media de 73,6, la tercera peor de la competición, sólo dos puntos más que el último, el Girona.
Tiros libres Último. El que menos lanza y el que menos anota (9,6).
Pérdidas Otro dato malo. El quinto que más balones pierdes en lo que va de temporada, 15,8 por partido.
Rebotes También entre los peores, decimoquinto con una media de 32,6 rechaces por partido.
¿Qué le está pasando al Unicaja entonces? Una explicación puede ser ese abuso del triple en su juego. El conjunto que entrena Ibon Navarro es el cuarto que más tira de tres puntos con una media de 28 triples por partido, pero por contra es el tercero peor en acierto (30%). Se trata de un porcentaje bajísimo. Ante el Joventut lanzó la friolera de 34 tiros de tres, su tope hasta el momento esta temporada, pero sólo anotó dos.
Con tantas posesiones finalizadas desde la línea de tres, es evidente que su juego interior pierde mucho protagonismo, aunque la realidad es que hasta el momento no lo ha tenido en ningún partido de la Liga. Es decir, no existe un equilibrio.
Con el recurso del triple, el juego cajista es poco incisivo. Hay pocas penetraciones y, por lo tanto poco contacto para forzar personales, algo que también sufren los pívots. El resultado es que el Unicaja es el equipo de la Liga Endesa que menos va a la línea de personal, sólo 14,2 tiros libres de media. Encima, tiene el segundo peor porcentaje de la competición, un 67%, lo que agrava los problemas para sumar puntos por la vía más fácil que hay en el juego. Es cierto que el Unicaja es el mejor equipo de la competición en recuperaciones (12,8), pero no las rentabiliza como sería deseable, en parte porque es de los que más pérdidas comete (14,6). Casi, lo comido por lo servido....
Todavía es relativamente pronto, pero el Unicaja debe corregir esta tendencia de su juego cuanto antes. Hasta ahora, su sólida defensa, la cuarta mejor de la Liga, le ha permitido competir, no encajar derrotas abultadas y sumar dos triunfos, pero la competición avanza y en breve habrá que echar cuentas para la Copa del Rey.
En la Champions, donde el nivel es inferior, el Unicaja sí se ha mostrado más efectivo cara al aro, con gran acierto además desde la línea de tres (14/29 frente al Sassari y 12/23 ante el Dijon) y anotando 87 y 88 puntos.
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