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Situación. Por su ubicación, entre sierras, la villa es un enclave propicio para la observación astronómica. J. A.

Serrato, un lugar idóneo para mirar el firmamento o para practicar el senderismo

Por su ubicación, entre pequeñas sierras, como la de Ortegícar y la de Santiago, este pueblo del Guadalteba es un enclave con escasa contaminación lumínica

Sábado, 3 de junio 2023, 00:08

Las estrellas y los planetas brillan más desde Serrato. Este pequeño pueblo, que es municipio independiente desde 2014, es de los que menos contaminación lumínica tiene de toda Andalucía. Su situación, aunque no es muy elevada, goza de la protección que le ofrecen las sierras cercanas, como es la de Ortegícar, con la que llega a lindar su territorio.

Esta situación geográfica se une a la escasa población que hay en la propia villa –menos de medio millar– y en su entorno más inmediato, ya que está separado a bastantes kilómetros por pueblos vecinos, como Cañete la Real o Ardales. Sólo Cuevas del Becerro, con el que ha rivalizado históricamente, tiene algo más de proximidad.

Esto hace que especialmente cuando se acerca el verano sean muchos los aficionados a la astronomía que se acerquen hasta allí para ver con más nitidez lo que ofrece el firmamento.

Lógicamente, hay que alejarse algo de su casco urbano, para disfrutar de forma más intensa de las estrellas y de los planetas, que en conjunto se ven como un manto brillante que da algo de luz a las noches de Serrato.

Esta localidad está unida a Cuevas del Becerro, Serrato o Arriate gracias al gran recorrido que une Tarifa con Atenas

Las mismas sierras que lo cobijan y evitan la contaminación lumínica también son idóneas para pasear o practicar el senderismo. De hecho, esto es posible en mejores condiciones, tanto de seguridad como de orientación, gracias a la homologación de tres rutas que permiten conocer mejor el territorio de Serrato.

En este pueblo del Guadalteba hay quien puede pensar que sólo hay extensos campos de cereales y olivares, pero esta red de senderos permite precisamente ofrecer otra visión.

Lo saben bien quienes han hecho la ruta lineal de la sierra de Santiago (SL-A-351), que, como los otros dos nuevos recorridos, parten del mismo pueblo.

En este caso, desde el cementerio se emprende un bonito camino que va ofreciendo distintas caras del territorio serrateño. Tras pasar junto a campos de cereales, se comienza un interesante recorrido, con tajos abruptos, algunos pinos y un sorprendente encinar.

Caminos. Esta primavera, la localidad ha incorporado una nueva red de senderos. J. A.

Así, este camino llega hasta el cerro de Almanzora, punto de retorno y excelente mirador tanto de Serrato como de su entorno, que, cabe recordar, enlaza con el parque nacional de la Sierra de las Nieves.

También ofrecen otras perspectivas de Serrato, las otras dos nuevas rutas que se han incorporado en marzo a su red de senderos. Así, el SL-A-350, lleva hasta el Almorchón de Gutiérrez, un cerro que con sus casi mil metros de altitud sobre el nivel del mar, propone una bonita subida para deleitarse también con excelentes vistas panorámicas, pero también con el paisaje, a veces abrupto y otras forestal, gracias al pinar existente.

Con esta última ruta coincide parcialmente la que completa esta nueva trilogía senderista, la de Siete Pozos (PR-A-489). Se trata de otro recorrido circular que llega hasta el paisaje kárstico que da nombre al itinerario. Antes pasa por el curso fluvial del río Riachuelo y después por otro bonito encinar.

Estas tres nuevas rutas hay que unirlas a otros dos senderos ya existentes en el territorio serrateño, las etapas del gran recorrido que une Tarifa con Atenas, el GR7-E4. Así, Serrato también está unido por ruta pedestre y ciclista a pueblos relativamente cercanos o vecinos, como Ardales, Cuevas del Becerro o incluso Arriate.

Pero sería un error ir a Serrato sólo por sus caminos o por ser un lugar idóneo para mirar el firmamento.

Vegetación. Las rutas de la sierra de Santiago y de Siete Pozos muestran encinares como éste. J. A.

El pueblo, aunque es el más pequeño de la comarca del Guadalteba, también merece un recorrido por sus calles empinadas. Sobresale como edificio más emblemático la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que se levantó originalmente en el siglo XVI, si bien el aspecto actual es mucho más contemporáneo, después de distintas remodelaciones. No en vano, la última actuación para mejorar el templo apenas tiene quince años.

A ella hay que unir una pequeña ermita, que sirve de mirador panorámico del pueblo, y la conocida como Fuente del Caño, un antiguo manantial que fue remodelado en el año 2008.

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