La gomina del poder
VOLTAJE ·
La historia de Mario Conde es la del auge y caída del adhesivo capilarSecciones
Servicios
Destacamos
VOLTAJE ·
La historia de Mario Conde es la del auge y caída del adhesivo capilarRegresa la melancolía y se estila la renuncia a un futuro. Mario Conde ha vuelto a las pantallas, otra vez. Ya lleva varias apariciones estelares, ... cualquiera diría que está tramando algo, y los medios de comunicación y, por lo tanto, las gentes, han vuelto a ver en él a una estrella. En esta ocasión, el exbanquero ha dado una entrevista en el fincorro en el que habita (que no «en su fincorro») para que podamos comprobar, por si se nos había olvidado, que sigue siendo una de las personas más soberbias que se pueden encontrar, en muchos sentidos, unas veces con clase y otras con desfase, miembro de esta tribu de banqueros y de ex que van por la vida de absolutos sobrados, como si formaran parte de una especie de nobleza, o eso creen, y certificando a todas horas, y hasta la náusea, que el poder está donde está el dinero.
Parece que hay profesiones para las que entrar en la cárcel suponen gajes del oficio. Mario Conde, que protagonizó aquel titular facilón, «Mario Condenado», ha negado que tenga intención de formar un partido político porque es consciente de que no tendría éxito. Parece mentira que esto suponga un alivio, no porque sea muy de derechas, sino porque le veo más inclinado ideológicamente a una forma sutil de anarquía, el pijoanarquismo. También ha dicho que tenía demasiado dinero como para robar y que todos los que cazan perdices son competitivos, dato este último que habrá que tener en cuenta para nuestro círculo de amistades.
El grado de 'revival' de ver a Mario Conde en la televisión se aviva con la certeza de que no ha envejecido mal. Conserva el atractivo que un día tuvo y que desarmaba periodistas. La erótica del poder sobrevuela sobre él con un descaro idéntico a la frescura que ha tenido para declararse insolvente y mantener un nivel de vida que desde fuera parece óptimo. Debe de llevar media vida en la lista de morosos, que es como la cara b de la de Forbes; acaso más inquietante, por más real. Y la gomina. Creo que Mario Conde se ha echado tanta gomina que el pelo le nace ya engominado. Su historia es la del auge y caída del abuso de este gel adhesivo capilar que inventó un estudiante de veterinaria en una farmacia de Buenos Aires, también es importante almacenar esto. A mí me decían que no me la echara si no quería terminar implicado en un escándalo financiero que conllevaría de forma inevitable la intervención de mi banco y mi paso por prisión, y alguna vez, aunque en Málaga, con la calor, la gomina podría derretirse, he incumplido el consejo. Y el imperio ha seguido en pie.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.