El nuevo fiscal jefe de Málaga inicia su mandato exigiendo más medios
Juan Calvo-Rubio, con una dilatada carrera a caballo entre Málaga y Córdoba, estuvo acompañado este martes del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en su toma de posesión
Más medios para un área judicial compleja. Ese es el principal deseo y la máxima reivindicación del nuevo fiscal jefe de Málaga, que tomó posesión ... este martes bajo la atenta mirada de Álvaro García Ortiz, el fiscal general del Estado. Juan Calvo-Rubio, un hombre con una dilatada carrera a caballo entre Málaga y Córdoba (ya ha sido fiscal jefe en esa provincia) es desde ya el máximo responsable del Ministerio Fiscal en Málaga; un mandato en el que, aseguró, pretende destacar la institucionalidad de la Fiscalía.
«Se puede compaginar experiencia e ilusión», dijo de sí mismo Calvo-Rubio, que durante su discurso -en el que estuvieron presentes todos los representantes de la sociedad civil, la política y la judicatura- admitió que se habían dado las «circunstancias» para que pudiera volver a ser fiscal jefe, un extremo que en principio parecía descartado. «Culminar esta larga carrera en Málaga me supone un gran reto que afronto con ilusión. La Fiscalía está formada por un gran elenco de profesionales y ello lo hará todo más fácil», añadió en un acto que estuvo amadrinado por la fiscal general de Andalucía, Ana Tárrago.
En términos específicos, Calvo-Rubio insistió en la importancia de lo que llamó «recuperar la institucionalidad» del Ministerio Fiscal, un hecho que iría íntimamente ligado a la capacidad del mismo. «A veces intentamos con nuestro trabajo tapar la carencia de medios», afirmó sobre algo de lo que habría que huir. A su juicio, la Fiscalía es un pilar fundamental en el Estado de Derecho. «Somos funcionarios públicos y necesitamos medios», insistió ante el fiscal general, precisamente uno de los encargados de dotar de estos medios.
Precisamente, el nuevo fiscal avanzó que en él van a tener un colaborador, pero también un Pepito Grillo. «No pedimos más medios por comodidad para los fiscales, sino para que puedan realizar su trabajo con dignidad», agregó. Calvo-Rubio, que pronunció un discurso en el que hizo referencia a varias cuestiones relacionadas con su trabajo. «A veces se dan noticias que no tienen que ver con la realidad. Los fiscales realizan cada día su trabajo con esfuerzo, pero si no somos capaces de tener relación con los medios, no se conoce lo que hacemos. Mejoraremos nuestra relación con los medios», anunció.
Además, y tras hacer referencia al alcalde, Francisco de la Torre, Calvo-Rubio finalizó su intervención señalando que Málaga está trabajando para ser un mejor sitio en el que vivir, y que la Fiscalía también debe «sumarse» también a ello.
Relevancia
Además de la enorme presencia de los representantes de las instituciones malagueñas, Calvo-Rubio estuvo acompañado de Álvaro García Ortiz, el fiscal general del Estado que sustituyó a Dolores Delgado. «Queremos con mi presencia dar relevancia a esta Fiscalía. Tenía una deuda personal no solo con Juan, sino también con la Comunidad Autónoma. Esta fiscalía provincial es un ejemplo de lo que somos y Málaga representa una visión muy particular, tiene una profundidad impresionante», sostuvo García Ortiz.
Para el fiscal general, la clave del Estado de Derecho es la división de poderes, pero que para ello es necesario también que exista una «colaboración entre instituciones». «Fuera de las instituciones y fuera del Estado de Derecho no hay absolutamente nada; solo hace frío», recalcó, que dijo de Calvo-Rubio que era un «gran fiscal, excelente profesional y mejor persona». «Juan, es tu momento, estás capacitado para hacer tuyo este trabajo».
Preguntado ya por cuestiones relacionadas con la actualidad como el cambio de legislación en cuanto al delito de malversación, el fiscal general dijo que habrá que ver «en qué términos, si se plantea, se plantea esa reforma« posible del delito de malversación. «Como jurista, en el momento y si es así, que el legislativo, que las Cortes Generales dicten o promulguen un nuevo Código Penal, pues será el momento de hacer un análisis jurídico de lo que pueda significar. Estamos jugando sobre el alambre, diciendo lo que puede ser y lo que no puede ser», matizó.
Cuestionado por los periodistas por si se puede modificar este delito sin tocar el resto del Código Penal, recordó que los códigos penales son, «dentro de la arquitectura del Estado de Derecho, dentro de lo que entendemos como aquellos bienes jurídicos que tienen que ser preservados, un equilibrio en sí mismo en todos sus aspectos, desde las penas, la composición y la propia sistemática del código«. Preguntado, igualmente, sobre la derogación del delito de sedición, el fiscal general contestó de la misma forma, indicando que no hay ni siquiera la certeza de que vaya a haber una modificación legislativa, «cuanto menos un texto sobre el que poder opinar». «Somos juristas, fundamentalmente, no elucubramos, no formulamos hipótesis; con los textos jurídicos, con los hechos y con la acomodación de los hechos a los textos es cuando emitimos opiniones, generalmente por escrito y después de reflexionar», sentenció.
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