Borrar
HABLAR Y VIVIR

Gabrié

ANTONIO GARRIDO

Domingo, 4 de septiembre 2016, 10:17

Hace algunos años un grupo de música andaluz se hizo bastante popular con una letra en la que se preguntaba por el «probe Migué» que hacía mucho tiempo que no salía y vivía alejado. Eran varios los factores del éxito, entre ellos la edad avanzada de los componentes del grupo, pero lo más llamativo era ese cambio en el nombre, «probe» por «pobre», que llamaba mucho la atención y que en la conciencia lingüística de la mayoría de los hablantes se considera muy incorrecto.

El cambio de lugar de un sonido dentro de una palabra -la RAE pone el ejemplo de «perlado» en lugar de «prelado»- se llama técnicamente metátesis que tiene su origen en una palabra griega que significa «transposición». Siempre se ha considerado como un vulgarismo, una forma propia del vulgo. El matiz peyorativo es evidente.

Ha fallecido el cantante mexicano Juan Gabriel, muy popular en todo el mundo hispánico. Se han sucedido las imágenes de diversas cadenas de televisión mexicanas donde los presentadores han hablado de Juan Gabriel, el divo de Juárez, sin errar en la pronunciación del nombre.

Cuando se redactó la Constitución ilustres colegas mexicanos me escribieron con bastante sorna y no poco humor para reírse de cómo había quedado redactado el artículo en el que se nombraba el idioma. Todos los filólogos, al menos con todos los que hablé, nos sonrojamos por la ignorancia de los redactores que sacrificaron la ciencia al oportunismo político que, como se ha visto durante décadas, fue una concesión inútil.

Me duele que se rían del mal uso del español. Ya sé, lector amable, que el verbo doler quizás sea excesivo pero no lo es. Es muy penoso aguantar la zafiedad y la ordinariez. Existe un programa de televisión de gran audiencia que rivaliza con ventaja en este aspecto. Su presentadora nos informó de la muerte de «Juan Grabié» y se quedó tan ancha. No lo dijo una vez, lo repitió varias veces.

Quizás, ojalá no, este artículo sea de los pocos que consideran de mal gusto esa vulgaridad idiomática que se corresponde con otras vulgaridades y de la que se hace gala, que es lo peor. ¿Tanto trabajo cuesta decir Gabriel? ¿Es acaso un esfuerzo insuperable? Aquí no se trata de ponerse purista, se trata de ser un hablante normal. Es cierto que en la zona geográfica de la que es originaria esta señora la metátesis no es un fenómeno raro pero está circunscrito a niveles culturales muy bajos. Aunque la cadena sea privada no le costaría mucho cuidar el idioma.

Claro está que vivimos en tiempos confusos. En una página de la Red leo una defensa del empleo del vulgarismo en andaluz. Es muy verdad que el campanario no deja ver más allá. Estos señores defienden que los andaluces pasen por analfabetos. Existe un uso medio y normal de español en todo el mundo hispánico que es el permite la comunicación y el progreso.

¿Decir «Gabrié» es una broma de mal gusto o es que en el equipo del programa creen que ese es el nivel del telespectador y con eso conseguirán más audiencia?

La frase de la semana es la que pronunció Sánchez después de su entrevista de veinte minutos con Rajoy: «Ha sido una reunión perfectamente prescindible». Ante lo dicho se formulan las interpretaciones más variadas y orientadas desde un punto de vista político. Siempre quedará la duda de si los asesores se la aconsejaron para dar una imagen de fortaleza a sus electores, de energía. Tampoco es descartable que Sánchez tenga en la mochila un plan de coalición, que tampoco sería muy descabellado después de analizar sus mensajes. No olvidemos que, como con Zapatero, la línea entre la realidad y el deseo es leve.

Existe el vocablo «inútil» pero en este marco «prescindible» es aún más radical. Se puede celebrar una reunión para tratar un tema, no llegar a ningún acuerdo y, por tanto, sean muchos o pocos los esfuerzos empleados, el resultado es la inutilidad de la acción; por el contrario lo prescindible remite a que ni siquiera se debieron reunir por que a priori se iba a hacer abstracción del hecho de reunirse.

Con el lenguaje se puede hacer todo y nada. El líder socialista podría haber declarado que en la reunión le ha reiterado su no, pero ha preferido dar una vuelta de tuerca a la negación hasta llegar a la imposibilidad conceptual.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Gabrié