Los otros protagonistas de la Lotería de Navidad

La Navidad es tiempo de compartir en familia, de celebrar con amigos, de buenos propósitos y de soñar. Quizá con no tener que pagar nunca más la letra de la hipoteca, con poder ayudar a un hijo en paro, con hacer ese viaje fascinante pendiente… A estas horas, quién no se frota las manos imaginando que los niños de San Ildefonso cantan el Gordo de la lotería y coincide ese soniquete prodigioso con el décimo que guardamos desde hace semanas. Un deseo compartido por quienes compran, pero también por quienes venden y llevan gran parte del año trabajando en este sorteo extraordinario. En la víspera del gran día, tres administraciones de Málaga: la más antigua (la número 1, 'Nuestra Señora de Fátima); la que tiene la propietaria más joven (la número 70, 'Los Patios') y la que más vende (la número 35, 'La Piedad') comparten con SUR su experiencia y sus sensaciones a pocas horas de que los bombos del Teatro Real de Madrid comiencen a girar.

Cruzan los dedos para que sus clientes sean los agraciados y para que esos deseos que le confiaron se hagan realidad. «Tu suerte será mi suerte; si te toca a ti, también a mí, porque mi negocio irá a mejor». Es lo que siente Miriam Martín. Ella y su marido Antonio Jesús Arenas están al frente de la administración más antigua de Málaga, la número 1, 'Nuestra Señora de Fátima' (calle Martínez, 7) desde octubre de 2022 cuando se la compraron a Mario Espejo, nieto del primero lotero de Málaga, llamado Manuel Reyes. Corría el año 1902 cuando, en un pequeño quiosco en la Acera de la Marina, Reyes empezó a repartir suerte gracias a un permiso especial otorgado por el rey Alfonso XIII. Posteriormente pasó a manos de la abuela durante la República; después a la madre (se la concedió Franco) y por último a él (en la época de la monarquía) antes de ponerla en venta. «Tengo el privilegio de decir que nuestra administración ha resistido a una guerra y a cuatro regímenes distintos», confesó Mario Espejo en una entrevista a SUR.

Los nuevos propietarios son granadinos, pero unos «enamorados» de Málaga. Una familia (el matrimonio y dos hijas) a la que en 2022 se le cruzó este negocio para el que no tenían experiencia. La suplieron con esfuerzo, inversión y «mucho cariño» pero, sobre todo, subraya Miriam Martín, con la ayuda del resto de loteros. «La acogida fue muy buena desde el principio».

Desde entonces sus ventas han aumentado un 30% y en estas fechas ponen toda la carne en el asador para atraer a la clientela. Un gran número es de toda la vida. «Algunas personas siguen viniendo con lágrimas en los ojos en busca del número que desde hace 40 o 50 años compraba siempre su padre y que al faltar no quieren romper con la tradición», explica Martín. Otros muchos clientes recalan porque están de paso. El entorno de calle Martínez, próxima a Larios es en estas fechas un hervidero de visitantes. Ellos lo saben, por eso, su marido Antonio y su hija no dudan en enfundarse cada viernes y sábado un traje de Papá Noel y atraerlos hasta la administración. Y en agradecimiento a los que compran, los despiden cantándoles el número como los niños de San Ildefonso.

Confían en que en esta tercera Navidad como propietarios de esta administración sea la vencida y puedan dar el Gordo. Su mayor premio lo dieron el pasado 5 de diciembre. Un billete suelto del segundo premio de la Lotería Nacional del jueves, en total, 60.000 euros. Por eso, sueñan con repartir un buen pellizco y que así su administración siga creciendo.

Para algunos de estos propietarios, la administración de loterías es algo más que un negocio. Es la empresa familiar, la fuente de ingresos y quién sabe si la oportunidad laboral para alguno de sus hijos. Pero sobre todo el lugar al que muchas personas vuelven una y otra vez para encomendarse a su lotero de toda la vida. «No sería capaz de vender nunca esta administración», declara Sandra Sáez, que a sus 33 años es actualmente la administradora de loterías más joven de Málaga y con una larga experiencia en el oficio, pues empezó en él con 18 años años compaginándolo con un grado de Administración y Finanzas. Hoy lo sigue haciendo mientras cursa cuarto de Derecho.

Está al frente de la administración número 70 de 'Los Patios', situada en las instalaciones del Carrefour del mismo nombre. En ese centro comercial, que fue de los primeros en abrir en Málaga, comenzó a rodar en 1997 el negocio familiar de loterías después de que a su padre Francisco Sáez le propusieran montar un terminal mixto en la tienda de prensa y regalos que regentaba. Él nunca llegaría a despachar en él, ya que dio esa oportunidad a su hermano, entonces sin empleo. Sandra tenía entonces seis años. Hoy con 33 trabaja en el proyecto familiar, «pero esto es diferente a otras empresas; es llevar ilusión a la gente, es empatizar con las historias que a diario te cuentan los clientes. No me pesa venir a trabajar y aunque me surgieran otras oportunidades laborales, nunca lo dejaría», recalca. Sáez se confiesa una mujer «afortunada», porque ha podido salir de todos los problemas que la vida le ha ido poniendo en el camino, «por eso me encantaría dar el Gordo y hacer feliz a otros». Lleva años soñando con ese momento. Visualiza cómo le gustaría que fuera: «¡Ojalá me cogieran entre veinte personas y me mantearan una y otra vez mientras corre el cava en la celebración!», avanza.

En su cabeza aún resuena la alegría de una clienta, que pudo comprarse un coche de segunda mano tras tocarle recientemente 7.500 euros en el sorteo de la Lotería Nacional. Ahora quiere hacerla llegar también a esos clientes fijos de toda la vida, que ponen tanta esperanza en esta administración. «Algunos llevan dos décadas jugando el número 53.950 que vendemos íntegramente aquí. Es el caso de Huelma, en Jaén. Cada año viene un vecino y se lleva para el resto un centenar de décimos de la lotería de Navidad y otros tantos para el Sorteo del Niño. Así que si toca este año, un buen pellizco irá para ellos», relata.

Los boletos a tres pesetas que se vendían a principios del pasado siglo daban para retirarse, ahora los 400.000 euros al décimo del Gordo, que se reducen a 328.000 tras pasar el filtro de Hacienda, no dan para tanto, aunque sí para un buen capricho. En eso confían los malagueños, pues de los 103,77 millones de euros (518.852 billetes) puestos a la venta este año en décimos de la lotería de Navidad en los 306 puntos de venta autorizados en Málaga (112 están en la capital y el resto, 194, repartidos por la provincia) se espera superar los 100, lo que representaría un récord con respecto a ediciones pasadas.

Y si hay una administración de lotería que sabe de ventas en Málaga es la número 35, 'La Piedad', en la calle Duque de Rivas, 2 de la capital. Llevan a gala ser los número uno en Andalucía (tal y como recogen las estadísticas de Loterías y Apuestas del Estado, SELAE) y eso tiene un reflejo directo en la cantidad de premios que reparten: más de diez millones de euros este 2024 entre distintos juegos activos (Bonoloto, Primitiva, Euromillones, entre otros) y la lotería nacional, «cuando lo normal es que una administración ronde entre los 500.000 euros y el millón de euros», apunta. «A más ventas, más premios; es una cuestión de probabilidad», indica Adrián Palomo, que dirige este establecimiento junto a su mujer Raquel y atiende a SUR en la antesala del Sorteo Extraordinario de Navidad. Fue su suegro quien dio los primeros pasos en este oficio, hasta que en 1987 consiguió una licencia para poder vender lotería. «Mi mujer ha vivido esto desde que era muy pequeña», afirma.

Con 14 años asistió a uno de los momentos más emocionantes de la historia del negocio, cuando en 1998 la administración de 'La Piedad' dio el Gordo de la Lotería de Navidad. Era la primera vez, pero no sería la única. En 2022, volvieron a repetir con el Gordo. «De aquellos años recuerda que la policía tuvo incluso que cortar la calle para que las unidades móviles de televisión pudieran entrar y cubrir la noticia; esta última vez, lo llamativo es que los periodistas prácticamente hacían todo su trabajo con un móvil», detalla. Pero ha habido muchas más alegrías en Navidad: en 2021 repartieron un segundo premio del Sorteo del Niño y en 2023 dieron uno de los quintos premios de Navidad. «Desde la pandemia, habrán crecido nuestras ventas un 100%, gracias también a las operaciones on line y, por supuesto, por el Gordo de Navidad, que ha reforzado ese crecimiento».

Tal curriculum le ha valido a esta administración del barrio de El Molinillo que se la conozca como 'la doña Manolita malagueña'. Palomo asegura que no le «agrada» mucho ese apodo, pero «¿a qué futbolista que empieza no le gusta que lo comparen con Messi?», se apresura a matizar. Este lotero admite que prefiere el apodo que le han puesto los vecinos del barrio, porque responde mejor a la realidad: 'Lotería La Piedad, la que más premios da'.

Ahora que la suerte ya está echada y faltan pocas horas para que la fortuna cambie la vida de muchos agraciados, Adrián y su mujer aspiran a dar por tercera vez el Gordo, «porque es como cuando tienes un segundo o tercer hijo, la alegría es la misma que con el primero. Se trabaja tanto en este sorteo que dar el Gordo es como ganar ese año el Mundial», resume Palomo.

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