Tolox, el pueblo de la Sierra de las Nieves que esconde una fortaleza en su corazón
La Rinconada del Castillo, situada en la parte alta del casco antiguo, evidencia la importancia que tuvo esta población durante el antiguo Al-Ándalus
Según se va ascendiendo por sus calles a la parte alta del casco urbano, éstas se van haciendo cada vez más estrechas y sinuosas. No cabe duda. Se está recorriendo lo que hace siglos fue una fortaleza árabe. Hoy sólo se intuye, pero de alguna forma está presente. El barrio o la Rinconada del Castillo en Tolox es uno de los recorridos urbanos más trepidantes que se pueden hacer en la comarca de la Sierra de las Nieves. Muy probablemente, bajo el suelo que se pisa o en los cimientos de muchas viviendas, quede algo del importante recinto amurallado que en su día tuvo esta población.
De forma más evidente, aún se conserva algún tramo de muralla en una vivienda particular, así como un pasadizo y, en general, todo el entramado de la Rinconada, que forma parte del Barrio Alto de Tolox.
Como fortaleza, hay quien sitúa su origen en la época de dominación romana, si bien su importancia fundamental radica en la recuperación como castillo que hizo el rebelde muladí Omar Ben Hafsun en los últimos años del siglo IX. Tras la toma de la villa por parte de las tropas árabes, Abderramán III ordenó la destrucción de aquella fortaleza, que como tantas aliadas de Bobastro, habían desafiado al poder de los Omeyas durante décadas.
En la plaza Alta se pueden encontrar aún algunos edificios levantados en los siglos XVI y XVII
Como principal construcción arquitectónica, en esta parte alta de Tolox sobresale muy especialmente su iglesia, la parroquia de San Miguel, donde las crónicas aseguran que se refugiaron los cristianos de la villa durante la rebelión morisca del 1568. Años más tarde, tras un incendio, tuvo que ser prácticamente reconstruida, lo que justifica que su aspecto actual se identifique más con los estilos propios de los siglos XVII y XVIII que los originales de su primera construcción, en el año 1505. Probablemente, se levantó sobre una anterior mezquita.
La iglesia es junto a la Rinconada del Castillo otro de los motivos para perderse por el Barrio Alto de Tolox. Hasta allí hay que llegar por un laberinto de calles estrechas que se desahogan principalmente en la Plaza Alta, uno de los pequeños centros neurálgicos que tiene este pueblo malagueño.
Allí se conserva aún el inmueble que en su día fue la Casa de la Santa Inquisición, que fue construida a finales del XVII. Algo más antigua es la vivienda que perteneció al hidalgo Fernández Villamor. Hoy este espacio abierto es uno de los centros neurálgicos para los toloxeños, a pesar de no ser de grandes dimensiones.
Desde esta plaza, además, salen algunas rutas que se adentran precisamente en el espacio protegido. Entre ellas está la ruta circular del rió de los Horcajos o del camino directo que va a la ermita de la Virgen de las Nieves, un recorrido que conocen de sobra los que hacen cada año la peregrinación de la romería de la patrona.
En otro extremo del territorio toloxeño, junto a la carretera por la que se accede al casco urbano, se encuentra la otra capilla, la que se dedica al patrón, San Roque. Levantada en la década de los años ochenta, es un lugar idóneo para disfrutar de vistas panorámicas del casco urbano y su entorno montañoso, del que forma parte la cima más elevada de la Sierra de las Nieves, La Torrecilla, con 1919 metros sobre el nivel del mar.
Otro emblema religioso de este pueblo de trazado árabe es la Cruz del Padre Ventura, que está situada sobre un cerro al que se llega haciendo un vía crucis. Hoy ese camino, que se puede empezar en el propio casco urbano, junto al río de los Horcajos, está homologado como ruta de senderismo. Merece la pena hacer este intenso ascenso para disfrutar de la panorámica que se obtiene del pueblo desde allí.
Otra buena excusa para acercarse a Tolox es su balneario, que desde el siglo XIX es el único en España especializado exclusivamente en aparato respiratorio, ya que el gas que desprenden sus aguas son muy beneficiosas para determinadas patologías. Además, en el casco urbano de Tolox también se recomienda visitar la Casa Museo de Artes Populares, donde aguarda una interesante colección etnográfica, que traslada al visitante al siglo XIX.
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