El Infierno Verde se estrena en la caldera del Martín Carpena
Nace una nueva peña del Unicaja que quiere crecer junto al equipo y ayer ya se dejó notar en el recibimiento al equipo antes del partido
Todo nacimiento debe ser celebrado como se merece y la familia 'cajista' está de enhorabuena porque crece su masa social en forma de nueva peña, cuyo nombre, Infierno Verde, está acorde a la caldera del Martín Carpena. Su estreno no podía tener fecha tan señalada, en el partido 500 del cuadro malagueño en competición europea y en la semifinal de la 'Final Four' de la Basketball Champions League. Acompañado por los incombustibles Mihitas, este grupo de amigos y casi siete mil almas más hicieron arder emocionalmente un pabellón que vibró como nunca ante este acontecimiento histórico y que terminó decepcionado como siempre que se juega un título en casa. Es una maldición la que persigue al Unicaja en su historia.
Presidido por Francisco Peinado, y con Luis Francisco Sánchez de vicepresidente y Antonio Martín de tesorero, Infierno Verde está compuesto por 38 miembros que ya han pagado su primera cuota de 15 euros mensuales para el fondo necesario para inaugurar próximamente su nueva sede. Ayer se hicieron notar en el recibimiento al Unicaja que le tributaron a su llegada al Carpena dos horas antes de enfrentarse al Telekom Bonn, cuando mil personas se reunieron en la explanada de la bocana lateral para darle la bienvenida en el autobús que le traía del hotel de concentración en Benalmádena.
Fue uno de los momentos emotivos de una tarde espectacular por el ambiente creado en torno a este torneo de la FIBA que reúne en Málaga a 1.500 aficionados del Hapoel Jerusalén, 450 del Telekom Bonn y 365 del Lenovo Tenerife, además de congregar en el Martín Carpena a casi siete mil seguidores del Unicaja, que ejerce de anfitrión.
Del sueño a la pesadilla
«Llevo dos noches soñando con el partido frente al Telekom Bonn, es que no puedo quitármelo de la cabeza», reflexionaba cerca de la barra instalada en la puerta principal del Palacio mientras esperaba al equipo un miembro de Los Mihitas, encantados de que Infierno Verde se sume a la causa en esta temporada histórica que ha devuelto la ilusión a una afición «después de tantos años de desengaños y decepciones», apuntaba Decano, 'nick' de uno de los veteranos, que para terminar espetó: «El de este año sí es el espíritu de Ciudad Jardín, lo hemos recuperado».
Si el ambiente previo preveía una tarde memorable, lo vivido luego en las gradas fue inolvidable, primero con los israelíes celebrando por todo lo alto la victoria de su equipo frente al Lenovo Tenerife, y los alemanes sumándose a este sorprendente triunfo para recibir luego ellos el apoyo frente a la marea verde que conquistó el Carpena con sus cánticos. Cuando el Telekom Bonn saltó a la pista a calentar fue la primera vez que se notaron el medio millar de alemanes que vestidos de blanco habían venido a animar a su equipo. Durante el partido no cesaron de animar a los suyos. Pero la afición malagueña no estaba dispuesta a dejarse silenciar en un encuentro largamente esperado, pero que no fue correspondido por el juego de un equipo que solo dominó el marcador 8 minutos. El sueño de ese aficionado tornó en pesadilla.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
