SUR
Martes, 25 de junio 2019, 11:53
La Policía Nacional tenía vigilada a una empresa holandesa de trasporte internacional de mercancías. Cada dos meses, un camión de esta compañía acudía a la zona del Bajo Guadalhorce, donde la Policía tenía localizada a una organización criminal asentada en España con ramificaciones en varios países de la Unión Europea, dedicada presuntamente al tráfico internacional de hachís y marihuana a gran escala.
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El pasado día 19, varios agentes detectaron uno de estos camiones estacionado en la zona del Centro de Transporte de Mercancía de Málaga y comenzaron una vigilancia. A primera hora del día siguiente, el vehículo emprendió la marcha custodiado por varios coches lanzaderas, apunta la Policía en un comunciado. Sobre las 11.00 horas, el camión fue interceptado cuando circulaba por la carretera de Cártama, la A-357, sentido Málaga. En su interior, los agentes encontraron ocho palés de poliestireno extruido.
Durante la inspección, los perros de la Unidad de Guías Caninos se fueron hacia varias de las plataformas, por lo que los agentes inspeccionaron de manera más minuciosa la carga y se percataron de que cuatro cargas de los palés estaban huecas por dentro. En su interior, hallaron 1.000 kilos de hachís y 225 de marihuana.
Además del estupefaciente incautado, los agentes intervinieron el vehículo –un camión trailer con cabeza tractora- y 2.700 euros en efectivo y detuvieron el conductor, de 50 años y nacionalidad holandes,- como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas.
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