Insultos e insultos

Sánchez insulta a Rajoy y Rajón a Kennedy. Sánchez le dijo a Rajoy, hablándole de usted, que no es decente, y Rajoy le dijo a Sánchez, también hablándole de usted, que es ruin, mezquino y miserable. Soraya Sáenz de Santamaría -mira quién baila- acusó a Sánchez de macarrismo político y Rajón le dijo a Kennedy «puto maricón». Los insultos intercambiados entre Sánchez y Rajoy son de juguete, de los que no se ven, inexistentes entre conductores o entre jugadores y árbitros. Rajoy y Sánchez no son como nosotros. Es mucho más rastrero Errejón, y Rajón ni te cuento. Rivera ha comentado sobre Sánchez que bajar al barro del insulto fue traspasar límites que no hacían falta, y Alberto Garzón, a quien me encantaría ver en un debate con Iglesias, manifestó que hay que ser radical pero manteniendo la elegancia. Rivera quiere bajarnos al barro, pues nos invita a todos los españoles a ver de nuevo el debate, aunque para verlo de nuevo hay que haberlo visto ya, y Pablo Iglesias confiesa que no está de acuerdo con el programa de Rivera en muchos puntos pero que no van por ahí insultándose. Es un avance que el nivel de insultos sea este, y sólo Rajón se pase. A mí, que como buen conductor me han dicho de todo, me consta que no es agradable ser insultado, y lo mismo opina el coronel Lezcano, a quien han llamado «bizco baboso» y «cabrón». Que te llamen cabrón fastidia, oye, pero es un vocablo que a fuerza de repetido fuera de contexto se ha vaciado de contenido, pero que te digan bizco baboso, sobre todo si lo eres, es para poner una demanda. El coronel Lezcano lo ha entendido así y se ha querellado con Zaida Cantera e Irene Lozano, que son quienes así lo han calificado. Irene Lozano pertenecía a UPyD, pero se ha pasado recientemente al PSOE, paso que no gustó a Susana Díaz, quien aseguró que Irene Lozano insultaba sistemáticamente a los andaluces. Sosa Wagner dice que Lozano le insultó al proponer el acercamiento de UPyD a Ciudadanos, y algunos excompañeros de Lozano la han calificado de indecente, como Rajoy (según Sánchez).

Ser bizco supone una dificultad absolutamente menor, pero es indecente, como Lozano (según sus excompañeros) que te lo restrieguen, convirtiéndolo en un insulto. El coronel Lezcano considera vulnerado su honor, y pide una rectificación y 30.000 euros. Zaida Cantera, exoficial del Ejército, había denunciado al coronel por acoso sexual, y fue condenado por ello, por lo que su honor ya andaba de aquella manera. Y nos queda Rajón, que no tiene nada que ver con Iglesias pero sí con Sacramento. Rajon Rondo es un jugador de la NBA, de los Sacramento Kings, que llamó al árbitro Bill Kennedy «puto maricón». El árbitro ha declarado sentirse orgulloso de ser árbitro y también de ser homosexual. Como comentaba Fernando Tejero, una cosa es salir del armario y otra que te saquen a patadas. Sin duda, mirar a un homosexual y ver a un puto maricón es digno de ser tratado. El jugador se ha disculpado, puede que sirva de algo como ejemplo. Nació en Kentucky, el lugar al que es más fácil llegar. Ya saben, al bajar del avión en Nueva York, vayan a la taquilla de autobuses. Sólo tienen que decir: one ticket to Kentucky. Seguido de please, es lo más decente.