Pedro Zerolo: el activista LGTBI que luchó hasta su último aliento
Miquel A. Fernández, amigo del político, repasa su vida con especial énfasis en la aprobación del matrimonio igualitario
Pedro Zerolo es un nombre imprescindible en la historia del activismo LGTBI en España. Un hombre al que el colectivo le debe –en parte– el derecho al matrimonio homosexual y cuya historia merece ser recordada siempre, pero más en el vigésimo aniversario de esta ley y cuando se cumplen diez años de su fallecimiento.

El interés del abogado por los movimientos sociales se remonta a sus días en la universidad, donde se unió al movimiento estudiantil mientras estudiaba derecho. Un tiempo después, quiso ampliar sus estudios en Madrid, lugar en el que comenzaría su activismo más centrado en la comunidad LGTBI, según cuenta a SIX Miquel A. Fernández, director ejecutivo de la Fundación Pedro Zerolo y escritor de 'Pedro Zerolo: Vida y legado de un pionero por los derechos civiles'.

Estos activistas se conocieron en marzo de 1994 y comenzaron a trabajar juntos en la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTBI+) en 1997 bajo la presidencia de Zerolo, con Fernández como secretario general. «Era una persona de firmes convicciones, con una gran capacidad de oratoria. Era firme en la defensa de las opiniones que sosteníamos desde el movimiento, pero también era dialogante y tenía un talante agradable. No era bronco», recuerda.

Hasta el año 2001, como asegura Fernández, el colectivo no había apostado de manera tan tajante por conseguir una ley de matrimonio igualitario. «Pedro Zerolo fue el primero en elaborar un proyecto de ley de matrimonio que se traslada a todos los partidos políticos para que asuman estas reivindicaciones», señala. Fernández asegura que cinco de esos partidos llevaron esta propuesta al Parlamento. «No se consiguió porque había una mayoría absoluta del PP que se negaba en banda al matrimonio», cuenta.
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La generación del matrimonio
Habría que esperar dos años, hasta 2003, para que Zerolo dé el salto a la política:cambió la presidencia de la Federación por las listas del PSOE. «Entró en política, pero no abandonó su compromiso activista y su apoyo a la Federación», recalca Fernández. Un año después consigue, a través del grupo LGTBI del PSOE, que el partido incorpore a su programa electoral el reconocimiento del matrimonio. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero, en 2004, ganó con mayoría absoluta, el abogado pasa a ser secretario de Movimientos Sociales y de Relaciones con las ONG. «Desde esta posición condujo, a petición del Gobierno, el proceso de aprobación de la ley».

Fernández considera que la importancia de Zerolo radica en su doble papel: la misma persona que lideró la lucha por el matrimonio igualitario desde el activismo, lo hizo desde la política. «Esa es la singularidad y la trascendencia que tiene. Él siempre decía que fueron cientos de personas las que lucharon, él se consideraba uno más. Pero que fue una pieza fundamental no nos cabe ninguna duda a los que estuvimos junto a él », dice.
El activismo vivió la aprobación de la ley como una cuestión de dignidad. «Se nos había considerado ciudadanos de segunda, se nos había estigmatizado, se nos había discriminado», hace memoria Fernández, quien también recuerda la «férrea oposición» a la que se tuvieron que enfrentar. «Tuvimos que escuchar que éramos hijos de madres sobreprotectoras y de padres alcohólicos», dice.
«Pedro Zerolo decía que se casaba por amor y por activismo, tenía claro que era importante hacer uso de los derechos»
El anteproyecto de ley se aprobó el 1 de octubre de 2004. Sin embargo, el Senado, controlado por el PP, vetó la ley. Y no fue hasta el 30 de junio de 2005 cuando el Congreso levantó este veto. «Fueron nueve meses en los que hubo que estar en la calle, en los programas… Pedro ahí tuvo también un papel importante».
Mayoría social
A pesar de esa oposición, Fernández recuerda que la mayoría social apoyaba este derecho gracias a la pedagogía que se había hecho. «Por primera vez llegamos puntuales a la cita con la igualdad», asegura. España no fue el primer país en aprobar el matrimonio igualitario, pero sí en hacerlo junto al derecho de adopción de las personas homosexuales.
Pedro Zerolo no sólo luchó por el matrimonio desde el activismo y la política, también fue una de las primeras personas en casarse. Lo hizo el 1 de octubre de 2005. «Él decía que se casaba por amor y por activismo, tenía claro que era importante hacer uso de los derechos».

El legado de Pedro Zerolo siempre irá ligado a la aprobación del matrimonio homosexual, pero no fue la única batalla que libró. «Impulsó la creación del Consejo Estatal del Pueblo Gitano. Trabajó por las personas migrantes, por las personas con discapacidad, trabajó como embajador de ONUSIDA en América Latina y el Caribe…», apunta su amigo.
El prólogo de 'Pedro Zerolo: Vida y legado de un pionero por los derechos civiles', escrito por Pedro Sánchez, recuerda que hasta el último aliento de su vida lo dedicó a la lucha. «Él nunca abandonó sus idea ni sus convicciones y hasta el último día luchó por lo que creía y trabajó por una sociedad en arcoíris».
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