El cineasta porno Pablo Lapiedra, en busca y captura

Dada su incomparecencia, la sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, presidida por el magistrado Alfonso Guevara, ordenó la busca y captura ante la posibilidad de que se hubiera fugado, pese a que con anterioridad ya se le había retirado el pasaporte.

El tribunal ya le comunicó formalmente la semana pasada que su recurso de súplica a la extradición había sido formalmente rechazado y hoy iban a comunicarle el veredicto. Ello pese a que será el Gobierno el que deba autorizar en Consejo de Ministros su entrega a Colombia.

Las autoridades de este país acusan a Pablo Lapiedra de haber pagado en Medellín entre diciembre de 2007 y enero de 2008 a una joven de 16 años para que participara en películas pornográficas, a la que facilitó un documento de identidad falso, con su fotografía pero con datos ficticios, haciendo constar que era mayor de edad.

En la vista de la demanda de extradición, el cineasta alegó que no sabía que la joven era menor, pero para el tribunal se cumplen los requisitos que exige la ley para acceder a la extradición, ya que los hechos están tipificados como delito en España y Colombia, no han prescrito y están castigados con más de un año de prisión. Además, existen acuerdos bilaterales para la entrega de delincuentes.

Iban engañadas a un casting

Las jóvenes que usaba Lapiedra en sus películas eran de origen humilde y acudían a la grabación con la idea de que se trataba de un casting. Tras observar los vídeos de las menores, los expertos de la brigada de información tecnológica de la Policía Nacional observaron que, si bien los varones que mantenían relaciones sexuales con las chicas hablaban con acento colombiano, el hombre que grababa las escenas era español.

Después de detener a los actores que participaron en la cinta y cerrar las páginas de Internet, Interpol dictó sendas órdenes internacionales de detención contra Lapiedra y su mujer, que aparecía en alguna de las cintas y de la que se divorció posteriormente.

Pablo y su hermano Ramiro Lapiedra, ex compañero sentimental de las actrices Lucía y María Lapiedra, han producido y dirigido varias películas pornográficas y son dos de los creadores más prolíficos del género.