Turismo de nieve: la renovación es el camino

En los últimos tres años el turismo de nieve ha experimentado una notable y esperada recuperación como evidencian las cifras: durante la pasada temporada 2013-2014, se alcanzaron los 5,4 millones de esquiadores, continuando con la tendencia de crecimiento de 2012-2013 (cuando se registraron 4,8 millones). De esta forma, el sector empieza a dejar atrás los malos resultados de 2011-2012, la peor temporada, y ha logrado aumentar en 1,4 millones el número de esquiadores.

A este crecimiento hay que sumar además el de la ocupación hotelera. Aunque el cambio de hábitos del visitante desde que comenzó la crisis repercute en una menor aceleración, por la reducción de pernoctaciones y el estancamiento del precio medio de la habitación, destacan las ocupaciones muy altas (cercanas al 90%) en hoteles a pie de pistas en festivos clave durante la temporada, como Navidad y Reyes, puentes como el de la Constitución y San José y carnavales.

El conjunto de estos datos nos permite ser optimistas de cara a esta temporada de inverno, a punto de comenzar, en la que esperamos crecimientos en torno al 10-12% en esquiadores y pernoctaciones y un estancamiento en los precios medios. No obstante, tenemos que tener en cuenta el factor meteorológico ya que es determinante en un cliente cada vez más sensible al gasto si las condiciones no son favorables, esto es, buen tiempo y calidad y cantidad de nieve.

Precisamente en relación al gasto, los números que manejamos son de un gasto medio de entre 160-170 euros al día. Esto es: por cada euro en forfait, el cliente genera 6 euros de gasto indirecto, sea en alojamiento, restauración, escuela de esquí, alquiler de material o compras.

El alcance de estas buenas perspectivas, pasa por adaptarse a las nuevas exigencias que demanda el cliente y hacer frente a varios retos. Por una parte, el cambio en el perfil del cliente de montaña. En los últimos 10 años, el debutante se ha reducido por la incidencia de la crisis y del sedentarismo infantil en el sur de Europa. Así, la pasada temporada 2012-2013 ha disminuido del 30% al 19%. Esto ha dado lugar a un incrementado de la media de edad, el porcentaje de esquiadores mayor de 36 años ha pasado del 24% al 34%, y han aumentado en un 5% los esquiadores expertos, que representan ya el 20% del total.

La demanda actual del esquiador también se ha modificado y tenemos que responder a ello. Ahora el cliente dedica menos horas al esquí y se inclina más por servicios après-ski. Por eso, los hoteles deben satisfacer las actuales necesidades del esquiador con nuevos servicios, como lo son nuestros balnearios o el club infantil y la oferta gastronómica con productos autóctonos de las zonas de montaña. Y completar esta oferta con actividades outdoor (paseo con raquetas, esquí de fondo o de montaña).

Los buenos resultados también seguirán dependiendo en gran parte del mercado Nacional que supone un 86% de los mismos. Sin embargo, el mercado internacional, que alcanza ya el 14% (siendo Francia, Portugal y Reino Unido los que encabezan las procedencias), está ganando fuerza. Si sabemos aprovechar las oportunidades que están surgiendo, como los vuelos low cost, seremos capaces de atraer a nuevos esquiadores internacionales.

En conclusión, si sabemos estar a la altura de lo que demanda el sector y el cliente, el turismo de nieve puede ofrecer una estupenda temporada que anime al esquiador español a disfrutar de sus muchas alternativas. Superar este reto pasa también por hacer frente a las propuestas de las plataformas online contraatacando con ofertas paquetizadas para conseguir precios más atractivos mediante la integración entre hoteles y estaciones de esquí y ser así competitivos en el mercado. De esta forma no sólo se beneficiará el turismo de nieve, sino que seguiremos contribuyendo a la mejora de la recuperación económica de nuestro país.