Llegará a la capital malagueña a principios de diciembre.

La fiebre de las pequeñas compras estalla en Málaga

Søstrene Grene y Dealz son las últimas en llegar. La crisis redescubre un negocio, el de lo bueno, bonito y barato, donde pugnan multinacionales y firmas locales

J. J. Buiza

Miércoles, 5 de noviembre 2014, 01:15

¿Quién a pesar de la crisis no puede permitirse comprar un bonito juego de tazas por 13 euros? ¿O un paquete de café por 1,5 euros? ¿O un juguete por 10? Lo primero lo pueden encontrar en una tienda de la cadena Sostrene Grene. Lo segundo en un supermercado Dealz. Lo tercero en cualquier punto de venta de Mi Gran Ilusión (MGI). Sostrene aún no tiene presencia en Málaga, pero está a punto de llegar, mientras queDealz eligió hace unos meses Torremolinos para su primera apertura española y MGI es un grupo cien por cien rondeño que está expandiendo su tarifa plana de artículos a diez euros con franquicias por todo el país.

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Aunque la crisis ha dañado los bolsillos de las familias malagueñas, el gusanillo de ir de compras sigue asomando la cabeza. Comprar barato está de moda. El sector de lo bueno, bonito y barato se ha reiventado, dando lugar a un mercado en el que compiten empresas locales con cadenas multinacionales que han puesto su punto de mira en la Costa del Sol.

«Hicimos un estudio muy amplio con todos los posibles países en los que instalarnos. Y España apareció siempre como la mejor opción», reconocía hace unos días el director general de Dealz, la enseña de supermercados que controla el grupo británico Poundland y que se caracteriza por ofrecer todos sus productos con un precio de un euro y medio. Todos son primeras marcas y cuentan con hasta 3.000 referencias, desde champús al Fairy.

El truco está en que la compañía juega con escasos márgenes pero mucho volumen, y en tarros y envases normalmente más pequeños a los que se venden en otras cadenas. Antes de que acabe el año está prevista la apertura de otro Dealz en Málaga, dentro de un plan de expansión por toda España que incluye diez establecimientos hasta el primer trimestre de 2015.

También antes de que acabe el año está previsto que vea la luz la primera tienda de Søstrene Grene en Málaga. Se trata de una cadena danesa, especializada en artículos de decoración y de regalo a precios asequibles, y cuya marca está siendo explotada en España por los dueños de la malagueña Primor. Los primeros tres establecimientos se han puesto en marcha en Madrid y las perspectivas son buenas.

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Søstrene Grene presume de accesorios de calidad low cost, y es una de las firmas preferidas entre blogueros y publicaciones especializadas. María José Zoilo, profesora de Psicología y socia de Standby Consultores, enmarca el éxito de este modelo en los nuevos hábitos del consumidor como resultado de la crisis. «Son objetos muy agradables, bien presentados, apetecibles o graciosos, que aportan el sentimiento de relajación o de alegría que da comprar, pero sabiendo que no te estás gastando mucho dinero», explica Zoilo.

En cierta medida, firmas como Søstrene Grene han dado una vuelta de tuerca a las tiendas asiáticas, con más glamour y un salto de calidad, como ya hiciera la también danesa Tiger Stores, que abrió el año pasado su establecimiento en la calle Nueva.

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La propia compañía Tiger, que está presente en 21 países, sobre todo europeos, se refiere a su oferta como «productos con estilo, de diseño y calidad en un ambiente agradable y a un precio asequible». Abundan los artículos de decoración y para el hogar.

Su esquema de precios es sencillo y redondo: todo los productos de las tiendas pueden comprarse por uno, dos, tres, cuatro, cinco, 10, 15 ó 20 euros. Tanto Tiger Stores como Sostrene han llegado al abrigo del éxito de Ikea, que puso de moda en Málaga la decoración y el menaje de bajo coste con sello nórdico.

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Más allá de las multinacionales, el mercado del bajo coste también ha dado lugar a empresas locales que han triunfado con la fórmula de las tarifas planas. El caso de MGI, con sede en Ronda, es el más notable. Su red roza ya la treintena de establecimientos en toda España, y ahora se prepara para uno de los momentos álgidos del año, con la llegada de la Navidad y sus ofertas de juguetes a 10 euros. Sus responsables defienden este sistema, basado en comprar grandes lotes a los mayoristas a cambio de muchas ventas.

Éxito asegurado

«Con la crisis económica no hay más remedio que ajustar los precios para que haya consumo» apunta el gerente de MGI, profundizando en las claves de este modelo, al que parece que le augura un buen futuro, aún cuando la economía mejore.

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Así lo cree María José Zoilo, quien aclara que estos negocios no satisfacen una necesidad, sino el «placer» de comprar. Eso sí, el éxito dependerá de que mantengan sus estándares de calidad y precio: «Es como si todos los ítems de la psicología del consumidor se pusieran a favor de la compra. No se produce la disonancia cognitiva que pueda generar el comprar algo que luego descubres que no te gusta o no te hace falta, porque el valor es pequeño».

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