Histórico título de Pablo García en México con el Abejas de León

Mientras toda España dormía, en México soñaban despiertos y en Málaga se frotaban los ojos con la gesta protagonizada por el entrenador paleño Pablo García, que ha llevado al Abejas de León al título de Liga de baloncesto, una hazaña que no tiene precedentes en el país azteca, ya que este club modesto (noveno presupuesto de diez participantes) hasta esta temporada solo se había clasificado una vez para el 'play-off' y en su segunda participación, ambas con el actual técnico, ha alcanzado su primera final y la ha ganado. Todo un récord de precocidad para un preparador de trayectoria meteórica. Ya es el entrenador más joven de la historia en ganar el título.

Hace un lustro, Pablo García hizo las maletas para emprender la aventura de su vida. Recaló en los Soles de Mexicali como ayudante del tinerfeño Iván Déniz, donde permaneció cuatro temporadas con un balance de dos títulos de Liga. Hace apenas 18 meses le surgió la oportunidad de ser primer entrenador, en las Abejas de León, y condujo al equipo de Guanajuato a su primera clasificación para el 'play-off', con el añadido de ser designado mejor entrenador de su conferencia (al estilo de la NBA). Terminada la Liga, a comienzos de este año el Marbella lo eligió para dirigirlo en LEB Plata y el 17 de junio volvió a México, junto a los malagueños Carlos Alonso (su ayudante) y Miguel Aguilar (fisioterapeuta) para continuar su labor en León, batiendo menos de cinco meses después todos los registros del club con hitos históricos, el mayor de ellos, el Campeonato en el país azteca. Algo impensable semanas atrás.

Cuarto en la fase regular, se enfrentó a Libertadores de Querétaro, al que superó por 4-2, y en la final de zona venció por un rotundo 4-0 a Dorados de Chihuahua, que había sido segundo durante la temporada. Durante nueve días esperó rival en la final, que fue finalmente los Astros de Jalisco, el mejor equipo durante la campaña, pero que se vio superado de cabo a rabo por unas Abejas de León que puso la guinda a este sueño con otro 4-0 sin paliativos. Es decir, diez victorias consecutivas para levantar un trofeo que llevó la euforia a una ciudad ávida de éxitos y que nunca había celebrado un título de baloncesto, ya que en fútbol y béisbol sí habían subido a lo más alto del podio.

Además quedará para la historia el hecho de ser el primer equipo que se proclama campeón ganando los últimos ocho partidos, es decir 4-0 en la final de zona (lo que en España sería la semifinal) y 4-0 en la final de la Liga. Otro hito en el haber del malagueño.

Pablo García y Carlos Alonso han formado un tándem perfecto desde que se conocieron en la cantera del Unicaja y han redondeado su trabajo con el mayor de los éxitos. Nacido el 8 de mayo de 1989 en El Palo y licenciado en Derecho, García vive un carrusel de emociones desde que hace siete años, para complementar su trabajo en las categorías inferiores de Los Guindos, ponía copas en un bar de la Plaza Mitjana, donde conoció a su actual pareja, Amparo. Ahora se ha convertido en el entrenador de moda en México y con un futuro esplendoroso dados los elogios recibidos gracias a una gesta inédita en un país donde hay mucha diferencia de presupuestos y el de León es de los más modestos de la Liga. De ahí su irrupción en el panorama internacional que le va a abrir muchas puertas para la próxima temporada.

Los más antiguos del lugar asemejan esta gesta a la protagonizada por Javier Imbroda en el Unicaja, cuando en 1995 un equipo de Madrid para abajo, como se decía entonces, alcanzaba por primera vez la final de la Liga ACB. Las coincidencias entre el conjunto malagueño y las Abejas de León son numerosas, empezando por la modestia de los clubes, lo inesperado del éxito y la repercusión posterior, además de jugar en pabellones muy similares, ya que Ciudad Jardín y el Domo de la Feria parecen calcados, y con idéntico aforo, y por primera vez registró un lleno sin precedentes que envolvió a la ciudad en un halo de euforia no visto hasta entonces.

El cuarto y último partido de la final se desarrolló por cauces imprevistos, aunque la emoción fue el denominador común toda la final. Los Astros de Jalisco aprovecharon la presión de los locales para adquirir una renta de ¡18 puntos!, pero las Abejas habían enjugado la diferencia al descanso en un partido de ida y vuelta que encendió el pabellón. Fue un toma y daca hasta que a falta de tres minutos los locales sentenciaron provocando el delirio (79-72). El MVP fue para Mike Smith, pero el mejor en estos 40 últimos minutos fue Erik Thomas, que anotó 28 puntos con un porcentaje pocas veces visto del 78% de acierto en el tiro (incluidos tres triples sin fallo) para una valoración de 35.

«Mi padre estaría muy orgulloso de mí», fueron las primeras palabras de un Pablo García que no encontraba consuelo tras el éxito al recordar a su progenitor fallecido el pasado mes de febrero. LLoraba de emoción y de felicidad, la que llevó a una ciudad que lo festejó hasta la madrugada. De hecho, todo el país se congratuló del triunfo de la humildad y de la modestia. Desde ayer es Pablo García I de México.

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