Una cena de vértigo

El restaurante La Sala tiene previsto ofrecer este verano un servicio de cenas en altura en la que los comensales disfrutarán de una experiencia gastronómica sujetos por arneses, con los pies colgando sobre el vacío y con unas vistas insuperables de Puerto Banús, Gibraltar y la costa africana. Eso sí, deberán superar la sensación de vértigo al estar a 50 metros del suelo.

Esta experiencia, que es producto de una alianza entre el restaurante La Sala, de Puerto Banús, y la empresa belga Dinner in the Sky, se pondrá en marcha el 1 de julio y contará con la participación del chef Aitor Perurena, que cocinará en las alturas durante todo el verano, ya que se prevé que el servicio permanezca activo hasta finales de septiembre.

La iniciativa consiste en una plataforma con una mesa fija rectangular para 22 comensales que se eleva a 50 metros mediante la acción de una grúa de cuatro toneladas con capacidad para soportar un peso de 120 toneladas, según han explicado desde la empresa. En el centro de la plataforma se situarán Perurena y su equipo, que cocinarán delante de los comensales desde el momento en que el pedestal comience a elevarse. Una vez que los clientes se sujeten con arneses de seguridad, que también se colocan a los cocineros, la plataforma comienza a elevarse hasta alcanzar los 50 metros de altura tras diez minutos de subida. La experiencia tiene entre una y dos horas de duración, según la modalidad contratada, tiempo durante el cual la plataforma permanece suspendida en el aire.

La Sala ofrecerá cuatro servicios diarios, incluido un cocktail a las seis de las tardes; dos cenas, a las siete y a las nueve, y una cena con animación, a las once de la noche. En esta última, en el centro de la plataforma viajan, junto a los cocineros, músicos o un dj. Los precios oscilarán, según el servicio, entre los 125 y los 290 euros por comensal. Si se cumplen las expectativas la facturación superará el millón y medio de euros en los tres meses de verano.

La estructura se montará en el aparcamiento del restaurante La Sala, donde llegarán los clientes para montarse en las butacas provistas de los arneses y con una movilidad que permite a los comensales girar para observar el paisaje en todas las direcciones.

Pese a que se trata de la primera vez que esta experiencia llega a Marbella, la empresa cuenta con diez años de experiencia y ya ha tenido presencia en 45 países. En España ha instalado la estructura en Madrid y Barcelona, en esta última ciudad con la participación del cocinero marbellí Dani García.

Esta iniciativa nació en 2006 en Bélgica tras una alianza entre una agencia de publicidad y un empresa dedicada a la instalación de atracciones en parques de ocio y ha desarrollado su actividad en más de 40 países de los cinco continentes.