Rivera dice que si los números dan pactará un gobierno con el PP en menos de un mes
NURIA VEGA
Jueves, 19 de septiembre 2019, 00:04
madrid. Ciudadanos mantendrá su apuesta en la segunda llamada a las urnas y buscará asentarse definitivamente en el espacio del centro derecha. 48 horas después de su oferta condicionada al PSOE para pactar una abstención e investir a Pedro Sánchez, Albert Rivera volvió a dejar claro ayer al electorado que su intención es gobernar con el PP si los números cuadran el 10 de noviembre. «Si esa noche hay un solo escaño más para cambiar el Ejecutivo -se reafirmó-, llamaré al señor Casado, sumaremos y formaremos un Gobierno. Me comprometo a hacerlo en menos de un mes».
Es la primera promesa de campaña. Una contienda que los liberales quieren librar en solitario y con sus propias siglas para intentar hacerse con el liderazgo del centro derecha. La dirección de Ciudadanos no contempla coaligarse con el PP antes de las elecciones y formar parte del experimento España Suma que ha planteado el equipo de Pablo Casado. Ante el riesgo de quedar desdibujado, y por si aún persisten las dudas, Rivera no sólo cerró este miércoles la puerta a una alianza electoral global, también cegó la posibilidad de listas conjuntas en el Senado o en algunas circunscripciones.
El argumento para desechar la coalición en la Cámara alta, donde según los populares sería más rentable la suma, la encuentra en su programa electoral. «Yo no les voy a engañar: Ciudadanos dice que hay que reformar el Senado o cerrarlo, y el PP, que hay que darle más competencias. ¿Es compatible? Sería un poco ridículo, digo yo, que en una misma lista fuera gente que quiere cerrarlo y gente que quiere reforzarlo», replicó en una rueda de prensa en el Congreso en la resaca del fracaso de los partidos para salvar la investidura.
Pero, además, en Ciudadanos consideran que el España Suma de Casado, pese a que se trata de un planteamiento pendiente de concreción y en el que no se ha descartado en público a Vox, podría acabar movilizando el voto de la izquierda y beneficiar al PSOE.
El modelo de Rivera vuelve a ser en esta campaña Andalucía, donde el popular Juanma Moreno lidera un Ejecutivo bicolor. Allí la unión de escaños de ambos y el apoyo externo de Vox -con el que Ciudadanos tampoco querría entrar en un Consejo de Ministros- fue suficiente para relevar al PSOE en la Junta. Esa es la idea que los liberales pretenden trasladar a su electorado: que las alianzas no tienen por qué forjarse antes para alcanzar el poder. En definitiva, una forma de combatir la llamada al voto útil que ha activado el PP en agosto.
Expectativas de crecimiento
Mientras tanto, los populares no prevén dejar a un lado su España Suma por mucho que no haya cosechado respaldos en los potenciales aliados. Fuentes del PP no descartaron hoy próximos contactos con Ciudadanos. Mantener viva la oferta les sirve, al menos, para intentar que cale la idea de que la fragmentación resta y llamar a la unidad de voto con más elementos que el 28-A.
Los pronósticos del PP, que parte de 66 diputados, son de crecimiento, aunque las encuestas no conceden a la derecha opciones de gobernar. En todo caso, con la expectativa de ganar algo de peso, Casado reunirá mañana a sus grupos parlamentarios en el Congreso antes de que las Cortes se disuelvan. El encuentro no tendrá nada que ver con aquel de marzo en el que los sondeos hablaban de hundimiento y muchos de los asistentes acudieron a despedirse del cargo. Ahora calculan que su bancada crecerá unos 20 escaños en las próxima legislatura.
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