«Cándido era un ejemplo de lo que supone implicarse en la sociedad en la que se vive»

Marbella. «La vida solo tiene sentido cuando se entrega a los demás», decía ayer el sacerdote Pedro Villarejo durante su homilía en la misa funeral por el empresario y filántropo Cándido Fernández Ledo. Una máxima que, de un modo más o menos parecido, se repetía entre los asistentes a la hora de hacerle mención. «Nunca decía que no, cuando podría haberlo hecho perfectamente. Siempre ayudaba a todo el mundo», recordaba uno de los becados por la Fundación Banús, Javier Mérida, ahora concejal de Deportes . «Me trató como a un hijo. Es de las personas que más me ha ayudado en toda mi vida», reconocía el edil, que gracias a la beca de la Fundación atravesó el Canal de la Mancha en 2013, siendo la única persona en lograrlo faltándole una pierna.

Fernández Ledo era gallego, aunque nació en la Habana. Llegó a Marbella en 1972, después de haber pasado los diez años anteriores en el Ministerio de Información y Turismo. Vino para trabajar con José Banús y acabó convirtiéndose en la persona de su confianza y de su mujer, Pilar Calvo y Sánchez de León. Ella le encargó la puesta en marcha de la Fundación Banús: una entidad cultural privada en beneficio de los ciudadanos de Marbella, que Fernández Ledo instituyó y presidió hasta agosto del año pasado. Bajo su mandato, la entidad invirtió cerca de cinco millones de euros en el fomento del deporte, la cultura y el turismo.

En su extenso currículum, sobre todo relacionado con el turismo, destacó por ser uno de los fundadores del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT), que presidió durante tres años. «Entendió que el sector turístico se tenía que unir para estar al margen de los avatares políticos», explicaba ayer uno de los antiguos presidentes del CIT, Miguel Gómez. «Estuvimos muy unidos. Trabajar con él era algo fenomenal. Era un gran compañero y un gran amigo. Para mí, es una tristeza que se haya ido, pero también una alegría porque ahora está en cielo. Solamente podemos darle las gracias por todo lo que ha hecho por esta ciudad. ¿Cuánta gente puede trabajar hoy en Marbella gracias a él? Algunos ni lo saben», decía otro de los fundadores del CIT, Iñigo Orbaneja. «Generó la que es la filosofía del actual CIT. A él le debemos ser uno de los grandes artífices de la Marbella moderna. Vaya, es que no se entendería esta ciudad en la actualidad sin la aportación de Cándido», le reconocía el actual presidente, Juan José González.

Además de eso, Fernández Ledo fue director gerente y consejero delegado de Banús Andalucía La Nueva, de Puerto Banús y del Hotel Andalucía Plaza; presidente de AEHCOS y de los casinos de Nueva Andalucía, La Toja y Monte Picayo; y vicepresidente de la Asociación de Urbanizadores. El director del Museo del Grabado Español Contemporáneo, Germán Borrachera, decía ayer de él que «es un ejemplo de implicarse en la sociedad en la que se vive». Una opinión que se transformo en reconocimiento público en 2014, con la imposición de la Medalla de la Ciudad: «Solo hay que fijarse en la cantidad de gente que lo quería, a la que ha ayudado y, sobre todo, la cantidad de personas que le tienen como un referente», subrayaba tras la misa la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.

Por todo ello, numerosas empresas e instituciones enviaron ayer coronas florales a Fernández Ledo, como AEHCOS, el Ayuntamiento de Marbella, el Teatro Ciudad de Marbella o el CIT, entre otros. Y por ello la misa funeral que se celebró ayer en la Iglesia Virgen Madre de Nueva Andalucía estuvo repleta de familiares, amigos, excompañeros de trabajo, empresarios y políticos: porque a su compromiso con Marbella siempre le encontró ese sentido que hace que las cosas merezcan la pena.