Aún huele a leche

He visto más de treinta veces el vídeo de Albert Rivera con el perro 'Lucas'. A los que hayan estado metidos en una cueva sin cobertura, televisor ni wifi durante las últimas 48 horas, les diré que Rivera ha hecho un vídeo supuestamente espontáneo en el que nos presenta su 'arma secreta' para el debate. Se trata de un cachorrito marrón al que sus contrincantes del debate tendrían que enfrentarse. En un momento concreto de los doce segundos que dura esta joya, Rivera se acerca al perro como si se lo fuera a comer y dice «aún huele a leche, todavía es un bebito». La frase como comprenderán ha encendido las alarmas del humor y ha resultado tremendamente 'creepy', o sea, que ha dado bastante repelús o grima a todo aquel que lo ha visto.

En los magazines de la mañana de ayer, a los tertulianos se les veía hacer esfuerzos sobrehumanos para evitar empezar a soltar bromas sexuales y totalmente inapropiadas en su horario, como yo ahora mismo, y estuvieron debatiendo sobre marketing político y sobre una secuencia de los Simpson, que es el verdadero oráculo de la postmodernidad, donde ya se vaticinaba lo bajo que hay que caer para intentar dar pena empleando cachorros como estrategia electoral. La ultraderecha en España va a caballo, pero no con un componente preciso de amor por los animales, sino como el gran medio de transporte de la Reconquista. Digamos que Vox utiliza a los caballos de la misma manera en que los comunistas utilizaron la bicicleta.

Insisto en que, incluso después de más de una treintena de visitas, siempre hay un momento en el que termino convencido de que Albert Rivera se va a comer el perro, dando un nuevo sentido al animalismo nacional. El tipo de can, cuya matriculación aumentará en España de manera considerable, es un 'caniche toy', que hasta el nombre de la raza podría tener mandanga. Esto lo averigüé pronto al poner Google 'raza Albert Rivera perro', una búsqueda que dicha así me sabe fatal haber escrito. Dicen que Spotify sabe mejor que tú lo que te gusta, y que a una pareja solo se la conoce de verdad una vez visto su historial de PornHub.

Anoche supimos si le ha servido de algo su arma secreta porque, para los que hayan seguido metidos en esa cueva, anoche se celebró el debate. Esto en realidad es un atrevimiento periodístico decirlo porque ha podido ocurrir una catástrofe: por eso hay en algún periódico nacional una crónica total de un concierto que al final se suspendió. Y esto sucede también porque el debate terminará tarde; todo el 'prime time' en España es tardío, y los políticos lo sufren. La otra noche, el presidente del Gobierno apareció en una entrevista con unas ojeras tremendas, como muy trasnochado. No descansan y encima nos reímos de ellos pero es que, queridos políticos, especialmente los de Ciudadanos: la culpa no es de los españoles por reírse de vosotros, es que nos lo ponéis a huevo.