Casa Bellota, una taberna boutique

Con las restricciones propias de estos tiempos, ya es posible volver a sentarse en su terraza y en el espacio interior para disfrutar de una cocina muy tradicional con platos donde se vislumbra una modernidad muy acompasada con los sabores y gustos tradicionales de su clientela. No obstante, junto a los ibéricos y quesos curados, destacan otras elaboraciones como la tortilla trufada y cuajada al momento de servirla, al gusto del comensal, es decir, poco o muy hecha. Esta tortilla cuajada puede ser de patatas, chistorra o la más sabrosa y aromática, la trufada. Si me permiten un consejo, yo me inclino por dos, la de patatas poco cuajada y la de trufa, evidentemente con el mismo punto, pues al estar el huevo menos cuajado permite una transmisión de sabores más puros. Pero en esta taberna boutique no todo gira en torno al ibérico y a los huevos de corral, en una primera visita se hace necesario preguntar por sus arroces. Mariano acierta con el punto, en especial con el de la casa, hecho a base de un fondo de verduras, tiras de ibérico y entraña o el típico arroz negro de sepia y gambas. Tanto los arroces como una serie de elaboraciones de carne (costillar en salsa de cerveza negra, rabo de toro deshuesado y acompañado de patatas fritas, San Jacobo o chivo malagueño) se preparan en especial los fines de semana para servir a domicilio. Si se opta por el pescado, en esta taberna lo mejor es apuntar directamente a lo clásico, bacalao frito con tomate o un lomo de atún a la plancha. Todos estos platos están pensados para ser consumidos en casa.

La carta de Mariano ofrece además unos platos de cuchara entre los que no pueden faltar el gazpachuelo o los callos con garbanzos. Si lo que buscamos es algo más de modernidad, entonces hay que decantarse por las hamburguesas de salchichón de Málaga con mayonesa de encurtidos.

La carta de vinos es correcta, pero se echan en falta más referencias actuales. Casa Bellota tiene la virtud de guardar una buenísima relación calidad-precio.