Imagen del establecimiento cerrado Ñito Salas

Cisma vecinal por el cierre de la cafetería La Gran Plaza en La Paz

El popular negocio hostelero ha bajado la persiana después de 55 años por la enfermedad de la propietaria

Juan Soto

Málaga

Miércoles, 21 de febrero 2024, 00:15

Si el cierre de un negocio histórico siempre es motivo de conversación y de lamentos, cuando ocurre en un barrio la alarma social se multiplica. ... Algo así ha ocurrido en La Paz, donde el cierre de la cafetería La Gran Plaza ha provocado una especie de cisma entre los propios vecinos al quedarse huérfanos de cafés y pitufos.

Publicidad

La cafetería La Gran Plaza, ubicada en el centro neurálgico de la barriada, bajó la persiana de forma sorpresiva a finales de enero tras 55 años de historia. Nadie lo esperaba, ni siquiera su propietaria, Teresa, que se ha visto obligada a bajar la persiana por enfermedad con 76 años. «Las cosas han venido así y ahora tengo que cuidarme», se justifica.

Teresa está preocupada y asegura no encontrarse con fuerzas, pero recuerda que el establecimiento llevaba en la céntrica calle Beethoven (junto a la plaza) desde el año 1973, cuando aún no estaban construidos todos los bloques ni había asfalto en la calzada, ya que las calles eran de gravilla. Desde entonces -aseguran quienes la conocían- no había cerrado ni un solo día por vacaciones, hasta este fatídico mes de febrero.

Aunque hay más cafeterías en la zona, ninguna como La Gran Plaza, uno de los lugares donde mejor se desayunaba de todo el entorno y donde se reunían de forma habitual madres a la salida del colegio y familias completas por las tardes a la hora de la merienda. «Nadie ha sabido nada hasta el último minuto», aseguran los vecinos.

Publicidad

Una de las trabajadoras ha abierto la cafetería Belmonte, frente a La Gran Plaza. Ñito Salas

En el establecimiento que dirigía Teresa trabajaban cuatro personas, que ahora confían en encontrar su hueco en otros negocios del barrio. Y es que todas ellas eran muy queridas en el barrio.

Nuevo lugar de encuentro en el barrio

Quien ha tomado la delantera es Rosi, una de ellas, que ayer mismo abrió la cafetería Belmonte justo enfrente de su trabajo anterior y que aspira a convertirse en un nuevo punto de encuentro en el barrio. Explica que tras el cierre se pusieron muchos negocios en contacto con ella pero que finalmente ha decidido tomar su propio camino, abriendo un negocio propio. Casualidades del destino le surgió la oportunidad de coger un traspaso y se lio la manta en la cabeza.

Publicidad

Su nuevo establecimiento se llama Belmonte y se encuentra en la plaza Mozart. Al principio estaba algo preocupada por el recibimiento que le darían los vecinos, pero en apenas unas horas se dio cuenta de que el público estaba con ella. «Nos hemos traído a todo el público», confiesa orgullosa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad