¿Deberían llevar corbata negra los políticos en señal de duelo por la víctimas del Covid-19?

Susana Zamora

Miércoles, 15 de abril 2020, 19:46

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Hace más de un siglo, con la mal llamada 'gripe española' de 1918, que España no vive una pandemia tan prolongada y con consecuencias tan dramáticas para la población. Por eso, la declaración de luto oficial en estos momentos en que el país aún está en el ojo del huracán suscita dudas. La ciudadanía está consternada y sumida en la tristeza por las más de 18.000 muertes, pero ¿hasta qué punto decretar ahora el luto nacional sería bueno?

El presidente del PP, Pablo Casado, se lo solicitado ya en varias ocasiones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En una de sus intervenciones en el Congreso, llegó a reprochar al jefe del Ejecutivo el hecho de que no cambiase el color de su corbata y a preguntarle: «¿Cuántas (personas) más tienen que morir para que se decrete el luto nacional?». Su crítica ha ido a más y este miércoles, Casado volvió a reprochar la actitud de Sánchez: «Sea humilde y póngase la corbata negra que usó para homenajear a las víctimas francesas del Bataclan». El del luto se ha convertido en un reproche habitual entre las filas del PP y también de otros partidos, como Vox. En la misma sesión de control, el presidente del Gobierno replicó, sin embargo, que siente «como propias» a las víctimas y que tendrán su «reconocimiento».

Hasta ahora, el luto nacional solo se había decretado después de acontecimientos puntuales, como atentados o el fallecimiento de algún político aún en activo. Su declaración implica el izado de banderas a media asta en el exterior de los edificios públicos, el crespón negro en las banderas interiores y una restricción horaria o cierre de esas instalaciones públicas durante el tiempo que se prolongue ese luto oficial, que suele ser entre tres y cinco días. «Creo que sería más acertado declarar el luto nacional cuando pueda ir acompañado de funerales de Estado y otro tipo de actos donde se rinda homenaje a las víctimas y a sus familiares. De declararlo ahora, podría perder parte de su esencia», aclara Diana Rubio, politóloga, experta en protocolo y en comunicación política.

Para esta especialista, que dirige el Instituto Mediterráneo de Estudios de Protocolo y hace tres años recogió en EE UU el 'Napolitan Victory Award', considerado el 'Oscar' de la consultoría y la comunicación política (en la categoría de 'Mujer más influyente del año'), otro caso bien distinto es que lo declare un municipio o una comunidad autónoma, como ya lo están haciendo algunas, para mostrar su cercanía con los ciudadanos. Zaragoza lo ha hecho y en Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, lo declaró también de manera indefinida con un acto en la sede de la Comunidad en la Puerta del Sol. Sin embargo, la melodía que acompañó al acto, según Rubio, estaba fuera de lugar. «No está regulado, fue algo alegal, pura innovación que habrá a quien le guste y a quien no», apunta.

Hasta el momento, han sido algunos representantes del PP, Vox y Ciudadanos los que mayoritariamente han adoptado corbata negra en sus apariciones públicas. «Su idea es ir en consonancia con la solicitud que han hecho al presidente del Gobierno para que declare el luto nacional. Es algo muy visual y que puede interpretarse como una cortesía hacia todos esos familiares que han perdido a sus seres queridos durante esta pandemia».

También lo ha hecho esta misma semana la periodista Ana Rosa Quintana, quien el martes apareció en su programa con un lazo negro pinchado en la blusa en recuerdo por las más de 18.000 víctimas del coronavirus.

Pero esta experta disipa dudas: no hay nada regulado sobre el uso de la corbata negra u otras prendas oscuras. «Es solo una norma social, basada en el derecho consuetudinario, y que los ciudadanos adoptan cuando hay un fallecimiento. Lo que es indudable es que cuando van al Congreso y se dirigen a todos los ciudadanos con una corbata negra están lanzando un mensaje no verbal muy potente a toda la sociedad», explica.

En su opinión, si Sánchez apareciera con corbata negra, en cierta forma estaría dando la razón a sus oponentes políticos y les estaría dando un argumento para atacarle. «Al final la etiqueta se convierte en estrategia política». ¿Qué hacer entonces, defender posiciones políticas propias u olvidarse de ellas y mostrar empatía con los ciudadanos?

Según Rubio, si el presidente del Gobierno va con una de color burdeos, parte de la sociedad puede percibir que no va acorde con el momento que estamos viviendo, que peca de falta de sensibilidad, «pero no hay declarado un luto oficial que le obligue en cierta forma a vestir de oscuro; es, por tanto, una elección personal».

Para esta experta en protocolo, los colores comunican dependiendo del contexto en el que estemos y la sociedad necesita del aliento de las autoridades en estos momentos. «Resulta curioso que la reina de Inglaterra cuando se dirigió al país por esta crisis sanitaria iba vestida de color verde esperanza. Pero, ¿qué hubiera pasado en España si Pedro Sánchez aparece con una corbata de ese color? Algunos quizá lo hubieran interpretado por ese lado esperanzador, pero seguro que muchos le habrían sacado punta, porque históricamente la corbata verde significa: ¡Viva el Rey de España! Así viene siendo desde la Segunda República. Era el símbolo, junto con el pañuelo verde, que utilizaban los monárquicos para comunicarse entre ellos», recuerda Rubio.

En resumen, según esta especialista, ir de oscuro en estos momentos puede ser una simple anécdota para algunas personas, pero para otras puede ser un gesto muy potente con el que empatizar con la sociedad y siempre con independencia de que se haya decretado o no el luto nacional.