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Volar de pie o en una 'suite', ¿qué prefieres?

Volar de pie o en una 'suite', ¿qué prefieres?

Una aerolínea de bajo coste china recupera la idea de transportar pasajeros de pie, lo que contrasta con la lujosa oferta de cama, baño y comedor que ofrece una compañía de Emiratos Árabes Unidos

zigor aldama

Domingo, 1 de marzo 2015, 02:58

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El histriónico presidente de Ryanair, Michael O'Leary, fue el primero que lanzó la idea para abaratar los billetes de su aerolínea: que los pasajeros vuelen de pie. Pero lo suyo fue la típica inocentada de alguien acostumbrado a llamar la atención de la prensa con el anuncio de medidas imposibles, como prescindir de uno de los pilotos o cobrar por utilizar el aseo a bordo. Ahora, sin embargo, una compañía aérea china parece haberse tomado en serio la posibilidad de crear una clase 'ultraeconómica' en la que se viaje de pie, y ha solicitado su aprobación a las autoridades competentes. «Para conseguir un precio más barato, los pasajeros podrían decidir viajar de pie como en un autobús, sin espacio para su equipaje ni cáterin a bordo», explicó el presidente de Spring Airlines, Wang Zhenghua, cuando la empresa propuso la medida. De eso hace ya unos años, pero un portavoz de la primera compañía low cost del gigante asiático anunció hace unos días en una entrevista con la Radio Nacional de China que están trabajando para que la última pesadilla de los pasajeros se haga ya realidad.

Eso sí, el representante reconoció que no va a ser fácil: «Tienen que darse varias condiciones para que funcione. Tenemos que trabajar con los fabricantes de aviones, lograr la aprobación de los reguladores, y conseguir que los clientes acepten la idea». Habrán pensado en Spring Airlines que el último punto no será tan difícil de lograr. Al fin y al cabo, si con la progresiva reducción del espacio entre asientos ya viajan como sardinas en lata, ahora con la nueva propuesta los pasajeros apenas notarán la diferencia. Lo complicado, no obstante, es lograr que las autoridades den su visto bueno por cuestiones de seguridad. Pero fabricantes como el italiano Aviointeriors ya han asegurado que no tendría por qué ser un problema y han presentado sus diseños: los viajeros irían apoyados en una especie de taburetes como los de la barra de un bar, de forma que podrían continuar abrochándose los cinturones. Según las estimaciones de la aerolínea, esta fórmula permitiría ahorrar hasta un 40% de espacio.

En cualquier caso, la idea de Spring Airlines contrasta con el creciente lujo que ofrecen las aerolíneas asiáticas en sus clases nobles. De hecho, esta extrema dicotomía es un buen reflejo de cómo se ensanchan las diferencias sociales en todo el mundo. Mientras la plebe viaja de pie amarrada a una tabla de planchar, la nueva clase adinerada de Asia, el continente que más crece, cuenta hasta con una suite de tres habitaciones en el cielo. Esa es, precisamente, la última opción que ha añadido la aerolínea de Emiratos Árabes Unidos Etihad para quienes pueden pagar los 40.000 euros que cuesta un billete de ida y vuelta entre Londres y Abu Dhabi a bordo de los nuevos Airbus A-380. El precio incluye el viaje de dos personas y el trabajo en exclusiva de un mayordomo y de un chef. Además, los pasajeros pueden disfrutar de un baño con ducha incluida, una sala de estar-comedor con una pantalla plana de 32 pulgadas, y una generosa cama de matrimonio. En definitiva, es la fórmula que ha encontrado Etihad para competir con los jets privados.

En el 'gallinero'

Y no es la única. De hecho, fue su directa competidora Emirates la que inauguró el concepto de la suite en el cielo a bordo de sus 'superjumbos'. Curiosamente, ninguna de las dos compañías aéreas aparece en el listado de las ocho galardonadas este año con las prestigiosas cinco estrellas de Skytrax. Todas son asiáticas. «La experiencia de volar ha ido cambiando con el tiempo. Al principio apenas había diferencias entre clases, pero ahora cada vez es mayor el contraste entre el lujo de Primera y la incomodidad de la Económica», apunta Shi Zhuang, responsable de una agencia de viajes en Shanghái. «Con el crecimiento de la aviación civil, las aerolíneas buscan maximizar beneficios y contentar a todos los bolsillos». De hecho, algunas aerolíneas como Air France, Lufthansa, o China Southern, ya han comenzado a incluir una nueva clase Premium Economy que hace de puente entre el gallinero y la Business.

«Es la fórmula para atraer a quienes no quieren ir como sardinas en lata y no tienen capacidad para pagar la tarifa ejecutiva. Parece interesante añadir una opción, pero tiene un efecto negativo en los pasajeros de la Económica porque las aerolíneas invierten las mejoras destinadas a esa clase en la nueva intermedia». Shi Zhuang considera que ir de pie va a resultar la evolución lógica de la clase más barata. «En vuelos de una o dos horas, en trayectos de mucha densidad, como puede ser el puente aéreo Shanghái-Pekín, la propuesta de viajar de pie puede resultar atractiva si se ofrece un descuento del 30% o el 50%. Al fin y al cabo, en países como China muchos pasan más tiempo en el autobús o en el metro para ir de su casa al trabajo».

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