Secciones
Servicios
Destacamos
En la búsqueda incesante de asuntos que puedan enfrentar a la sociedad, el viejo proyecto de destruir el Valle de los Caídos cobra protagonismo. Aún ... envuelto este plan en una cierta nebulosa, voces autorizadas se quejan de que ciertos anuncios gubernamentales reflejan decisiones o cuestiones que no pueden abordarse sin la aprobación de la Iglesia. Todo indica que la basílica ha de mantener su carácter eclesial, que la orden religiosa allí asignada no va a desaparecer del lugar, sino que seguirá a cargo y con sus actuales funciones y que la cruz, esa gran cruz que significa al monumento, no podrá tocarse. Lo que más llama la atención es la insistencia y el prurito de este gobierno en resaltar el pasado y traerlo al presente, a más que lo escondan, hay un tufo inocultable de ajuste de cuentas que como sociedad sólo puede alarmarnos. Es reiterativo argumentar que en España hubo una guerra civil, que no fue una invasión ajena ni se trató de unos pocos contra todos, sino de dramáticas mitades. El papel y los encendidos discursos de protagonistas y sus herederos pueden aguantarlo todo. Pero hurgar en aquella terrible herida de las dos Españas ni puede ser bientencionado ni traer un buen resultado. Dejar a los muertos en paz, a los recuerdos en la cabeza de cada cual y a la historia en manos de los historiadores, no sólo es un mandato del sentido común, es lo justo, lo democrático, lo constitucional, lo más responsable y lo más inteligente. No se puede, no se debe, jugar con los sentimientos de la gente, más aún cuando la Transición fue y trajo el gran pacto nacional para dar carpetazo a los bandos de una vez por todas y emprender el camino y la realidad de la democracia. Si alguien, calculadamente, considera que una acción de este tipo puede reportarle algún tipo de beneficio político electoral o personal, cabe reseñar que planea o actúa con una vocación miserable, insufrible e intolerable. Más allá de las versiones acerca del Valle de los Caídos o Cuelgamuros, de su construcción, de sus enterrados de ambos bandos, etc. con profundo respeto a que los familiares puedan exigir que los restos de sus afectos puedan permanecer o trasladarse de lugar, nadie debe ir más allá en rescatar viejos enfrentamientos. Imponer un relato en contra de la imposición del relato contrario no es de recibo. El relato es la Transición, la democracia y la Constitución.
A pesar de todo, por mucho esfuerzo equivocado que haga Sánchez, nadie podrá devolvernos al pasado. Ni odio ni rencor, estado de derecho, democracia y tribunales de justicia. La guerra terminó hace 86 años y Franco murió hace 50, es tiempo de respeto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Salvan a una mujer atragantada con un trozo de tostada en un bar de Laguna
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.