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Imagen de archivo de un bote de pastillas.
Las tres pastillas | El antibiótico de los tres días: qué es y cuándo se receta

El antibiótico de los tres días: qué es y en qué pacientes está indicado

El aumento de infecciones respiratorias ha multiplicado las recetas de azitromicina, especialmente indicada para cuadros banales ligados a las vías respiratorias altas, según constatan los médicos de familia malagueños

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Miércoles, 11 de abril 2018

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Se llama azitromicina, aunque a pie de calle -o de consulta- el común de los mortales se refiere a él como 'al antibiótico de los tres días' o de las 'tres pastillas'. En los últimos meses su 'fama' en centros de salud ha crecido como la espuma gracias al boca a boca. «Llevamos muchos años recetándolo, pero es cierto que entre los pacientes cada vez es más conocido y ellos mismos nos lo sugieren cuando detectamos un proceso bacteriano leve por la comodidad que entraña el acabar el tratamiento en solo tres días», confiesa uno de los médicos de familia consultados por este periódico. Eso sí, sobra decir que la última palabra la tiene el facultativo, que solo prescribe dicha 'azitromicina' ante determinados cuadros en los que se ha demostrado su eficacia. ¡Aclaramos dudas con esta pequeña guía en forma de preguntas y respuestas de la mano de facultativos malagueños!:

¿Qué es la azitromicina?

La azitromicina es un medicamento que funciona como antibiótico y procede del grupo de los macrólidos. Se utiliza generalmente para combatir infecciones de oído y de garganta, pero también puede tener muchos otros usos, por ejemplo para tratar infecciones en la piel, en las fosas nasales y otras infecciones bacterianas como enfermedades de transmisión sexual (gonorrea o sífilis), neumonías o pulmonías.

Así actúa

La azitromicina, como el resto de macrólidos, actúa inhibiendo la síntesis de proteínas de las bacterias. Su efecto puede ser bacteriostático (impide la reproducción de la bacteria, la cual, va envejeciendo y acaba muriendo) o bactericida (destruye directamente la bacteria) dependiendo de la especie bacteriana sobre la que actúen, tamaño del inóculo, de la fase de crecimiento en la que se encuentren las bacterias y de la concentración que alcance el antibiótico en el lugar de la infección. Aunque se administra durante tres días, el fármaco tiene efecto postantibiótico, es decir, tras la toma de la última pastilla permanece unos días más en el organismo, que tarda en eliminarlo por completo.

¿Cuándo se receta?

Principalmente, para combatir infecciones respiratorias de leves a moderadas en las vías altas (nariz o garganta). «Se receta cuando se actúa sobre microbios más banales pero no está indicado para otras patologías más agudas como la sinusitis que requieren de fármacos más potentes», indican los facultativos al tiempo que recuerdan que cuando se trata de un mero virus (catarro o gripe), no está indicado el uso de antibióticos. Estos solo se recetan cuando el cuadro es de origen bacteriano. «Lo que está ocurriendo este año, sin embargo, es que las gripes -cuadros víricos- han llegado muy fuerte y se han prolongando demasiado. Tanto, que en muchos casos acaban derivando en complicaciones bacterianas y causando infecciones respiratorias», subrayan.

¿Cómo se toma?

El tratamiento incluye tres pastillas, que deben ingerirse preferentemente a la misma hora. Se debe tomar con el estómago vacío, es decir, o una hora antes de comer o dos horas depués de haber comido. El motivo es que la absorción de la azitromicina puede llegar a reducirse por la influencia de los alimentos. La dosis habitual para un adulto es de 500mg/ día durante tres días consecutivos, es decir, en total 1,5g en 3 días. En niños se suele recetar 10mg/Kg de peso/al día en dosis única y durante tres dias. Esto es, un menor de 10 kilos tomaría 100mg en cada toma diaria.

¿Tiene efectos secundarios?

En general, se trata de un fármaco bien tolerado. De hecho, dentro del grupo de los macrólidos es de los que menor incidencia tiene de efectos secundarios. La mayoría de los descritos son de intensidad leve o moderada. Entre los más frecuentes están: diarrea, náuseas, dolor abdominal, cefalea, vértigo y aumento de las transaminasas.

Falsos mitos

Entre muchos pacientes existe la errónea creencia de que al ser más corto el tratamiento -normalmente tres días- las pastillas son más agresivas para el organismo. Los médicos lo niegan: «Tienen un compuesto normal. Hay quien nos pregunta si 'es una bomba' al durar 3 días frente a los 7 de la amoxicilina, pero no tiene base real», insisten.

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