Ahora que sabemos el ganador de las elecciones seguimos sin saber si habrá Gobierno. De lo único que hay certeza es de que la situación ... es aún más incierta que antes de la repetición electoral. El tablero político se ha enmarañado tanto que para desenredarlo va a hacer falta algo de lo que los políticos andan escasos: el predominio del interés general sobre el particular. A ver qué pasa. Porque la solución no pasa por estar votando cada seis meses. Por el camino se ha quedado Albert Rivera, que iba para estrella y ha terminado estrellado, aunque ha tenido la vergüenza torera no solo de dimitir como presidente de Ciudadanos, sino de dejar la política. El tiempo dirá si su marcha es definitiva o un hasta luego. Ahí está el ejemplo de Pedro Sánchez, que en octubre de 2016 dimitió como secretario general del PSOE y, cuando parecía que estaba acabado, regresó para hacerse con las riendas de su partido y luego se convirtió en presidente del Gobierno de España. Cosas más raras se han visto. Así que quién sabe cuál será el futuro de Albert Rivera. De momento, se ha ido, pero ¿volverá?
Ignoramos si los partidos se pondrán de acuerdo para que haya Gobierno o si habrá unos terceros comicios consecutivos, pero sí sabemos que el Grupo Planeta ha cerrado el Círculo de Lectores, que es de lo que realmente yo quería escribir, aunque haya dedicado casi la mitad de este artículo a esa novela de misterio político que no se ha resuelto tras las elecciones. Y hablando de novelas, cuánto bien ha hecho el Círculo de Lectores a la cultura española, sobre todo en unos años en que el acceso a los libros estaba vedado para muchos españoles. Merced a las obras editadas por el que fue el mayor club de lectura de España, me adentré en mi niñez en el apasionante mundo de los libros. La biblioteca de casa de mis padres se nutría de los volúmenes del Círculo de Lectores, tomos que periódicamente iban ocupando su lugar en las estanterías, de donde yo los cogía para ir fomentando mi hábito lector y moldeando mi paladar literario. Con esas novelas del Círculo de Lectores mantengo un agradecimiento eterno, porque a través de ellas viajé por todo el mundo sin moverme de mi cuarto. Fueron horas y horas de lecturas inolvidables en mi infancia y adolescencia. De hecho, algunos de los títulos que más impacto me causaron, cuando me independicé, se los cogí a mi padre y me los llevé conmigo. Aun hoy, los sigo conservando y releo con las mismas ganas de la primera vez. Son amigos para toda la vida que nunca abandonaré.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.