Borrar
Legionarios interpretando 'El Novio de la muerte' Ñito Salas
Mena y La Legión, unidos por un fuerte lazo

Mena y La Legión, unidos por un fuerte lazo

Prácticamente desde su fundación, en 1920, las tropas legionarias han estado vinculadas al Cristo de la Buena Muerte, su protector

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 2 de abril 2023

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En Málaga el nombre de la Congregación del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas (Mena) y la Virgen de la Soledad está unido por un fuerte lazo a La Legión. Prácticamente desde su fundación, la historia de ambas entidades va de la mano y a día de hoy no se entendería una sin la otra ya que en conjunto conforman una de las estampas más tradicionales y una de las señas de identidad de la Semana Santa de la capital.

Los inicios de la relación

El Cristo de Mena portado a hombros de caballeros legionarios durante el traslado en la mañana del Jueves Santo. Sur

1915

Se funda la Congregación de Mena tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, creada a mediados del siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, cuyas primeras referencias datan de 1579.

Imagen del Cristo de Pedro de Mena

Los inicios de la relación

El Cristo de Mena portado a hombros de caballeros legionarios durante el traslado en la mañana del Jueves Santo. Sur

1915

Se funda la Congregación de Mena tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, creada a mediados del siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, cuyas primeras referencias datan de 1579.

Imagen del Cristo de Pedro de Mena

Los inicios de la relación

El Cristo de Mena portado a hombros de caballeros legionarios durante el traslado en la mañana del Jueves Santo. Sur

1915

Se funda la Congregación de Mena tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, creada a mediados del siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, cuyas primeras referencias datan de 1579

Imagen del Cristo de Pedro de Mena

Los inicios de la relación

El Cristo de Mena portado a hombros de caballeros legionarios durante el traslado en la mañana del Jueves Santo. Sur

1915

Se funda la Congregación de Mena tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, creada a mediados del siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, cuyas primeras referencias datan de 1579

Imagen del Cristo de Pedro de Mena

La corporación comenzó rindiendo culto a un Crucificado de Pedro de Mena y Medrano del siglo XVII y a una Dolorosa del siglo XVIII que fue coronada canónicamente el 11 de junio de 2016. Por su parte, el 28 de enero de 1920 el rey Alfonso XIII firma el decreto de creación del Tercio de Extranjeros y el 20 de septiembre de ese año se alistó el primer voluntario, Marcelo Villeval Gaitán. En esta última fecha se celebra anualmente el aniversario de la fundación de La Legión.

1921

A partir de 1921, con la fundación de la Agrupación de Cofradías, donde Mena ingresó el 16 de febrero de ese año, comienza un resurgir de la Semana Santa de Málaga.

En esos años, el puerto de la capital juega un papel protagonista como lugar de paso obligado para la logística de las campañas que España lleva a cabo en la guerra de Marruecos y la ciudad acoge a los heridos para su cuidado.

El puerto de Málaga hacia 1925. Archivo histórico fotográfico de la UMA

1921

A partir de 1921, con la fundación de la Agrupación de Cofradías, donde Mena ingresó el 16 de febrero de ese año, comienza un resurgir de la Semana Santa de Málaga.

En esos años, el puerto de la capital juega un papel protagonista como lugar de paso obligado para la logística de las campañas que España lleva a cabo en la guerra de Marruecos y la ciudad acoge a los heridos para su cuidado.

El puerto de Málaga hacia 1925. Archivo histórico fotográfico de la UMA

1921

A partir de 1921, con la fundación de la Agrupación de Cofradías, donde Mena ingresó el 16 de febrero de ese año, comienza un resurgir de la Semana Santa de Málaga.

En esos años, el puerto de la capital juega un papel protagonista como lugar de paso obligado para la logística de las campañas que España lleva a cabo en la guerra de Marruecos y la ciudad acoge a los heridos para su cuidado.

El puerto de Málaga hacia 1925. Archivo histórico fotográfico de la UMA

1921

A partir de 1921, con la fundación de la Agrupación de Cofradías, donde Mena ingresó el 16 de febrero de ese año, comienza un resurgir de la Semana Santa de Málaga.

En esos años, el puerto de la capital juega un papel protagonista como lugar de paso obligado para la logística de las campañas que España lleva a cabo en la guerra de Marruecos y la ciudad acoge a los heridos para su cuidado.

El puerto de Málaga hacia 1925. Archivo histórico fotográfico de la UMA

La Legión, como unidad de vanguardia sufrió un gran número de bajas, las cuales fueron evacuadas y tratadas en Málaga, donde también hicieron escala jefes y oficiales de la unidad y ahí se producen los primeros contactos con la Congregación de Mena.

1925

El entonces presidente, Miguel Primo de Rivera, participa en la procesión del Jueves Santo.

Visita de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco en 1925. Cofradía de Mena

1925

El entonces presidente, Miguel Primo de Rivera, participa en la procesión del Jueves Santo.

Visita de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco en 1925. Cofradía de Mena

1925

El entonces presidente, Miguel Primo de Rivera, participa en la procesión del Jueves Santo.

Visita de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco en 1925. Cofradía de Mena

1925

El entonces presidente, Miguel Primo de Rivera, participa en la procesión del Jueves Santo.

Visita de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco en 1925. Cofradía de Mena

En 1925, siendo hermano mayor Félix Sáenz Calvo, participan en la procesión del Jueves Santo, el entonces presidente del Gobierno, Miguel Primo de Rivera, el jefe del Ejército de África, José Sanjurjo, y el coronel Francisco Franco, quien había jugado un papel relevante en la fundación de La Legión. Dos años después, el hermano mayor del momento, el teniente coronel en la reserva Joaquín Mañas Hormigo, que cuenta como uno de sus más estrechos colaboradores con José Pérez Asencio, aprovecha su amistad con Sanjurjo para nombrarlo mayordomo honorario de la Congregación.

1928

La Congregación de Mena entregó al coronel-jefe de La Legión el título de hermano mayor honorario y a todos los legionarios a su mando el título de hermanos predilectos.

1928

La Congregación de Mena entregó al coronel-jefe de La Legión el título de hermano mayor honorario y a todos los legionarios a su mando el título de hermanos predilectos.

1928

La Congregación de Mena entregó al coronel-jefe de La Legión el título de hermano mayor honorario y a todos los legionarios a su mando el título de hermanos predilectos.

1928

La Congregación de Mena entregó al coronel-jefe de La Legión el título de hermano mayor honorario y a todos los legionarios a su mando el título de hermanos predilectos.

Estos primeros lazos de relación entre La Legión y Mena empiezan a consolidarse en 1928 cuando Sanjurjo vuelve a participar en la procesión del Jueves Santo. A mediados de ese año, la Congregación de Mena hizo entrega al coronel-jefe de La Legión del título de hermano mayor honorario y a todos los legionarios a su mando el título de hermanos predilectos. Reconocimientos que son magníficamente acogidos en el seno de La Legión, a quien se le hace llegar también la invitación de que participen en el desfile procesional de 1929, según relata el historiador y congregante de Mena, Elías de Mateo.

Aquella invitación a participar en la procesión del Jueves Santo de 1929 no pudo materializarse porque un fuerte temporal en el estrecho impidió que las tropas pudieran zarpar desde Ceuta hacia Málaga. Hubo que esperar al siguiente año para que se produjera una de las imágenes que a día de hoy es de las más tradicionales de la Semana Santa de Málaga: el desfile de La Legión acompañando al Cristo de la Buena Muerte.

1930

El primer desfile acompañando al Cristo de la Buena Muerte.

Desembarco de las tropas legionarias en el puerto en los años 40 del pasado siglo. Sur

1930

El primer desfile acompañando al Cristo de la Buena Muerte.

Desembarco de las tropas legionarias en el puerto en los años 40 del pasado siglo. Sur

1930

El primer desfile acompañando al Cristo de la Buena Muerte.

Desembarco de las tropas legionarias en el puerto en los años 40 del pasado siglo. Sur

1930

El primer desfile acompañando al Cristo de la Buena Muerte.

Desembarco de las tropas legionarias en el puerto en los años 40 del pasado siglo. Sur

A las 17.30 horas del 17 de abril de 1930, Jueves Santo, las tropas legionarias (una bandera del Tercio, con escuadra de gastadores y banda de cornetas y tambores) desembarcaron en el puerto de Málaga con su coronel al frente, Juan José Liniers y Mugiro, para participar en el cortejo de la Congregación de Mena.

Se da la circunstancia, según recuerda De Mateo, que fue también la primera vez que La Legión pisó suelo de la Península. Tras recorrer las calles de la ciudad, se dirigieron al cuartel de Capuchinos, donde permanecieron hasta la hora de salida de la procesión.

1930

También se otorgan los primeros títulos de legionario de honor y se nombra al Cristo de la Buena Muerte como protector de La Legión.

1930

También se otorgan los primeros títulos de legionario de honor y se nombra al Cristo de la Buena Muerte como protector de La Legión.

1930

También se otorgan los primeros títulos de legionario de honor y se nombra al Cristo de la Buena Muerte como protector de La Legión.

1930

También se otorgan los primeros títulos de legionario de honor y se nombra al Cristo de la Buena Muerte como protector de La Legión.

Tras la Semana Santa de ese año, La Legión invitó a una delegación de directivos de Mena a sus acuartelamientos de Ceuta y Melilla donde se entregaron los primeros títulos de legionario de honor a Joaquín Mañas y Pérez Asencio y se produjo el nombramiento, por parte de esta unidad militar, del Cristo de la Buena Muerte como su protector.

1931

Primera guardia legionaria ante el Cristo de la Buena Muerte.

 

Guardia legionaria en la actualidad. Sur

Banderín de la 6ª Compañía que desfiló en 1931 en Málaga. Cofradía de Mena

1931

Primera guardia legionaria ante el Cristo de la Buena Muerte.

 

Guardia legionaria en la actualidad. Sur

Banderín de la 6ª Compañía que desfiló en 1931 en Málaga. Cofradía de Mena

1931

Primera guardia legionaria ante el Cristo de la Buena Muerte.

 

Guardia legionaria en la actualidad. Sur

Banderín de la 6ª Compañía que desfiló en 1931 en Málaga. Cofradía de Mena

1931

Primera guardia legionaria ante el Cristo de la Buena Muerte.

Guardia legionaria en la actualidad. Sur

Banderín de la 6ª Compañía que desfiló en 1931 en Málaga. Cofradía de Mena

Con la relación ya firmemente asentada entre La Legión y Mena, en 1931 se dio un paso más cuando se celebró la primera guardia legionaria ante el Cristo de la Buena Muerte. Hasta ese momento, eran los propios congregantes quienes custodiaban al Crucificado durante su exposición en la capilla y fueron sustituidos por los marciales legionarios, inaugurando una tradición que se mantiene hasta nuestros días, siendo otra de las citas ineludibles para malagueños y visitantes.

Aquel Jueves Santo, La Legión acompañó a su Cristo por las calles de la ciudad. La representación estuvo formada por 72 jefes y oficiales, 450 legionarios y dos bandas de cornetas y tambores, la de Ceuta y la de Melilla, según los datos aportados por Elías de Mateo.

La desaparición del Cristo de Mena y la nueva talla de Palma Burgos

Aquella fue la primera y única guardia legionaria a la imagen del Cristo de Mena, ya que desapareció en los sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931 cuando la intolerancia religiosa provocó la quema de iglesias y conventos en la ciudad. Entre ellos, la parroquia de Santo Domingo, donde se veneraba la imagen del Crucificado, uno de los grandes patrimonios de la Málaga cofrade. Este hecho, unido a la inestabilidad política de la II República y la Guerra Civil, provocaron que en esos años no hubiese desfiles procesionales de la Congregación.

Talla del desaparecido Cristo de la Buena Muerte realizada por Pedro de Mena, quemado en mayo de 1931. Cofradía de Mena

Talla del desaparecido Cristo de la Buena Muerte realizada por Pedro de Mena, quemado en mayo de 1931. Cofradía de Mena

Talla del desaparecido Cristo de la Buena Muerte realizada por Pedro de Mena, quemado en mayo de 1931. Cofradía de Mena

Talla del desaparecido Cristo de la Buena Muerte realizada por Pedro de Mena, quemado en mayo de 1931. Cofradía de Mena

Hubo que esperar a 1942 para contar con una nueva imagen del Cristo. Fue esculpida por el imaginero malagueño Francisco Palma Burgos, costó 30.000 pesetas sufragadas por un grupo de congregantes y es una reinterpretación de la imagen de Pedro de Mena.

Palma Burgos tallando la nueva imagen del Cristo. Cofradía de Mena

DIFERENCIAS ENTRE AMBOS

A pesar de que no es de Mena, el Cristo de Palma Burgos es conocido popularmente como el Cristo de Mena y así se identifica también a la cofradía. Una de las diferencias es que el de Palma presenta unas proporciones un poco más grandes, pero hay más.

Cristo de Mena

Cristo de Palma Burgos

Piernas

En el de Palma Burgos la pierna izquierda descansa sobre la derecha, en el de Mena es al contrario.

Cabellos

Son distintos en cada talla.

Anudado del paño

El de Palma Burgos lo tiene en el lado derecho, mientras que en la antigua imagen estaba en la izquierda.

Palma Burgos tallando la nueva imagen del Cristo. Cofradía de Mena

DIFERENCIAS ENTRE AMBOS

A pesar de que no es de Mena, el Cristo de Palma Burgos es conocido popularmente como el Cristo de Mena y así se identifica también a la cofradía. Una de las diferencias es que el de Palma presenta unas proporciones un poco más grandes, pero hay más.

Cristo de Mena

Cristo de Palma Burgos

Piernas

En el de Palma Burgos la pierna izquierda descansa sobre la derecha, en el de Mena es al contrario.

Cabellos

Son distintos en cada talla.

Anudado del paño

El de Palma Burgos lo tiene en el lado derecho, mientras que en la antigua imagen estaba en la izquierda.

Palma Burgos tallando la nueva imagen del Cristo. Cofradía de Mena

DIFERENCIAS ENTRE AMBOS

A pesar de que no es de Mena, el Cristo de Palma Burgos es conocido popularmente como el Cristo de Mena y así se identifica también a la cofradía. Una de las diferencias es que el de Palma presenta unas proporciones un poco más grandes, pero hay más.

Cristo de Mena

Cristo de Palma Burgos

Piernas

En el de Palma Burgos la pierna izquierda descansa sobre la derecha, en el de Mena es al contrario.

Cabellos

Son distintos en cada talla.

Anudado del paño

El de Palma Burgos lo tiene en el lado derecho, mientras que en la antigua imagen estaba en la izquierda.

Palma Burgos tallando la nueva imagen del Cristo. Cofradía de Mena

DIFERENCIAS ENTRE AMBOS

A pesar de que no es de Mena, el Cristo de Palma Burgos es conocido popularmente como el Cristo de Mena y así se identifica también a la cofradía. Una de las diferencias es que el de Palma presenta unas proporciones un poco más grandes, pero hay más.

Cristo de Mena

Cristo de Palma Burgos

Anudado del paño

Piernas

Cabellos

El de Palma Burgos lo tiene en el lado derecho, mientras que en la antigua imagen estaba en la izquierda.

En el de Palma Burgos la pierna izquierda descansa sobre la derecha, en el de Mena es al contrario.

Son distintos en cada talla.

Una de las características de este Crucificado, cuyo peso -incluida la cruz- es de 180 kilos, es que para la procesión se le coloca una corona de espinas que confecciona cada año el congregante y consejero Ramón Gómez Ravassa con planta de espino y que se impone durante el Sábado de Pasión durante un acto celebrado en la capilla.

Imposición de la corona de espinas al Cristo de Mena
Imposición de la corona de espinas al Cristo de Mena

Aunque en 1938, una vez que Málaga fue tomada por las tropas nacionales, se reanudaron las relaciones entre Mena y La Legión no fue hasta 1943 cuando las tropas legionarias volvieron a desfilar tras su protector, en una tradición que desde entonces se ha mantenido y se ha ido fortaleciendo con el paso de los años.

'El Novio de la muerte'

Además de su marcialidad y su estética única, una de las características que define a La Legión en su acompañamiento al Cristo de la Buena Muerte es que van interpretando tras su trono las estrofas del Un cuplé hecho canción que se ha convertido en el himno oficioso de esta unidad del ejército de Tierra, ya que el oficial es 'La canción del legionario' donde se recoge la conocida estrofa: '¡Legionarios a luchar!, ¡Legionarios a morir!'

Legionarios interpretando ‘El Novio de la muerte’ en la procesión del Cristo de Mena. Ñito Salas

Letra de ‘El novio de la muerte’

Nadie en el Tercio sabía

quien era aquel legionario

tan audaz y temerario

que a la Legión se alistó.

 

Nadie sabía su historia,

más la Legión suponía

que un gran dolor le mordía

como un lobo, el corazón.

 

Más si alguno quien era le preguntaba

con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

Soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

 

Cuando más rudo era el fuego

y la pelea más fiera

defendiendo su Bandera

el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje

del enemigo exaltado,

supo morir como un bravo

y la enseña rescató.

 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,

murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,

entre su pecho encontraron

una carta y un retrato

de una divina mujer.

 

Y aquella carta decía:

"...si algún día Dios te llama

para mi un puesto reclama

que buscarte pronto iré".

 

Y en el último beso que le enviaba

su postrer despedida le consagraba.

 

Por ir a tu lado a verte

mi más leal compañera,

me hice novio de la muerte,

la estreché con lazo fuerte

y su amor fue mi ¡Bandera!

Legionarios interpretando ‘El Novio de la muerte’ en la procesión del Cristo de Mena. Ñito Salas

Letra de ‘El novio de la muerte’

Nadie en el Tercio sabía

quien era aquel legionario

tan audaz y temerario

que a la Legión se alistó.

 

Nadie sabía su historia,

más la Legión suponía

que un gran dolor le mordía

como un lobo, el corazón.

 

Más si alguno quien era le preguntaba

con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

Soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

 

Cuando más rudo era el fuego

y la pelea más fiera

defendiendo su Bandera

el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje

del enemigo exaltado,

supo morir como un bravo

y la enseña rescató.

 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,

murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,

entre su pecho encontraron

una carta y un retrato

de una divina mujer.

 

Y aquella carta decía:

"...si algún día Dios te llama

para mi un puesto reclama

que buscarte pronto iré".

 

Y en el último beso que le enviaba

su postrer despedida le consagraba.

 

Por ir a tu lado a verte

mi más leal compañera,

me hice novio de la muerte,

la estreché con lazo fuerte

y su amor fue mi ¡Bandera!

Legionarios interpretando ‘El Novio de la muerte’ en la procesión del Cristo de Mena. Ñito Salas

Letra de ‘El novio de la muerte’

Nadie en el Tercio sabía

quien era aquel legionario

tan audaz y temerario

que a la Legión se alistó.

 

Nadie sabía su historia,

más la Legión suponía

que un gran dolor le mordía

como un lobo, el corazón.

 

Más si alguno quien era le preguntaba

con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

Soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

 

Cuando más rudo era el fuego

y la pelea más fiera

defendiendo su Bandera

el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje

del enemigo exaltado,

supo morir como un bravo

y la enseña rescató.

 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,

murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,

entre su pecho encontraron

una carta y un retrato

de una divina mujer.

 

Y aquella carta decía:

"...si algún día Dios te llama

para mi un puesto reclama

que buscarte pronto iré".

 

Y en el último beso que le enviaba

su postrer despedida le consagraba.

 

Por ir a tu lado a verte

mi más leal compañera,

me hice novio de la muerte,

la estreché con lazo fuerte

y su amor fue mi ¡Bandera!

Legionarios interpretando ‘El Novio de la muerte’ en la procesión del Cristo de Mena. Ñito Salas

Letra de ‘El novio de la muerte’

Nadie en el Tercio sabía

quien era aquel legionario

tan audaz y temerario

que a la Legión se alistó.

 

Nadie sabía su historia,

más la Legión suponía

que un gran dolor le mordía

como un lobo, el corazón.

 

Más si alguno quien era le preguntaba

con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

Soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

 

Cuando más rudo era el fuego

y la pelea más fiera

defendiendo su Bandera

el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje

del enemigo exaltado,

supo morir como un bravo

y la enseña rescató.

 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,

murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,

entre su pecho encontraron

una carta y un retrato

de una divina mujer.

 

Y aquella carta decía:

"...si algún día Dios te llama

para mi un puesto reclama

que buscarte pronto iré".

 

Y en el último beso que le enviaba

su postrer despedida le consagraba.

 

Por ir a tu lado a verte

mi más leal compañera,

me hice novio de la muerte,

la estreché con lazo fuerte

y su amor fue mi ¡Bandera!

La primera vez que se escuchó en público 'El Novio de la muerte' fue en Málaga. Concretamente el 20 de julio de 1921, miércoles, en el hoy desaparecido Teatro Vital Aza , ubicado en la entonces denominada Alameda de Carlos Haes, hoy calle Córdoba. Le puso voz Lola Montes –cuyo nombre en la partida bautismal era Mercedes Fernández González–, una cupletista de primera fila en aquellos años veinte. La letra, en base a la historia de Baltasar Queija, el primer legionario fallecido en combate, era del conocido autor de cuplés Fidel Prado Duque, mientras que la música la compuso su amigo Juan Costa Casal. El éxito fue total y todas las noches el público llenaba el patio de butacas para escuchar aquella canción. A una de las funciones asistió la Duquesa de la Victoria, que dirigía los hospitales de la Cruz Roja, quien invitó a la artista a que la cantara en Melilla, para subir la moral de las tropas españolas libraban en esos momentos una guerra con los rifeños tras el Desastre de Annual.

Días después en el Teatro Kursaal de la ciudad autonóma actuó Lola Montes dos noches y fue escuchada por el teniente coronel José Millán Astray, fundador y en ese momento jefe de La Legión, quien ante la fuerza emocional de su letra la incorporó al repertorio legionario, adaptando su ritmo original a la música militar. Desde entonces 'El novio de la muerte' está indisolublemente unido a La Legión y es su banda sonora más conocida.

Cuatro tercios, que se rotan en el acompañamiento

Las tropas legionarias que acompañan al Cristo de Mena llegan a Málaga en la mañana del Jueves Santo a bordo de un buque de la Armada Española -el Contramaestre Casado, de 104 metros de eslora y 13 de manga- y desembarcan en el puerto de la capital. Desde allí, desfilan por las calles del Centro de la ciudad (recorrido de este año: Muelle Adosado al Dique de Levante, Muelle 1, Muelle 2-Palmeral de las Sorpresas, plaza de la Marina, Alameda Principal, Puente de Tetuán, avenida de Andalucía, Nazareno del Paso, plaza de Lola Carrera, Cerezuela, plaza de La Legión Española y plaza Fray Alonso de Santo Tomás) para participar en el traslado de la imagen del Crucificado.

Una escuadra de gastadores es la encargada de trasladar al Cristo de la Buena Muerte desde el interior de Santo Domingo hasta su casa hermandad. En el acto, un sacerdote lee una oración y se lleva a cabo el homenaje a los caídos con los acordes del toque de oración mientras los legionarios alzan al Cristo y con los guiones inclinados se rinden honores al protector de La Legión. A continuación se lleva a cabo el proceso de entronización.

Scroll Story imagen 0

Desembarco en los años 50

Desembarco en la actualidad

Traslado en los años sesenta

Traslado en los años ochenta

AUX STEP FOR JS

Para acompañar al Cristo de la Buena Muerte, cada año lo hace uno de los cuatro tercios, que forman parte de la Brigada Rey Alfonso XIII de La Legión. Se trata de los tercios Gran Capitán, I de La Legión, con base en Melilla; Duque de Alba, II de La Legión, con base en Ceuta; Don Juan de Austria, III de La Legión con base en Viator (Almería); y Alejandro Farnesio, IV de La Legión, con acuartelamiento en Ronda.

En esta ocasión, le corresponderá a la compañía de honores del II Tercio, cuyo coronel es Miguel Ángel Jiménez Parejo. Está previsto que unos 200 legionarios participarán en los actos de la Congregación de Mena el Jueves Santo entre la compañía de honores, la banda de música, las comisiones, las representaciones de jefes y oficiales y las escuadras de gastadores y guiones».

Protector oficial, coronación de la Virgen de la Soledad y actos extraordinarios

Aunque desde el punto de vista militar fue a finales de los años veinte del pasado siglo cuando La Legión nombró al Cristo de Mena como su protector, el reconocimiento religioso no llegó hasta principios de este siglo. Fue en 200 cuando el entonces arzobispo castrense de España, monseñor José Manuel Estepa Llaurens, aprobó el decreto de nombramiento del Santísimo Cristo de la Buena Muerte como protector oficial de La Legión, siendo el máximo responsable de la brigada el general Enrique Gomáriz de Roble.

El 11 de junio de 2016 en el marco incomparable de la Catedral de Málaga tuvo lugar la coronación canónica de la Virgen de la Soledad en una eucaristía presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, y donde actuaron como padrinos la Armada Española, representada por el entonces almirante jefe de la Flota, Francisco Javier Franco, y las Hermanas de la Cruz.

Nadie en el Tercio sabía

quien era aquel legionario

tan audaz y temerario

que a la Legión se alistó.

 

Nadie sabía su historia,

más la Legión suponía

que un gran dolor le mordía

como un lobo, el corazón.

 

Más si alguno quien era le preguntaba

con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

Soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

 

Cuando más rudo era el fuego

y la pelea más fiera

defendiendo su Bandera

el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje

del enemigo exaltado,

supo morir como un bravo

y la enseña rescató.

 

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,

murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte

hirió con zarpa de fiera;

 

soy un novio de la muerte

que va a unirse en lazo fuerte

con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,

entre su pecho encontraron

una carta y un retrato

de una divina mujer.

 

Y aquella carta decía:

"...si algún día Dios te llama

para mi un puesto reclama

que buscarte pronto iré".

 

Y en el último beso que le enviaba

su postrer despedida le consagraba.

 

Por ir a tu lado a verte

mi más leal compañera,

me hice novio de la muerte,

la estreché con lazo fuerte

y su amor fue mi ¡Bandera!

Coronación de la Virgen de la Soledad. Sur

Coronación de la Virgen de la Soledad. Sur

Coronación de la Virgen de la Soledad. Sur

Por otro lado, entre los actos extraordinarios protagonizados por la cofradía destaca que el Jueves Santo de 1974, el Cristo de Mena no fue en su trono procesional, sino que recorrió las calles de la ciudad a hombros de los jefes, oficiales y la tropa de La Legión en un hecho único y singular que levantó una gran polémica cofrade en ese momento.

Asimismo, el 1 de octubre de 1993 y con motivo del desembarco de la Agrupación Táctica Canarias en el puerto de Málaga procedente de Bosnia-Herzegovina tras llevar a cabo labores humanitarias, la recepción, que estuvo presidida por el rey Juan Carlos I, se desarrolló ante la presencia de la imagen del Cristo de la Buena Muerte que fue trasladado a la zona portuaria, por expreso deseo del coronel de la Agrupación, y al cuál le rindieron honores los integrantes del contingente español, en su mayoría caballeros legionarios.

El Cristo de la Buena Muerte en el puerto de Málaga en 1993
El Cristo de la Buena Muerte en el puerto de Málaga en 1993 Sur

De igual forma, el Cristo de Mena, en representación del arzobispado castrense, formó parte de las imágenes que participaron en el vía crucis extraordinario que con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud se celebró en Madrid en agosto de 2011. Una participación del Crucificado que dejó estampas históricas.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios