Alpandeire se encuentra entre Atajate, Ronda y Faraján, un enclave de gran belleza. J. A.
Escapada

Alpandeire, secretos en el corazón del Havaral: momias en la iglesia y la picota que nunca se usó

Alpandeire. Aunque este pueblo es conocido especialmente por ser el lugar donde nació Fray Leopoldo, también tiene enclaves enigmáticos y curiosos

Viernes, 25 de abril 2025, 02:00

Ya a simple vista el tamaño de su iglesia se antoja excesivamente grande en relación con las dimensiones que tiene el pueblo. Es la primera de las muchas curiosidades que aguardan en el pueblo que en 1864 vio nacer a Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez, más conocido como Fray Leopoldo, el beato con más devoción de Andalucía.

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En los últimos años la figura de este monje capuchino, enterrado en Granada, ha sido uno de los grandes atractivos para muchos visitantes. No en vano, en el pueblo hay muchas referencias a él, desde esculturas y monumentos que lo recuerdan a su casa natal, a la que se accede por un precio simbólico. También hay una cuenta atrás para la apertura de un centro de interpretación sobre su vida.

Pero ni siquiera este personaje histórico puede eclipsar otras curiosidades que tiene este pueblo del Alto Genal, zona de la Serranía de Ronda también conocida históricamente como el Havaral.

En el pueblo la mencionada iglesia, dotada con dos torres, sorprende al viajero. Su forma y su tamaño hace que desde hace años se le haya apodado como la 'catedral de la Serranía'. La parroquia de San Antonio de Padua ha llegado a inspirar una leyenda que quiere justificar su situación con una leyenda que afirma que hace años se confundieron los planos de ésta y la iglesia de Igualeja, el municipio más poblado de la zona.

Más allá de esa creencia popular, hay otra singularidad en el interior del templo, ya que allí se conservan dos momias que pueden llevar unos tres siglos aproximadamente. Lo que desconcierta es el buen estado de conservación de ambas. Hay quienes creen que es porque los cuerpos fueron embalsamados previamente. También están los que piensan que las condiciones naturales de esta zona del Valle del Genal han propiciado que no se deterioren con el paso del tiempo.

La imagen de Fray Leopoldo está muy presente en el pueblo y su entorno. J.A.

Algo más de medio siglo antes de que naciera Fray Leopoldo, en Alpandeire trataron de evitar el ataque de las tropas napoleónicas con un muro. Era el año 1810 cuando el alcalde de la época mandó construir una gran trinchera con piedras que sirviera para cortar el paso a la caballería francesa.

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Y así lo hicieron los vecinos, en lo que hoy, más de dos siglos después, se conoce todavía como el 'muro de los franceses'. Llegó a medir 1680 varas, es decir, unos 1400 metros de longitud. Sin embargo, ese muro no fue suficiente para evitar la entrada de las tropas invasoras, que usaron, según cuentan en el pueblo, el camino del Infiernillo.

Y muy ligado al papel que jugó el pueblo en la Guerra de la Independencia encaja el regalo simbólico que el rey Fernando VII dio a la villa. Situado relativamente cerca del casco urbano, se conserva aquella peculiar dádiva, una picota, es decir, una columna de piedra, que servía hasta el siglo XIX para mostrar a los ajusticiados ante los demás. Sin embargo, en este caso no se llegó a usar con ese fin.

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Alpandeire puede presumir también de tener importantes vestigios prehistóricos, como es el dolmen de Encinas Borrachas, que se encuentra en una llanura accesible a pie desde la carretera Ronda-Algeciras, pero dentro de su término municipal.

Apodada como la 'catedral de la Serranía', la iglesia es la mayor del Alto Genal. J. A.

En concreto, se encuentra en el puerto de montaña de Encinas Borrachas. Este monumento funerario forma parte de un conjunto situado en la zona que corresponde con enterramientos realizados entre finales del Neolítico y la Edad del Cobre (finales del IV-III milenio a.C.).

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Alpandeire también es un pueblo muy interesante para disfrutar de la naturaleza. Además de contar con varias rutas de senderismo que lo unen a pueblos vecinos, donde destaca la que lleva el nombre de Fray Leopoldo (hasta Jimera de Líbar pasando por Atajate), hay algunos fenómenos temporales que muchos panditos han podido ver tras lluvias copiosas, como la virulencia con la que salen las aguas a través del Pozancón y del Chorrerón.

En el último año, Alpandeire también ha sido noticia por haber llevado a cabo una importante reintroducción de lechuzas en su entorno, de donde desaparecieron hace ya casi dos décadas. Hasta la fecha ya han sido ocho los ejemplares que vigilan las noches en este pueblo.

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