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¿Qué se celebra?

¿Qué se celebra?

El 12 de octubre se conmemora a ambos lados del océano, pero con distinta óptica. Para unos es la exaltación del poderío español; para otros, el día de la resistencia indígena. «No se puede simplificar en una historia de buenos y malos»

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Jueves, 12 de octubre 2017, 18:54

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Pasaban las dos de la madrugada del viernes 12 de octubre de 1492 cuando, desde la carabela ‘La Pinta’, Rodrigo de Triana cambió para siempre el rumbo de la historia. Su grito «¡Tierra a la vista!» alertó a toda la expedición. Eran noventa hombres capitaneados por Cristóbal Colón. Hacía dos meses y nueve días que habían partido del puerto de Palos (Huelva) junto a otras dos embarcaciones, ‘La Niña’ y ‘La Santa María’, con la expectativa de abrir una nueva ruta hacia las Indias orientales por el oeste en lugar de bordear el continente africano, tal y como hacían los portugueses. Seguro de que la Tierra era redonda y de que sus cálculos eran correctos, Colón logró convencer a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando de Castilla, de que había otro camino. Lo que nunca supo antes de morir es que aquella costa a la que llegó pensando que era la India se trataba en realidad de la isla Guanahaní, en el continente americano, hasta entonces desconocido para Europa.

Aquel alarido en la inmensidad del océano tras avistar lo que más tarde bautizarían como San Salvador (hoy Bahamas) sigue resonando cada 12 de octubre con intensidad desigual, con orgullo o rabia según a qué lado del Atlántico se celebre. Lo que para unos es una causa gloriosa de expansión, que unió dos mundos hasta entonces desconectados y que habían evolucionado de forma independiente, para otros representa uno de los mayores genocidios cometidos en la Historia de la Humanidad, que pisoteó la identidad de los pueblos indígenas de América. «Ni una cosa ni otra. Los acontecimientos hay que analizarlos en su contexto histórico y no se pueden simplificar en una historia de buenos y malos», sentencia Emilio José Luque, director del departamento de Historia de América de la Universidad de Sevilla y miembro de la Asociación Española de Americanistas.

La historia, en datos

  • 1987 Es el año en que se aprueba la ley que estableció el 12 de octubre como fiesta nacional española. «Simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos», reza el texto.

  • Término ‘descubrimiento’. El uso del término ‘descubrimiento’ se evitó durante los actos conmemorativos del V Centenario por las susceptibilidades que levantaba. «Se trata de una denominación que no suele gustar en América Latina. Ya existían indígenas muchos años antes de que llegaran los conquistadores europeos, ya estaban allí y, por tanto, no descubrieron nada», explica el historiador de la Univesidad de Sevilla Emilio José Luque

  • Primera escultura en EEUU. El monumento más antiguo dedicado a Cristóbal Colón en Estados Unidos fue destrozado este verano en medio de una intensa polémica por las estatuas confederadas. El obelisco data de 1792 y se encuentra en Baltimore, en el Estado de Maryland

  • 800 pueblos indígenas existen actualmente en Hispanoamérica. Eso representa una población cercana a los 45 millones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

  • Acepción de la Unesco. Según el diccionario de la Real Academia Española, la hispanidad es el «carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura hispánica». Esta definición está relacionada con la acepción que la UNESCO da al 12 de octubre como Día de la Lengua Española.

Cristóbal Colón abrió la puerta a la colonización de América y cimentó una nueva vía para obtener ingresos allende los mares y convertir a España en un gran imperio. Sin embargo, numerosos estudios oponen el impacto demográfico de la conquista, la elevada cuantía de muertes por transmisión de enfermedades, los efectos nocivos de la evangelización impuesta y los abusos en la apropiación de tierras y recursos naturales.

El antropólogo brasileño Darcy Ribeiro cifró en 70 millones el número de nativos cuando los europeos arribaron al ‘Nuevo Mundo’. «Un siglo y medio después, sólo quedaron unos tres millones y medio», advirtió. En la actualidad, tal y como recoge un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), existen más de 800 pueblos indígenas, con una población cercana a los 45 millones de personas.

En España, la Ley 18/1987 estableció el 12 de octubre como fiesta nacional. «La fecha elegida simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos», reza el texto legal. Sin embargo, los orígenes de esta onomástica, que en otros tiempos recibió el nombre de Día de la Hispanidad, se remontan a 1918, cuando, bajo el reinado de Alfonso XIII, se instituyó –a imagen y semejanza de las celebraciones que se empezaron a conmemorar en los países latinoamericanos– el festivo nacional, que también se conoció como Día de la Raza. El 12 de octubre consolidó su color rojo en el calendario durante el régimen franquista, que lo declaró festivo en todo el territorio español.

Indios lenca se disponen a ‘ejecutar’ a flechazos una imagen de Cristóbal Colón en Tegucigalpa en los actos del 12 de octubre.
Indios lenca se disponen a ‘ejecutar’ a flechazos una imagen de Cristóbal Colón en Tegucigalpa en los actos del 12 de octubre. AFP

La fecha se sigue festejando en América Latina, aunque con ópticas desiguales en función de lo que simboliza para cada país. Los hay que continúan conmemorando la llegada de la expedición de Colón, pero otros prefieren incidir en el papel de la resistencia indígena, al considerar que el descubrimiento de América fue el inicio de una larga invasión. «Tras la independencia, hay un alejamiento de estos países colonizados con la ‘Madre Patria’, a la que culpan de todos los males que les aquejan durante el siglo XIX. Sin embargo, coincidiendo con el centenario de la independencia, se produce un reencuentro con España y se constituye el Día de la Raza», explica Luque. Una denominación que a lo largo de los años ha sufrido cambios y ha estado sujeta a vaivenes políticos.

Para el profesor de la Universidad de Sevilla, el punto de inflexión se produce en Venezuela bajo el mandato de Hugo Chávez. En 2002, el Día de la Raza, que se percibía como una expresión de discriminación de las personas por su origen, pasó a ser el Día de la Resistencia Indígena. Sólo dos años después, el movimiento indigenista Pachamama derribó una estatua de Cristóbal Colón en Caracas. «Con Chávez se sientan las bases de un nuevo discurso: tras la independencia de España, hay que caminar hacia la independencia del imperialismo norteamericano. Se empieza a mostrar interés por incorporar a todos esos pueblos que habían sido ignorados en el proceso de construcción de las identidades nacionales», apunta Luque.

A este movimiento se fueron sumando países como Nicaragua, Bolivia –que celebra el Día de la Descolonización–, Perú –conmemora el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural– y Argentina, que en 2010 repudió oficialmente la denominación de Día de la Raza, «por ser ofensiva y discriminatoria», para alumbrar el Día de la Diversidad Cultural Americana con un decreto firmado por la presidenta Cristina Fernández.

Rechazo

Las voces contrarias a que se conmemore el 12 de octubre como el Día de la Hispanidad también se suceden en España. La última en sumarse ha sido la junta de portavoces del Parlamento de Navarra, que este pasado lunes aprobó una declaración institucional en la que rechazaba el «saqueo que los colonizadores cometieron en el llamado descubrimiento de América» y proclamaba esa fecha como Día de los Pueblos Indígenas y de Respeto a la Diversidad Cultural. El texto, presentado por los cuatro grupos que sostienen al Gobierno de Navarra (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra), dejó claro el compromiso del Parlamento de «reconocer, reparar y recuperar la memoria y la cultura de los pueblos indígenas americanos colonizados a sangre y fuego por los conquistadores europeos».

Esta iniciativa tiene lugar la misma semana en que el Ayuntamiento de Madrid ha autorizado para hoy la celebración de un polémico acto en contra del Día de la Hispanidad en unas instalaciones municipales. Bajo el lema ‘Descolonicémonos. 12 de octubre, nada que celebrar’, el acto quiere «dar visibilidad a un sector de la población migrante que tiene derecho a ofrecer su punto de vista sobre este día», aseguran fuentes municipales.

En Barcelona, la estatua de Cristóbal Colón permanecerá en sus ramblas después de que la CUP propusiera su retirada el pasado año. La respuesta que recibió dejó tranquilos a quienes la vieron peligrar: «No forma parte de las intervenciones que el gobierno municipal tiene previstas».

La definición del 12 de octubre en Chile es más ambigua. Mientras que para algunos es el Día del Descubrimiento, otros lo llaman el Día de la Resistencia Indígena, aunque oficialmente se retrata como el Día del Encuentro de Dos Mundos. En Colombia y México sigue siendo el Día de la Raza, pero en las escuelas ya no se pone énfasis en la conquista, sino en la exaltación de las raíces culturales (Colombia) y en el mestizaje (México). Cuba nunca subrayó esta fecha en su calendario.

El Columbus Day, en peligro

En Estados Unidos, el Día de Colón (Columbus Day) se festejó por primera vez en 1792, al cumplirse 300 años de aquel «¡Tierra a la vista!». Y fue la comunidad italoamericana de Nueva York, orgullosa de la nacionalidad del insigne navegante, de origen genovés, la que organizó el 12 de octubre de 1866 una fiesta para conmemorar su histórica llegada al ‘Nuevo Mundo’. Sin embargo, los multitudinarios desfiles por la Quinta Avenida para ensalzar las raíces italianas de Colón han dejado paso a oleadas de violencia contra todo símbolo del descubrimiento. Un devenir «sin sentido» para Carlos Malamut, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano. «En general, todo es muy propagandístico y tomar a Colón como chivo expiatorio de lo que ha ocurrido en aquellos países no aporta nada», mantiene.

El pasado mes de agosto, en un barrio cercano al conflictivo Bronx, apareció decapitada la estatua de color de bronce de Colón. Horas más tarde, el vandalismo se cebó con otro monumento a la misma figura en el distrito neoyorquino de Queens. Fue la respuesta de grupos extremistas de izquierdas a los supremacistas blancos, fortalecidos con la llegada de Donald Trump a la presidencia, y que ven en el navegante apadrinado por España el «origen de la esclavitud en América». Hoy, la que corre peligro es la estatua que se instaló en 1892 en Central Park. En los próximos tres meses, podría ser declarada «monumento de odio», como el resto de símbolos confederados y antisemitas.

Los Ángeles ha sido la última en adscribirse al club de ciudades estadounidenses, después de Seattle, Minneapolis, Denver o Berkeley, que han dejado de celebrar el Columbus Day y festejan ahora el Día de los Pueblos Indígenas. Tras la aprobación del cambio el pasado mes de septiembre, el concejal Mitch O’Farrell, miembro de la tribu Wyandotte de Oklahoma y precursor de la medida, sentenció: «Esto es más que simbólico. Es espiritual y moralmente necesario».

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