Gomaespuma y el arte de improvisar

Noventa minutos en los que ni Juan Luis Cano ni Guillermo Fesser saben qué ocurrirá, ya que están a merced de la actualidad, pero también del público, que puede preguntar todo lo que quiera y el dúo tratará de contestar con ingenio. "La mejor improvisación es la que está preparada", reconoce Fesser. "Puedes improvisar si sabes de lo que hablas, porque de lo contrario es surrealismo. Y esto es como cuando hacíamos nuestro programa de radio, que consistía en contar las noticias y luego había dos cenutrios como nosotros, reflexionando en voz alta sobre ellas" asegura el periodista.

Más de treinta años practicando la improvisación, un género con el que comenzaron en las ondas y que tiene el riesgo de que, cuando "el cómico está bien, sale genial, pero, cuando está mal, todo sale mal, y la gente puede tirarle piedras", argumenta Cano, quien reconoce que hacer un espectáculo de este tipo resulta más sencillo en épocas de crisis, como la actual, ya que "siempre hay más temas para desarrollar y el camino para el humor está más abonado porque la gente necesita una válvula de escape". "Además, la batería de insultos es más rica que la de halagos", puntualiza Fesser.

El momento más "especial" de la función llega justo al final, cuando sale un guitarrista a escena y Gomaespuma le da al cante. "El humor está presente cuando canta Guillermo -comenta entre risas Juan Luis Cano-. Yo canto mejor y, aunque mi entonación no es del todo correcta, con la música se disimula muy bien". Y, de momento, la fórmula está resultando. "Ha sido toda una sorpresa porque la gente está respondiendo muy bien y llenando los teatros donde hemos actuado", asegura el dúo.

Valladolid, Murcia, Alicante, Bilbao y San Sebastián serán los próximos destinos de una gira que en mayo recalará en Estados Unidos, donde actualmente vive Fesser. "Ya sabes, a unos diez minutos del centro de Madrid. No más lejos" bromea la mitad del dúo Gomaespuma.