Un niño de 11 años sufre un atropello al cruzar un paso de peatones a la salida de un colegio en El Candado

Irene Quirante

Miércoles, 17 de noviembre 2021, 00:17 | Actualizado 14:03h.

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Suena la campana. Tras guardar los materiales escolares de forma apresurada, los niños se cuelgan la mochila en el hombro. Abandonan las clases y recorren los pasillos con júbilo, dirigiéndose hacia la salida. Es mediodía, la hora punta en El Candado, donde se concentran varios centros educativos. Muchos padres acuden a recoger a sus hijos, algunos a pie y otros en coche. Se forma el pelotón.

Joaquín, de 11 años y estudiante de Platero Green School, es uno de los críos que desfilan de camino a casa. Un turismo irrumpe en la escena llevándose al niño por delante cuando cruzaba el paso de peatones. Estos hechos, relatados por Natalia, madre de Joaquín, tuvieron lugar el pasado día 10 en la carretera de Olías. Él iba con su hermana, Emma, de 14 años.

Afortunadamente, la cosa se ha quedado en una fractura de peroné. Y en un susto del que la familia todavía se está recuperando. Sobre todo teniendo en cuenta lo ocurrido en Madrid días antes, donde una niña de seis años murió, el pasado 4 de noviembre, tras ser atropellada en un accidente que tuvo lugar a las puertas de un centro educativo, resultando heridas de gravedad otras dos menores de 10 y 12 años.

De acuerdo con la versión de Natalia, relatada por sus hijos y varios testigos, el coche se encontraba parado pero, mientras Joaquín cruzaba, aceleró llevándoselo por delante. «Emma me contó, con todo detalle, que su hermano se intentó agarrar al capó para no caerse y ahí lo arrastró unos seis metros, hasta que ya cayó al suelo», expone la madre, que se encuentra en Italia desde finales de octubre realizando una formación intensiva, en plenos exámenes. No se aguanta las ganas de regresar a casa y abrazar a sus hijos.

Con orgullo, recuerda que le impresionó la manera de proceder de sus hijos, intentando mantener la serenidad en todo momento. «La niña reaccionó de forma súper valiente; me llamó y lo primero que me dijo era que no me preocupase, que Joaquín había tenido un accidente pero que se encontraba bien y estaba consciente», rememora Natalia.

Pese a la tranquilidad que Emma intentó transmitirle, se le heló la sangre. Inmediatamente pidió que le pasara el teléfono a Joaquín y él le confirmó que se encontraba en buen estado, pese al susto. El niño fue trasladado en ambulancia al servicio de Urgencias Pediátricas del Materno de Málaga. Ese día recibió su diagnóstico y el alta médica. En el parte se expone que sufrió una «epifisiolisis tipo II de peroné», requiriendo su inmovilización con férula y un tratamiento con analgésicos.

Según la madre, es bastante probable que tenga que hacer rehabilitación a causa del impacto. Después de unos días en casa, Joaquín pudo regresar este lunes a las clases. «Lo estaba deseando, decía que no veía la hora de volver al colegio», apunta Natalia. No le ha faltado atención de ningún tipo, ni de parte de compañeros, ni del profesorado, ni tampoco de otros padres y madres.

Preocupación entre padres

La familia de Joaquín ha puesto este accidente en manos de un abogado. Molesta, Natalia dice que la conductora del vehículo se apeó del mismo y que, en vez de preguntar a su hijo si se encontraba bien, le preguntó si no había mirado antes de cruzar o si no transitó debidamente por el paso de peatones. Según apunta, no buscan remuneración, sino que se reflejen los hechos tal y como ocurrieron. Y, sobre todo, que este tipo de sucesos dejen de pasar.

Este incidente ha hecho que vuelva a saltar la alarma entre los padres de los colegios de esta zona del Candado. Solo en esa área, en la misma calle, se encuentran varios centros educativos: el Platero Green School, el IES El Palo y el CEIP Jorge Guillén. También quedan cerca la Escuela de Educación Infantil San José y el CEIP Antonio Gutiérrez Mata. En esa zona, además, está la carretera de acceso y salida de la autovía. Alerta la velocidad con la que transitan los coches, sin medidas para evitarlo por el Camino Viejo de Vélez.

Según cuenta Natalia, el anterior episodio del que ella tiene constancia ocurrió el curso pasado, cuando un conductor, pese a frenar, dio con su vehículo en la cadera a otra madre, aunque no llegó a sufrir lesiones. «El cruce más peligroso es el del Candado; lo que le ocurrió a Joaquín fue sobre todo fruto de una imprudencia de la conductora, pero el otro es súper peligroso porque ahí no hay nada que lo regule», señala la mujer.

De ahí que, desde lo sucedido a su hijo, muchos padres se hayan puesto en contacto con la familia, trasladando su preocupación y preguntando por el estado del pequeño.

Mucho apoyo

Para Natalia se está haciendo un mundo estar a miles de kilómetros de distancia de sus hijos. El suceso de Joaquín, además, ha coincidido con su periodo de exámenes finales en Italia por lo que no ha podido regresar. De lo contrario, todo el esfuerzo realizado y el tiempo que ha pasado fuera habría sido en vano.

Como se puede deducir por su acento, ella es argentina, al igual que su marido. «Aquí no tenemos familia y el padre también pasa muchas horas trabajando, por eso este accidente también nos ha venido grande, pero hemos tenido mucha suerte porque hemos recibido mucho apoyo de otras madres y familias del cole», dice Natalia, muy agradecida.