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PlayStation 5 y Xbox Series X, los buques insignia de Sony y Microsoft.
PlayStation 5 y Xbox Series ya son una realidad

PlayStation 5 y Xbox Series ya son una realidad

Sony y Microsoft ultiman sus nuevas consolas. Se acerca una guerra entre los juegos exclusivos y los servicios de suscripción

Iker Cortés

Madrid

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Sábado, 19 de septiembre 2020, 19:03

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Con la presentación que el pasado miércoles realizó Sony, la mayor parte de las cartas se han puesto sobre la mesa. La nueva generación de consolas ya tiene características, fecha y precio de lanzamiento. Y ha costado, porque el atípico año, sembrado de incertidumbre a causa de la covid-19, ha cambiado la estrategia de dos de los grandes del sector, que en lugar de fiarlo todo a una gran presentación, han ido dosificando los detalles sobre las cuatro máquinas que llegarán en noviembre al mercado.

Sí, son cuatro porque tanto Microsoft como Sony han apostado por una gama alta y una gama media para facilitar el acceso a esta nueva generación de consolas a un precio más bajo, si bien el planteamiento de ambas difiere bastante. Microsoft ofrece una consola recortada a un precio muy contenido, mientras Sony lanza la misma consola, solo que sin el lector de discos y bajando el precio final cien euros.

Lo justo, porque fue la primera en calentar motores -también la que más lo necesitaba-, es empezar por Microsoft. Los de Redmond llegan a este ciclo con energías renovadas pero tras un varapalo importante. Xbox One nunca terminó de funcionar bien y gran parte de la culpa fue una estrategia inicial errónea, que se centró mucho en la máquina como dispositivo enfocado al disfrute de la televisión -algo que en EEUU podía tener sentido, pero no en otros países donde la televisión por cable está menos asentada-. Era, además, la consola menos potente y salió de partida cien euros más cara porque venía con Kinect, una cámara con sensor de movimientos y micrófono que iba a cambiar nuestra forma de relacionarnos con la máquina. No cuajó y seis meses más tarde, Kinect, que se había vendido como indispensable, ya no era obligatorio. ¿El resultado? La compañía dejó de dar las cifras de ventas de su consola, que palidecían frente a los más de 112 millones de unidades que Sony ha puesto en circulación de PlayStation 4.

A finales de 2014, Phil Spencer entraba a dirigir la división de Xbox con un objetivo: volver a poner los videojuegos en el centro de la experiencia. Una estrategia que ha pasado por el lanzamiento de la consola más potente hasta la fecha, Xbox One X, la adquisición de nuevos estudios para desarrollar videojuegos -la falta de juegos exclusivos ha dañado la imagen de la marca-, la apuesta por la retrocompatibilidad -todas las máquinas nuevas son compatibles con los catálogos anteriores- y el lanzamiento de Game Pass, un servicio de suscripción que por 9,99 euros da a acceso a una lista de más de cien juegos, incluidos todos aquellos que lanza Microsoft Studios al mercado el día de su salida.

La Xbox Series S.
La Xbox Series S.

Es un movimiento arriesgado, quizá fruto de la desesperación, pero han creado un ecosistema muy atractivo de cara al jugador que ahora debe ser apuntalado con sus dos nuevas consolas, Xbox Series X y Xbox Series S, que llegarán al mercado el 10 de noviembre. La primera es el buque insignia de Microsoft. Se trata de una consola, de diseño elegante y refinado, que recuerda a un mini-PC por sus dimensiones (301mmx151mmx151mm), y aloja en su interior una CPU Zen 2 personalizada de 8 núcleos a 3,8 GHz y una GPU que alcanza los 12 teraflops a 1,825 GHz con RDNA 2 personalizada, 16 GB de RAM, disco duro SSD NVME personalizado de 1 TB y un lector de Ultra HD blu-ray. A 499 euros, es una bestia parda que apunta a ejecutar con soltura juegos a resoluciones 4K y hasta 120 frames por segundo. Xbox Series S sería, en cambio, una versión recortada a 299 euros y sin lector. Con una CPU un poquito más lenta, es en la GPU, que desciende hasta los 4 teraflops, la RAM, que pierde 6 GB, y el disco duro, que se queda en 512 GB, donde encontramos las grandes diferencias en una máquina que apuntaría a las resoluciones 2K y los 60 frames por segundo. Obligados los desarrolladores a que todos los juegos sean compatibles con ambas consolas, cabe preguntarse si la Series S podría lastrar técnicamente a la Series X.

PlayStation 5, una consola menos potente

Sobre el papel, PlayStation 5, aunque apunta también a los 4K y los 120 frames por segundo, es menos potente que Series X. Disponible a partir del 19 de noviembre en España, a un precio de 499 euros -la Digital Edition cuesta 399-, monta una CPU Zen 2 personalizada de 8 núcleos a 3,5 GHz y una GPU que alcanza los 10,3 teraflops -ahí está la gran diferencia- a una frecuencia variable de hasta 2,23 GHz con RDNA personalizada, 16 GB de RAM y un disco duro de 825GB NVME SSD personalizado, en el que Sony ha centrado gran parte de la promoción, pues va más rápido que el de la competencia. Más llamativas son las extrañas formas y dimensiones (390mmx104mmx260mm) de una consola a la que hacerle hueco en el salón va a ser más complicado. La compañía ha rediseñado, por fin, el mando -Microsoft no lo necesitaba porque ya es perfecto-. DualSense es más grande e introduce un sistema de respuesta háptica y unos gatillos adaptativos que ofrecen diferentes niveles de resistencia programables. Como respuesta al Game Pass, Sony también ha presentado PlayStation Plus Collection, «un beneficio añadido» para los suscritos al servicio online de la compañía que suma un catálogo de clásicos de PS4, descargables desde el primer día. Se entiende que gratuitos, aunque no han dado más detalles al respecto. Y en cuanto a la retrocompatibilidad, la compañía ha asegurado que el 99% de los juegos de PlayStation 4 podrán correr en la nueva máquina, si bien no han detallado en qué condiciones ni cómo. No está mal pero se queda muy lejos de lo que ofrece Microsoft.

La PlayStation 5 Digital Edition,
La PlayStation 5 Digital Edition,

Así las cosas, son dos aproximaciones muy distintas al mundo del videojuego: Microsoft pone en valor un servicio de suscripción, por lo menos hasta que los estudios adquiridos presenten resultados -'Halo Infinite', 'Fable' y 'Forza Motorsport' son las grandes promesas-; Sony, una imagen de marca y la fuerza de un par de juegos exclusivos potentes de lanzamiento como son 'Spiderman: Miles Morales', que también saldrá en PlayStation 4, o 'Demon's Souls' y la promesa de un 'God of War: Ragnarok' en 2021.

Por el camino, por cierto, se aprecia una subida de 10 euros en los precios de los juegos que en PlayStation 5 se ha materializado en los 79,99 euros por título y que en Xbox Series parece estar aún en el aire.

Vídeo. El evento de Sony.
Vídeo. El evento de Microsoft.

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