El saneamiento de Hacienda las Chapas en Marbella permitirá el desarrollo urbanístico de casi 100 parcelas

El acuerdo ha sido firmado por la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, el consejero delegado de la empresa pública, Carlos Cañavate, y el presidente del colectivo vecinal, Jean Pierre Vanden Broucke. La regidora ha subrayado que «es una inversión muy importante desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y va a garantizar el futuro desarrollo urbanístico de un área con más de 500.000 metros cuadrados de superficie, ya que estas parcelas contarán con los servicios necesarios para tener su licencia y realizar las construcciones que requieran, cumpliendo con el compromiso que habíamos adquirido esta legislatura».

El presupuesto total del proyecto que licitará y ejecutará Acosol, asciende a 2,3 millones de euros y será financiado en un 50% por el Ayuntamiento, en un 25% por Acosol y el 25% restante, por la comunidad de propietarios.

Cañavate, por su parte ha dado los detalles del proyecto cuyo plazo de ejecución previsto es de ocho meses desde el inicio de las obras. «La comunidad de Hacienda las Chapas se organiza de norte a sur y la idea es instalar cerca de ocho kilómetros de tubería para que la red de saneamiento cuente con tres ramales independientes que confluirán en un mismo punto de vertido situado en el pozo de intersección entre las avenidas 1 y 2. A partir de este pozo de registro se ejecutará un nuevo colector que, bajando la autovía A7, conectará en el de la Reserva de Marbella, situada al este», ha precisado. Desde el colector principal, las aguas residuales llegarán a la depuradora para ser tratadas.

Hacienda las Chapas se suma así a las intervenciones similares que se van a realizar en Costabella y El Rosario, con un importe total de 10 millones de euros. La primera edil, además ha anunciado que ya se han aprobado otros proyectos de esta misma índole para las urbanizaciones Marbesa, Coto de los Dolores, Panorama, Ricmar o Los Pinos, también con la participación de las comunidades de propietarios y con Acosol.

«Son urbanizaciones muy antiguas de la zona este de la ciudad que no tenían red de pluviales ni conexión a la de saneamiento, los imbornales existentes eran pocos y, además, estaban conectados con los fecales, originando inundaciones y problemas de malos olores», recordado Muñoz.