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JUANMA RODRÍGUEZ
Lunes, 4 de abril 2016, 00:48
Nada que envidiar a un videoclip con una inversión fuerte detrás del telón. El nuevo trabajo en solitario de Easy.s suena muy profesional. La producción audiovisual de Álvaro Moreno tampoco deja a nadie indiferente. Esta vez hay algo más de fondo. La ilusión por triunfar y hacer una buena faena se puede apreciar tanto en la música de C.Laps, en las letras, y en todo lo que compone el trabajo. Y el lugar elegido es Miami. Amaneceres es el título de este tema que ya supera las 10.000 visitas en Youtube. La calidad habla por sí misma.
El santuario donde este rapero crea sus letras es un espacio apartado en el que invade la tranquilidad necesaria para soltar la tinta. Un llano escondido en una de las vías de acceso a la ciudad que le ha visto crecer, el Rincón de la Victoria. El atardecer desde allí crea un paisaje como si de un cuadro de un museo se tratase. «Me vengo aquí cuando necesito inspirarme, aunque suelo escribir en muchos sitios diferentes», me dice dentro del coche mientras contemplamos las vistas con rap francés de fondo: «poca gente del Rincón conoce este lugar».
Sus primeros contactos con el hip-hop arrancan con una década de edad, cuando se hizo con un CD grabado que alternaba canciones de rap español con temas de 'pachangueo', como él dice, para que su madre no se asustase de los tacos que sonaban en las canciones. Poco después empezaron a despuntar los raperos y los discos que han marcado época, Tote King, Shotta con el disco 'La Selv'a, o el mítico 'Odisea' en el lodo de SFDK y toda aquella magnífica generación de hip-hop.
Tras un paso por el mundo del Rock 'n Roll, donde aprendió a tocar la guitarra y a ganar musicalidad para los estribillos, retomó la vida del rap, bajo influencias del estilo americano, pero ya no para consumirlo, si no para hacerlo.
Tras una etapa con el grupo Skillleaders, ha decido trabajar durante un tiempo en un proyecto personal que no engloba únicamente el rap. Hay otra vena artística que le lleva gran parte de su tiempo, muy conectada con el mundo de la música underground. El dibujo siempre había formado parte de su vida, aunque como estudiante no estuvo enrolado en las artes plásticas. «Terminé bachiller y no sabía qué carrera elegir, consideraba que mi tiempo valía mucho como para estar otros 4 años metido en un aula», me confiesa llegando al piso donde tiene actualmente el estudio de tatuajes.
Decidió entonces irse a Inglaterra para aprender inglés y ganar experiencia, a trabajar en hostelería y en una tienda de traje de caballero. Una vez de vuelta en España, comenzó la carrera de Filosofía, punto de inflexión para ver que su futuro no estaba entre esas cuatro paredes. «Como yo sabía dibujar, y estaba un poco parado después de dejar la carrera, mi novia me regaló por mi cumpleaños una máquina de tatuar». A partir de ahí comenzó su nueva etapa artística polifacética, ya que el rap siempre estuvo presente. El cuarto de la casa de sus padres empezó a llenarse de los jóvenes del barrio ansiosos porque Easy.s les llenase con tinta una parte de su cuerpo: una frase en un costado, retratos, símbolos, etc.
Cuando se dio cuenta del estilo que le gustaba, recibió un curso de dibujo de realismo. «Pero a tatuar aprendí yo solo», me puntualiza mientras contemplo un dibujo magistral del Joker colgado en su estudio de tatuajes rodeado por los títulos sanitarios de tatuador. «Yo aprendo muchísimo con Imstagram, viendo los trabajos de los tatuadores que me gustan, así como videos en el Youtube para ver las técnicas que otros utilizan» me explica aunque también utiliza la herramienta para publicar sus obras, ya que opina que «Instagram y las redes sociales son una buena forma de darte a conocer». Ahora mismo no hay techo. Aunque él es muy consciente de que la humildad es el primer paso para mejorar. Más de una participación en varios concursos nacionales de tatuaje, en los que ha podido conseguir algún premio avalan sus trabajos.
Shotta, un aliado
Uno de los que fueran sus iconos musicales cuando comenzó a andar en el hip-hop, el artista sevillano Shotta, también lleva dos trabajos de Easy.s en su cuerpo, un león y un retrato de Notorious Big. Él confía mucho en su forma de trabajar, «está muy actualizado, sabe hacer muy bien las cosas y tiene las ideas muy claras». Se conocieron a raíz de la hermana del sevillano, por el mundo del tatuaje, aunque no sabía que Easy.s también hacía rap. Para Shotta el «rollo que hace Easy es muy bueno, se nota que ha viajado y que tiene cultura musical».
Este mes va a arrancar el proyecto por el que ha estado soñando muchas noches. Con todo lo ahorrado de sus trabajos tatuando, ha podido alquilar un local en el centro del Rincón de la Victoria, en la Plaza del Señorío que va a transformar en un negocio bastante completo. Un estudio de tatuajes, donde podrá trabajar mejor que en el apartamento actual, con una barbería y tienda de ropa, para marcar tendencia, el nombre elegido: Quartier.
Es una apuesta arriesgada a la que le ha puesto mucha ilusión. Quizá la misma que le pone al sentarse y escribir sus canciones. O al dedicarle 9 horas a un dibujo que colgar en su estudio o al hacer el boceto de un tatuaje que le han pedido. Planta la semilla de la ilusión en cada uno de los trabajos que realiza. Ahora pocos muchachos del Rincón no llevan un tatuaje suyo. Su nombre ya está en el panorama del tatuaje y en el mundillo del rap. Dos mundos diferentes, pero con lazos comunes, que al ser agitados en una misma coctelera, puede tener un resultado maravilloso.
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