Borrar
En la fila superior, Leo Garrido, Bernardo Rodríguez, Ángel Gutiérrez, Pedro Lanzat, Armando Nougués, Ángel Álvarez, Ángel Simón, Paco Mayo, José Aranda y Francis Pérez Urbaneja; en la siguiente fila, Juanma Rodríguez, Antonio Campaña, Fernando Corrales, Eduardo Ramírez, Juan Luis Roquero, Jacinto Castillo, Paco Alonso, Alfonso Portillo, Salva Gallar; más abajo, de izquierda a derecha, Carlos Cabezas (padre), Gino Bermúdez, José Luis González, Joaquín Gallardo ('Guachi'), Luiso Díaz, José Luis Muñoz Ortega, Alfonso Queipo de Llano y Pedro Ramírez; y en la fila inferior, Manolo Cabrera, José María Martín Urbano, Juan Rabaneda, Paco Ramos Llorca, Juan Zafra, Manolo Jato, José Romero, Santi Santamaría y Rafa Pozo. FRANCIS SILVA Vídeos: Pedro J. Quero

Pioneros del baloncesto en Málaga: la llama de los precursores sigue viva

Los exjugadores más veteranos del baloncesto en Málaga subrayan durante una comida su valor como pioneros de este deporte en la ciudad

Sábado, 23 de octubre 2021

Comenta

Fue un espléndido mediodía del 'veroño', sólo deslucido por el viento de poniente que obligó a los camareros a liberar algunas mesas expuestas al embate de las olas contra el Balneario. Qué mejor lugar que los Baños del Carmen para una de las reuniones del grupo de precursores del baloncesto en Málaga. Llevaban desde antes de la pandemia sin verse. Sexagenarios, septuagenarios y hasta algún octogenario para recordar 'batallas', interesarse por el estado de salud, y analizar el presente del Unicaja, en una temporada con cambios institucionales y un afán declarado por reverdecer laureles.

La llama de los hombres que pusieron la semilla del baloncesto en Málaga sigue muy viva. Se han registrado bajas significativas, como las de Otto Jiménez del Nido, Evaristo Chacón o un más joven Damián Caneda, cuyo hijo regenta precisamente ahora el restaurante del balneario en el que se dieron cita para el almuerzo y unas cervezas.

Varias ramas se dieron cita. Por un lado, los mayores eran los que fueron exjugadores de la sección de baloncesto del Club Deportivo Málaga, vigente entre 1964 y 1975. Como recuerda Rafa Pozo, el encargado de organizar estas reuniones, «en el descanso de los partidos del Málaga me giraba la cabeza desde la grada de Fondo para ver el baloncesto», con la pista situada en el actual Anexo, hoy un campo de hierba de medidas no totalmente reglamentarias para el fútbol. Otra 'familia' era la de los jugadores surgidos de El Palo, y otra, la más joven, la del Guadaljaire o primer Caja de Ronda.

Furgoneta de una pescadería

Entre los 36 congregados sobresale un nombre, el del decano, Alfonso Queipo de Llano, dirigente, también jugador y hasta entrenador de los primeros 'embriones' del baloncesto de élite en la ciudad (vídeo de sus declaraciones). «En aquellos tiempos tan difíciles de los sesenta, que empezamos con el Ademar de Maristas y, luego, el Club Deportivo Málaga, lo más pintoresco eran nuestros viajes. Lo mismo lo hacíamos en una furgoneta de pescadería de un socio mío. Íbamos a Badajoz, que se podía tardar siete horas, oliendo a pescado y sentados en unos banquillos. Luego fuimos en la 'furgo' llamada 'Un rayo de sol', de Juan Flores, padre de Marisol. También subimos Piedrafita del Cebreiro con nevada y sin cadenas...»

El exentrenador del Málaga Manolo Jato, otro de los más mayores en la comida, recordó la indisciplina de los jueces. «Una vez tuvimos un árbitro que entró en el vestuario y dijo: 'Estad todos muy tranquilos porque este partido lo tenéis ganado'», contó sin aclarar quién y en qué choque. «Teníamos un grupo extraordinario. Los cogí a todos desde los 15 años. Y Fernando Corrales fue a la selección B española y Arturo Ruiz Meliveo, a la júnior», añadió.

Joaquín Gallardo 'Guachi' fue otro gran referente de la época. Un pívot... de 1,86 metros. «La diferencia entre aquel baloncesto y el actual es como del día a la noche. En aquellos tiempos te comprabas unas botas y, jugando en el asfalto y el hormigón, te hacías boquetes. Como no había dinero para más, le metías un cartón, Ahora unas botas no sé lo que valen... Nunca me he ganado un duro con el baloncesto y ahora...».

Otro grande fue Paco Ramos Llorca, que destaca ahora, con la perspectiva que dan varias décadas desde que colgó las botas, que «lo que tienen los niños de hoy deben agradecérselo a unos locos». «Tardábamos seis horas en llegar a Granada», recuerda, donde se jugaban los partidos de más rivalidad.

Las aventuras viajeras

Precisamente de una fase de ascenso a Segunda en Granada, con el Caja de Ronda, Paco Alonso (padre del actual escolta 'cajista' Francis) rememora ahora que le aconsejó hacer «dos hombres y tres en zona» a Alfonso Queipo de Llano contra el peligroso Lliria de Ferrandis y Enguidanos, entrenado por Isma Cantó. «Ganamos y bien», añade orgulloso en el germen de su vocación de entrenador.

Los viajes son pasto de muchas anécdotas, como una de Fernando Corrales. «Un día que jugábamos en Almería íbamos en autobús y paramos en Motril para estirar las piernas y correr un poco. Por la carretera vimos venir seis vacas muy grandes y me aparté un poco, y pronto vi que seguían detrás de mí por un camino por el que me metí y ya venían al galope. Era increíble y me tuve que meter en una casa del pueblo para que pasaran del susto».

Hasta seis décadas después de conocerse, los históricos del baloncesto local se reúnen varias veces al año para comer

Jacinto Castillo, creador del Mayoral Maristas, rememora una buena odisea en un intransitable Puerto de la Mora (Guadix) de vuelta de jugar en Cartagena. Viajaron cuatro jugadores (grandes de talla, de por sí) en un Seat 600. «Eran las diez de la noche y no habíamos cenado. Nos quedamos en la gasolinera y la alimentación se había agotado. Guachi se ligó a la camarera y nos buscó algún bocata... Al final llegamos a las ocho de la mañana, pues nos volvimos a Almería, y de ahí a Málaga por la Costa, con un frío del carajo y calentándonos con los calcetines usados en los partidos... Nada que ver con lo que se hace hoy».

Precisamente eso es lo que subraya Rafa Pozo, el empuje de los pioneros: «Cuando empecé se jugaba en canchas de cemento o recintos al aire libre. En la de El Palo gastamos hasta seis o siete pares de zapatillas cada uno. Las veías por fuera buenas, pero por debajo tenían agujeros grandes. Cuando te caías te hacías polvo la rodilla y todo. Afortunadamente, las nuevas instalaciones han sido creadas por el empuje del baloncesto. Todos los clubes iban empujando (la primera gran pista fue la de Tiro de Pichón). Hasta en el Carpena ha habido lista de espera, porque se llenaba. La evolución ha sido increíble».

Otro padre de otro legendario jugador, Bernardo Rodríguez (su vástago, Berni) pone el acento en los valores humanos de los diferentes conjuntos pioneros en Málaga: «Lo que recuerdo con más cariño son las reuniones y comidas con el equipo cuando viajábamos. Se demuestra todo en que tantos años después aún seguimos reviviendo estos momentos» «Que el vínculo se haya mantenido hasta sesenta años es extraordinario», concluye José María Martín Urbano.

Camisetas de época y exjugadores saludándose antes de la comida. FRANCIS SILVA

El Unicaja invita a los veteranos al antepalco frente al Barça

Dentro de su política actual de tener presencia de la esfera deportiva, económica o social de la ciudad, el Unicaja ha invitado a una nutrida representación de los más veteranos exjugadores malagueños al duelo de mañana (18.30 horas, #Vamos) de la Liga Endesa ante el Barça. El presidente de la entidad de Los Guindos también asistió al almuerzo (se incorporó con algunos minutos de retraso), así como su director deportivo, Juanma Rodríguez. La presencia del germen del baloncesto en Málaga se suma a fotos históricas, como la de la primera jornada con expresidentes de la entidad, o la celebrada con una representación de la Agrupación de Cofradías o el medallista olímpico en Tokio Damián Quintero.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Pioneros del baloncesto en Málaga: la llama de los precursores sigue viva

Pioneros del baloncesto en Málaga: la llama de los precursores sigue viva